Los Cooper. La familia perfecta. Novios de preparatoria que se casaron y tuvieron tres bellas hijas. Polly, Dominique y Betty.
Perfección. Algo imposible de alcanzar, pero algo que Alice Cooper les exige a sus dos hijas. Sus mellizas. Dominique y El...
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ℋ𝑒𝓎 𝒟𝑜𝓇𝑜𝓉𝒽𝑒𝒶 𝒹𝑜 𝓎𝑜𝓊 𝑒𝓋𝑒𝓇 𝓈𝓉𝑜𝓅 𝒶𝓃𝒹 𝓉𝒽𝒾𝓃𝓀 𝒶𝒷𝑜𝓊𝓉 𝓂𝑒?
Omnisciente
Abigail y Ruby llevaban una blusa y una falda roja. Ya estaban peinadas y maquilladas. Listas para comenzar el día.
Estaban dejando los libros en los asientos de sus estudiantes, cuando tocaron la puerta
(...)
Dominique se despertó. Después de vestirse, vistió a Emma con un vestido rojo.
Para terminar, se puso su labial rojo manzana y su diadema negra que, como cuando era adolescente, contrastaba con su cabello rubio.
Sip. Había vuelto a teñirse.
(...)
Poppy abrió la puerta. Sus cinco amigas estaban frente a ellas.
(...)
Cheryl y Dominique miraban como sus estudiantes tomaban asiento.
(...)
Ruby y Abigail fueron a abrir la puerta. Una chica había sido quien la había tocado. Le sonrieron y la invitaron a pasar.
(...)
—Hoy hablaremos de los cometas —les dijo Cheryl a las niñas—. En concreto, los cometas periódicos.
—El cometa Bailey atraviesa las entrañas de nuestro sistema solar una vez cada 65 años —les explicó Dominique, mientras ella y Cheryl se acercaban al telescopio—. Esta es una noche crucial —agregó con cierto tono melancólico—. Ustedes, niñas suertudas, tendrán la fortuna de maravillarse con la belleza del cometa en la colina Norte, cuando atraviese el cielo estrellado de Rivervale —les dijo, mientras volvían a su lugar frente al escritorio, y recuperando su tono neutral.
Britta levantó la mano.
Ambas le cedieron la palabra.
—Maestras, ¿la abuela Blossom nos acompañará esta noche?
—Hoy está muy débil, así que nos tememos que no —respondió Cheryl.
—Y nosotras tampoco iremos a la Colina Norte. Nos quedaremos junto al lecho de nuestra abuela, llevando a cabo fierros rituales que la ayudarán en su transición al más allá —agregó Dominique.
Otra niña levantó la mano, por lo que le cedieron la palabra.
—¿Y Emma? ¿Que pasara con ella? ¿Nos la llevaremos?
—No, niñas. Emma es mi hija, y mi responsabilidad, no suya. Así que no se preocupen. La llevé con su padre antes de iniciar la clase.