"Los finales felices son para las historias que aún no terminan." Cuando Leticia Padilla Solís llegó a la vida de Fernando, ella se la cambió por completo y cuando lo pudo admitir, lo gritó a los cuatro vientos. El amor verdadero llega y te cambia p...
Después de aquel desastroso día, las cosas comenzaron a cambiar en mi casa. Al principio el cambio fue lento mientras me daban mi espacio y todos nos acostumbrábamos a la idea, y de repente, todos se metieron de lleno en preparaciones para la llegada de mi bebé. Santiago y Daniel eran los más emocionados y a cada rato llegaban a la casa con regalos, mientras que a Alex no le afectó en lo más mínimo.
Por otra parte, Sebastián había estado peleando con sus propios demonios en esos meses. Mamá y papá pasaron mucho de su tiempo consolándolo cuando su sueño de entrar a una prestigiosa escuela de arte se vio tronchado por una malvada mujer.
Hoy celebraremos un año desde que Emma Fernanda Mendiola llegó a nuestras vidas una fresca tarde de octubre, llenando la casa de una alegría que nos hacía mucha falta. Cuando Sebastián cargó a su sobrina por primera vez, todos vimos como el brillo regresó a su mirada y no ha vuelto a desaparecer desde aquel hermoso día. Hasta el día de hoy Sebastián y Santiago siguen peleando por a quien de los dos le dirá tío primero, sin darse cuenta de que la pobre criatura no los sabrá distinguir hasta que sea capaz de conocerlos como personas. Por ahora, ella solo siente que ve doble.
A pesar de pareces estar consumidos por el dolor e incertidumbre que envolvía a mi hermano, mis papás estuvieron mu pendiente de mi. Mi mamá me mimaba a cada momento y a mi papá le salió alas cuando se trataba de complacerme antojos o de las preparaciones para la habitación. Hubo momentos donde me sentí culpable al ser tan consentida estando en una situación tan... inesperada. Siempre se escuchan las historia de horror de mujeres que dejan sus estudios o las corren de sus casas al quedar embarazadas prematuramente, pero esa no fue mi situación y siempre se lo agradeceré a la vida.
Eso no quiere decir que no hubo un tiempo donde mi papá perdió el control y se desahogó con Omar prensando que no lo escuchaba, pero era evidente que su coraje era una manifestación de su dolor y nada más.
Mamá y Papá juraron todo mi embarazo que eran demasiado jóvenes para ser abuelos y no sé qué tantos cuentos, pero cuando cargaron a mi hija por primera vez, se convirtieron en dos botecitos de plastilina que ella maneja a la perfección con su único año de edad; toda una Mendiola.
Lo más hermoso de todo, es que de la misma manera conquistó a los hombres Carbajal. Alejandro es peor que cualquiera de mis hermanos con ella. La mima con toda la intención del mundo, y se une a la pelea por el título de tío. Omar no pide ningún título, pero aun así la niña lo tiene en la palma de su mano.
¿Y qué puedo decir de Fernando Daniel? Dany ha sido un apoyo incondicional para mí. En ningún momento me dejó sola, soportando todos mis cambios de humor y convirtiéndose en mi roca. Cuando Emma nació, no se despegó ni un solo día del hospital, y fue el primero de los hombres de mi vida en enamorarse perdidamente de mi hija.
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Como mi roca y mi conciencia, fue Daniel quien me impulsó a contactar a Armando para decirle que tenía una hija, recordándome que para él lo más difícil de crecer sin su mamá siempre fue no saber por qué no los amó los suficiente para buscarlos algún día. Al nacer Emma yo estaba en la pocision de evitarle ese dolor a mi hija si su "padre" simplemente no existia... Y como siempre, Daniel tuvo toda la razón. Hablar con Armando fue lo mejor que pude hacer por ella. Sin pensarlo dos veces, firmó todos los papeles necesarios para renunciar a sus derechos paternales y jamás me tendré que preocupar porque aparezca en nuestras vidas reclamando derechos que no tiene sobre mi princesa.
