𝒟𝑜𝓂𝒾𝓃𝒾𝓆𝓊𝑒//𝒥𝓊𝑔𝒽𝑒𝒶𝒹 𝒥𝑜𝓃𝑒𝓈

𝒞𝒾𝑒𝓃𝓉𝑜 𝓈𝒾𝑒𝓉𝑒

𝒯𝒽𝑒 𝒷𝓁𝑜𝓃𝒹𝑒 𝑔𝒾𝓇𝓁

Omnisciente

Nique entró a su habitación y azotó la puerta.

Soltó un suspiro y se sentó en su tocador. Tomó la foto que tenía con Polly y Betty, era del día del jubileo.

"Porque me importas".

"Tu no vives aquí. Nos abandonaste".

"Ser una hermana de verdad, no es venir un solo día y decirme como vivir mi vida, sobre todo porque no tienes ni idea de cómo es".

Nique dejó la foto en la mesa. Pasó sus manos por las hebras de su cabello hasta terminar en su nuca, y cerró los ojos.

"¡Mi hija esta viva! Ha llamado".

"Nique, tienes que ayudarme".

"No lo se. He corrido todo lo que he podido, tienes que venir por mi".

"Polly, quiero decirte que te quiero, y que estoy a tu lado. Por favor, por favor, ven a casa".

Abrió los ojos y sus pupilas se dilataron.

Se quedó viendo a la nada por unos segundos. Después, abrió su cajón, quitó las camisas que había puesto para cubrir lo que había. El marco con el cristal roto y la fotografía de ella y Jughead en el baile de exalumnos —la cual anteriormente había estado en el marco—, quedó a la vista. Metió su mano al fondo del cajón, esquivando los cristales, y sacó el arma y las balas.

Recargó el arma y le puso el seguro.

Después, metió el arma atrás de su pantalón, y se puso una chaqueta negra de cuero para ocultarla.

(...)

Nique estaba adentro del auto. Estaba en la parada de camiones.

Vio a una chica caminar hacia un camión.

La chica abrió la puerta, sonrió y subió.

Iba a cerrar la puerta, cuando alguien la detuvo, haciendo que diera un respingo y ahogara un grito.

—¿Que demonios? —dijo el hombre.

—¡Oye! ¿Qué estás haciendo? —le dijo la chica.

—Te estoy salvando la vida, tanto si quieres como si no. Lárgate de aquí, bonita —le dijo, mientras la tomaba del brazo y la obligaba a salir del camión. Después, la rubia ocupó el asiento anteriormente ocupado por la castaña—. Vas a dejar en paz a estas chicas y no vas a volver aquí nunca mas.