Capítulo 2: Animal.

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Fernando estaba caminando de lado a lado en la sala de su casa aún vestido con su traje de gala. Su cabello era un desorden y sus manos temblaban; la incertidumbre lo atormentaba. ¿Dónde estaba su esposa? ¿Qué hacía con aquel hombre? La preguntas eran más de lo que él podía procesar y el silencio estaba a punto de volverlo completamente loco. Por enésima vez esa noche, Fernando subió a recorrer las habitaciones de sus hijos y los tres estaban durmiendo profundamente en sus camas. Fernando marcó el numero de su mujer. Al principio, el teléfono sonaba y sonaba, ahora solo iba directo al buzón de voz. ¿Dónde diablos estaba metida Leticia? Después de unos segundos, la línea estaba timbrando otra vez, pero en busca de otra persona.

"¿Bueno?" Un Omar completamente desorientado contestó su celular en la oscuridad de su cuarto.

"Despierta Omar."

"¿Por qué? ¿Qué hora es o qué?" Omar se estrujó los ojos.

"Ya es muy tarde. Son las cuatro de la mañana."

"¡¿Por qué me haces esto Fernando, por Dios?! ¡Todavía es ayer!"

"Omar. Soy un animal." Fernando paseaba por su sala con la mano enredada en el pelo.

"¿Para eso me llamas a esta hora? Eso lo sé hace años."

"Carbajal, ponte serio." El tono de voz de Fernando le dejó claro que no estaba jugando.

"¿Fernando que pasa?" Omar se sentó en su cama y encendió una lámpara.

"Lety todavía no llega a casa."

"Pero ¿cómo es posible? Yo juraba que se habían ido huyendo de Luigi y sus planes para los nuevos comerciales."

"No Carbajal."

"Fernando ya me asustaste. ¿Cómo que Lety no ha llegado a casa? ¿Qué no se fueron juntos del evento?"

"No. Anoche Lety me vio hablando con una de tantas modelos como siempre sucede en los eventos de la empresa. Creo que la modelo estaba algo pasadita de copas y a Lety seguramente no le gustó lo atrevida que andaba, no sé. Vi a Lety salir y me hizo señas de que estaba bien, pero yo decidí seguirla. Afuera la vi hablando con Aldo Domenzain."

"¿El de los de allá? ¿El fritanguero que moliste a golpes afuera de Conceptos hace unos años?"

"El mismo. Al principio parecía que estaban peleando, pero de un momento a otro lo abrazó y él la ayudó a subirse a su coche. Mi Lety se fue con ese tipo Omar. No entiendo nada."

"Fernando ¿y se puede saber tú donde tenia metida la cabeza? ¿Por qué no los detuviste? ¿Por qué te quedaste tan tranquilo viéndolos? ¿Como la dejaste ir así porque si? "

"Yo no la deje ir. Yo fui detrás de ella y hasta grite su nombre... pero me ignoró. Lo prefirió a él."

"Si serás estúpido Fernandito. ¡Lety no es así! Dime una cosa, ¿por que no la seguiste?"

"¡Por que ella lo prefirió a él! Tampoco iba a humillarme ahí corriendo para sacarla del carro..." Fernando se dio dos golpes en la frente maldiciendo su estupidez. Omar tenia razón. El la dejó ir.

"No te vengas a hacer la víctima, porque no lo eres. Lety seguramente está en peligro con ese hombre y tu muy campante abanicando tu orgullo. ¿Cuando vas a aprender Fernando Mendiola? ¿CUANDO?"

"Carbajal, ¿que querías que hiciera? Ella lo abrazó. ¡Se subió a su coche! Si yo me acercaba a ellos, los mataba allí mismo. Yo no podía hacerle eso a mis hijos. No quería causar una escena ni allí ni en casa y decidí enfocarme en los niños; eso siempre me tranquiliza. Así que les dije que su mamá trabajaría hasta tarde y que yo los metería a la cama. Pero ya pasó mucho tiempo y ahora me estoy preocupando."

"Fernando Mendiola." Omar estaba completamente furioso con su mejor amigo. "¿Te das cuenta que no estarías preocupado si verdaderamente creyeras que ella se fue con el porque eso era lo que quería? Tú eres un animal, pero de proporciones prehistóricas. ¿Cómo la vas a dejar así sola, sin hacerle tan solo una pregunta, o defenderla de ese hombre?"

"Ya lo sé Carbajal, ¡YA LO SE!" Fernando caminaba de lado a lado en la sala de su casa completamente descontrolado. "Mejor dime si la viste o has sabido algo de ella, ¿quieres?"

"No. No la vi ni hablé con ella desde el evento. ¿Ya llamaste a la policía?"

"Sí. Dijeron que todos los días, cientos de mujeres dejan a sus familias por otro. Que llamara en dos días si no tenía noticias de ella o encontraba pruebas que él se la llevó en contra de su voluntad. Son unos incompetentes." Fernando se quedó callado por unos segundos, sintiendo el pánico apoderase de él. "Omar. Tengo miedo." Dijo con lágrimas que se atoraron en su garganta. "¿Y si ese hombre le hizo algo?"

"Espero que no, Fernando. Solo porque quiero mucho a Lety. Pero ¿tú? Tú te mereces vivir en esta angustia. No puedo creer que hiciste eso." Omar le colgó a su amigo envuelto en furia, aunque sabía que no sería duradera.

A los pocos minutos, Omar llegó a casa de Fernando con dos cafés y se sentaron en la mesa de la cocina a hacer todas las llamadas que se les ocurrieron, pero nadie daba con Lety por ningún lado.

"Buenos días, papi." Una dulce voz los interrumpió desde la puerta. "Papá, ¿y tú por qué sigues con la ropa de anoche?" Andrea se estrujaba los ojos.

"Ay mi niña, es que..."

"Es que tu papá se quería ahorrar la fatiga de vestirse de nuevo esta mañana. Pero mira no le funcionó. Esta todo estrujado y despeinado ¿verdad?" Omar le abrió los ojos a Fernando esperando que captara su mensaje.

"Si. Eso. Exactamente eso. Me voy a cambiar y ya bajo a hacerles desayuno."

"¿Tú? ¿Y mamá dónde está?"

"Tu mamá..." Fernando miró a Omar buscando ayuda.

"Tu mami ya se fue a Conceptos." Interrumpió Omar nuevamente, sabiendo que Fernando se oponía seriamente a mentirle a sus hijos, pero él no pensaba que fuera momento de asustarlos. "Si. Hoy me toca a mí llevarlos a todos al colegio."

"Ah. Okey." Andrea se encogió de hombros y se fue escaleras arriba sin dudar en las palabras de Omar. No era la primera vez que el los llevaba al colegio y definitivamente no sería la última.

"Brother. Gracias."

"Cuando sepamos que Lety está bien, tú y yo ajustaremos cuentas por tu estupidez. Ahora ve y encárgate de ti que espantas. Yo me encargo de los niños."

Fernando se fue escaleras arriba perdido en sus propios pensamientos. Mientras se bañaba solo podía pensar en su esposa y en la forma que lo miraba desde la distancia la ultima vez que la vio. ¿Y si esa era la última mirada que recibía de ella? ¿Realmente los había abandonado como dijo la policía? No. No. No. No. El no podía entretener esos pensamientos. Se dio prisa a salir del baño para ayudar a Omar a preparar a los niños y al poco tiempo estaban saliendo de su casa camino al colegio.

Y Llegaste Tú: Segundas OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora