Los Cooper. La familia perfecta. Novios de preparatoria que se casaron y tuvieron tres bellas hijas. Polly, Dominique y Betty.
Perfección. Algo imposible de alcanzar, pero algo que Alice Cooper les exige a sus dos hijas. Sus mellizas. Dominique y El...
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𝒥𝓊𝓁𝒾𝑒𝓉
Omnisciente
Nique estaba sentada enfrente de su tocador. Solamente miraba su reflejo en el espejo sin poder borrar aquella pregunta de su cabeza "¿estoy loca?". Nique ya no sabía en que ni en quien creer. Creo que en esta vida, las únicas mentiras que esperas de tus padres, son aquellas de Santa Claus, la cigüeña que te dejó en su puerta o el Conejo de pascua, mentiras piadosas para hacer que tu infancia tenga un toque más especial, y se podría decir, mágico. Sin embargo, nunca esperas el tipo de mentiras que Hal y Alice Cooper les decían a sus hijas. Mentiras que las dos rubias, dudaban en si creer o no, y que las destrozaban internamente
Unos toques en su ventana, fueron los que devolvieron a Dominique al planeta tierra
La chica volteó y no pudo evitar soltar una risa al ver a Jughead. Se levantó y fue a abrirle la ventana al chico
-Hola, Julieta -le dijo el chico haciendo sonreír a Nique-. ¿Me invitas a tu alcoba?
-Tienes suerte de que la enfermera esté trabajando -le dijo Nique con una sonrisa mientras se hacía para atrás para dejar que el chico entrara
-No te has vuelto loca encerrándote aquí, ¿o si? -le dijo el chico mientras entraba a la habitación
Nique suspiro
-Están locos. Mis padres están locos -dijo Nique
-Son padres, todos están locos -le dijo Jug
-No, pero ¿y si...? ¿Y si Polly también lo está? La forma en la que nos habló, la forma en que nos miró -dijo mientras empezaba a caminar-. Y ahora, solo puedo pensar que quizá estoy loca como ellos
-Oye -le dijo Jughead mientras ponía sus manos en los hombros de la rubia. Nique soltó un suspiro-. Todos estamos locos
Nique sonrió y bajo la mirada por unos segundos. Después, sus ojos verdes volvieron a conectarse con los de Jughead
-No somos nuestros padres, Dome. No somos nuestras familias -le dijo el chico. La rubia asintió levemente. Ambos guardaron silencio por unos segundos-. Además... -mientras dirigía sus ojos a los labios carnosos de la rubia para después devolver su mirada a sus ojos
-¿Que? -le preguntó la chica-. ¿Que? -Repitió al no recibir respuesta
De pronto, Jughead puso sus manos en la nuca de la chica, dejando sus pulgares en sus mejillas, y la besó. Se separaron lentamente, y la rubia no pudo evitar que una sonrisa se le formara en los labios
