Los Cooper. La familia perfecta. Novios de preparatoria que se casaron y tuvieron tres bellas hijas. Polly, Dominique y Betty.
Perfección. Algo imposible de alcanzar, pero algo que Alice Cooper les exige a sus dos hijas. Sus mellizas. Dominique y El...
⚠️ESTE CAPÍTULO NO AFECTARÁ EL TRANSCURSO DE LA HISTORIA. ES SIMPLEMENTE UN REGALO⚠️
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Omnisciente
Archie y Dominique caminaban mientras paseaban a sus respectivos perros y conversaban. El pelirrojo le estaba contando su sueño.
La chica rió cuando este termino de relatarle lo ocurrido.
—Dios, Archie. Ve a que te chequen, ¿quieres? ¿En serio me estás diciendo que había una bomba debajo de tu cama y que vivíamos en un pueblo llamado "Riverdale" y no Rivervale?
—Lo se. Fue muy extraño. De hecho, ¿sabes que más pasaba? —la chica lo miró expectante—. Que tú y Jug no estaban juntos.
Dominique soltó una carcajada.
—¿Que?
—Sí, al parecer salieron durante toda la preparatoria, pero un año después de comenzar la universidad terminaron. Pero regresaron siete años después.
La chica volvió a reír.
—¿Jug y yo? No hemos estado juntos desde segundo año para romper por una estupidez como la distancia.
Archie rió.
—Betty me dijo que debería dejar de ver La Dimensión Desconocida.
—Bueno, concuerdo en eso.
—En ese caso, ya que coincides en algo con ella, tal vez podrías...
—No —lo detuvo—. Si Betty y yo no hemos hablado en seis años, es por una razón. Es asunto nuestro, no tuyo ni de nadie más, así que, por favor, no te metas.
Archie suspiró, rendido.
—Es solo que extraño verlas tan unidas como en la escuela —se sinceró.
—Eso fue hace muchos años —se encogió de hombros—. Y ya no tiene importancia. Como bien dicen, pasado, pisado.
Archie suspiró a la vez que el celular de su acompañante comenzaba a sonar. La chica contestó.
—Kev, ¿que sucede?... ¿donde estas?... bien, iré a dejar a Sirius a casa y te veo allá —cortó—. Me tengo que ir, Archie, nos vemos.
—Nos vemos, Dominique.
Unos minutos después, llegó a su departamento.
En el mismo edificio en el que vivían Veronica y Reggie, la residencia contaba con una elegancia y sencillez propia de Dominique Cooper, que había sido la encargada de decorarlo.
Apenas entró, le quitó la correa a Sirius que salió corriendo a tomar agua.
—Pero mira quien acaba de llegar —Jughead se acercó por el pasillo que daba a las habitaciones—. Te extrañamos, cariño.
