* * *
El largo baño de tina hizo muy poco para relajar a Fernando. Ese horrible sueño no lo dejaba en paz. Cuando salió de su casa hacia el bar, iba decidido a lo que fuera. Estaba harto de tanta pelea, de tanto dolor. Pero cuando llegó al estacionamiento, vio un hombre borracho afuera gritándole a una foto que llevaba en su cartera. Fernando se vio claramente en ese espejo y rápidamente dirigió su coche a la casa de su mejor amigo. Se metió a la cama aún vestido, simplemente buscando escapar de su realidad. Cuando el sueño por fin lo venció, lo único que hizo fue envolverlo en una pesadilla que era aún peor.
En ese bar, Fernando Mendiola se encontraba con Fátima Bosh y la dejaba besarlo; no una, pero dos veces. Aunque en esos besos descubrió dos cosas muy importantes, la inocencia de su esposa y la realidad de perderla, esos besos lo atormentaban como si hubieran sido reales.
La necesidad de hablar con Lety y aclararlo todo lo inquietaba aún mas porque sentía que tenía un crimen que confesar a pesar de ser inocente. Por Dios, ¿así se había sentido Lety aquel día?
Desesperado por sus propios pensamientos, salió de la tina decidido a buscar a su mujer. Ya nada tenía sentido para él. Solo quería estar con su familia y hablar honestamente con su esposa.
Cuando salió del baño, solo con la toalla por la cintura, encontró en la sala evidencia de que su mejor amigo había llegado a casa, y no precisamente solo. En el piso de la sala estaban tirados los cojines del sofá y había dos copas de vino a medio tomar en la mesa de centro. Eso solo podría significar dos cosas: los gemelos seguro pasarán la noche con su hermana, y Omar Carbajal estaba haciendo de las suyas.
Fernando siguió su camino hacia su habitación con prisa. Él no pensaba recoger nada. Lo único que quería era salir de ahí y buscar a su mujer, pero el sonar del timbre lo detuvo. Sin pensarlo, se fue hacia la puerta completamente preocupado. En esa casa vivían dos padres que no tenían a sus hijos a su lado esa noche y una llamada a la puerta a esta hora solo podía ser una emergencia. Fernando abrió la puerta de un solo golpe, y la felicidad de ver a su mujer del otro lado fue opacada por la inmediata preocupación por el bienestar de sus hijos.
"¿Qué pasó Lety? ¿Están bien los niños?" Fernando miraba hacia la camioneta de su esposa, pero estaba evidentemente vacía.
"Si, calme. Carolina esta con ellos, pero están bien. Calme." Lety respiró profundo, evidentemente afectada al ver a su esposo en tan poca ropa. Lety sacudió esos pensamientos de su cabeza y entró a la casa de su mejor amigo. "Yo sé que es tarde, pero necesitamos hablar."
La mirada de Leticia se enfocó en el desorden de la sala, pero justo cuando iba a preguntar qué estaba pasando, del pasillo donde estaban las habitaciones, apareció una mujer que ella jamás había visto en su vida, pero que nunca olvidaría.
Sin ninguna pena, la mujer llegó hasta la sala sin importarle que no estaba vestida más que con su ropa interior, y Lety sintió como su pecho se partía literalmente en dos. La muchacha no tenía la culpa de absolutamente nada, así que decidió ignorarla por completo y enfocarse en el hombre que tenía frente a ella, pero desconocía por completo.
"¿Cómo pudiste Fernando Mendiola? ¿Cómo fuiste capaz? Hace unas horas me estabas diciendo que me amabas y querías volver a casa, ¿y porque te dije que no buscaste a otra que te calentara la cama por una noche?" Lágrimas de rabia pura corrían por el rostro de Leticia y ella necesitaba salir de ese lugar. "¡QUIERO EL DIVORCIO!" Lety se dio la vuelta para salir de esa casa, pero Fernando la detuvo en envolviendo do su cintura con un brazo.
"No, no, no, no, no. Pérate Leticia. Esto no es lo que parece." El pánico era evidente en su voz. Él sabía muy bien que estaba en una situación comprometedora, pero que ni por cerca era lo que parecía... igual que lo estuvo Lety y él se negó a creerle. Maldita karma y su necesidad de emparejar las cosas. "Tienes que escucharme."
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Y Llegaste Tú: Segundas Oportunidades
Fanfiction"Los finales felices son para las historias que aún no terminan." Cuando Leticia Padilla Solís llegó a la vida de Fernando, ella se la cambió por completo y cuando lo pudo admitir, lo gritó a los cuatro vientos. El amor verdadero llega y te cambia p...