Los Cooper. La familia perfecta. Novios de preparatoria que se casaron y tuvieron tres bellas hijas. Polly, Dominique y Betty.
Perfección. Algo imposible de alcanzar, pero algo que Alice Cooper les exige a sus dos hijas. Sus mellizas. Dominique y El...
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𝒴𝑜𝓊 𝒶𝓇𝑒 𝒷𝒶𝒸𝓀
Omnisciente
Habían pasado cinco semanas desde que decretaron que Riverdale estaba en cuarentena. La cual, ya había terminado; era media noche. Nique dormía plácidamente en su cama, cuando unos toques en su ventana la despertaron sobresaltada. La chica frunció el ceño, iba a tomar algo con que defenderse, pero después pensó:
"Un ladrón o un asesino no tocarían la ventana"
Así que solamente se levantó. Se acercó a su ventana y abrió las cortinas. Casi cae al suelo, al verlo. Con las manos temblorosas, abrió la ventana.
—Hola, Julieta —la saludó Jughead cuando la ventana se abrió—. Siempre es grato volverte a ver.
Nique lo miró con lágrimas en los ojos y lo besó.
Cuando se separaron, lo ayudó a entrar y apenas Jughead estuvo dentro de su habitación, lo abrazó. Se separaron unos centímetros y juntaron sus frentes
—Es mi imaginación, ¿o estas más hermosa que la última vez? —le dijo Jughead. Nique río y acarició el rostro de su novio mientras se alejaba unos centímetros (gif)
—Volviste —le dijo la rubia con la voz rota, todavía sin poder creérselo
—El tiempo sin ti fue como el infierno —le dijo Jughead en un suspiro pesado mientras enredaba sus dedos en las hebras de cabello de la chica y volvía a juntar sus frentes
—Igual, Jughead —le dijo la rubia para después cortar la distancia y besarlo.
Jughead deslizó su mano del cabello hacia la nuca de la rubia, la otra la puso sobre su cintura. Por su lado, Nique, lo tomó del cuello de la chaqueta.
Ambos empujaron al otro hacia si para acercarse mas, haciendo que sus cuerpos chocaran lo que ocasionó una pequeña risa de parte de ambos.
Sin separarse del beso o soltar alguno de sus agarres, Nique le dio la vuelta y después lo empujó hacia la cama.
Jughead cayó sentado y la miró con una sonrisa de oreja a oreja.
—Amo cuando eres dominante.
Nique sonrió y se sentó a horcajadas en su regazo.
—Yo siempre soy dominante —objetó.
—Por eso. Te amo 24/7, Dominique Cooper. Y no hay nada, humano o sobrehumano, capaz de cambiar eso.
La rubia amplió su sonrisa.
—Y yo a ti, Jughead —su sonrisa se volvió maliciosa y juguetona—. Es mas, ¿porque no me dejas de durarte cuanto?
Jughead sonrió y ella lo volvió a besar.
(...)
A la noche siguiente, Jughead dormía nuevamente con Nique, cuando un grito los despertó