MURDER | ÉLITE

twenty eight: stop trying to kill yourself, hailey!

- ¡Martín! —Llamó Marina, quien vino corriendo al escuchar lo que había pasado— ¿Que le pasó?

- No lo se, venia caminando y se desplomó en el suelo. —Contestó Carla con preocupación— ¡No lo se!

- Yo si se, Nicholas estaba siguiéndola, amenzándola. —Dijo Lu mirando con repulsión a Nicholas— Seguro que el estrés hizo esto.

- ¿Hailey? —Preguntó Ander llegando a la escena, para luego subir su mirada y ver que Nicholas estaba cerca— ¿Que coño le hiciste tú? ¿Eh? ¿Que coño le dijiste?

- Lo que tuvieron que haberle dicho cuando se le pasó por la cabeza estar contigo.

- Esta arqueando, quiere vomitar algo que tiene atorado en la garganta. Consíganme algo donde pueda, gracias, vomitar. —Pidió Martín recibiendo un cubo, para luego levantar a Hailey— Vamos, Hailey, tienes que sacarlo.

La chica comenzó a arquear con fuerza, y después de varios segundos, logró sacar varias de las pastillas que se habían quedado en su garganta. Al tomarlas sin agua, no pasaban correctamente. Empezaron siendo una, o dos, pero mientras más arqueaba, más salían.

- ¿Que coño son estas pastillas?

- Son sus antidepresivos, y unas pastillas para la condición de salud que tiene. —Comenzó explicando Eduardo viendo cómo caían las pastillas al cubo— La ayuda con sus sistemas del cuerpo, porque pasó por una anorexia muy fea hace dos años y tuvo que empezar a tomarse esas pastillas.

- ¿Porque se tomaría tantas? —Preguntó Lu, un poco asqueada— Que asco.

- Una sobredosis.

- ¿Estás seguro, Ander? —Preguntó— Es algo serio.

- No sería la primera que lo hace. —Contestó Eduardo— Algo tuvo que haberla incitado de nuevo a hacerlo.

- Tu, ¿Que coño le hiciste? —Preguntó Guzmán casi tirándose encima de Nicholas— Contesta, cabron.

- Solo miren sus mensajes, y ahí verán todo.

- Tengo que avisar esto a la oficina. —Dijo Martín— Venga, Hailey, levántate.

- No le avisarás a nadie. —Murmuró Hailey pegándose al oído de Martín— Que se lo que te traes con Lu, y la adopción. ¿No querrás que se enteren, cierto? —Amenazo— Déjame ir.

- Llévala al baño, y denle mucha agua. —Ordenó Martín, no se podía permitir eso— Con eso se empezará a sentir mejor, logro sacarlas casi todas diría yo.

Ander levantó a Hailey del suelo y, junto con Guzmán y Marina, la llevaron al baño más cercano. Se aseguraron de que no hubiese nadie, y comenzaron a darle agua a Hailey y ayudarla en lo que pudiesen.

- No puedo creer que lo volviese a hacer. —Dijo Marina sosteniendo a Hailey del cuello, manteniéndola derecha para que no se manchase mientras vomitaba— Algo muy malo tuvo que haberle escrito Nicholas.

- ¿Tú sabias? —Preguntó Ander, quien estaba buscando la mochila de Hailey para buscar agua— ¿De sus sobredosis?

- Si, me lo contó un día que estaba en un bajón. —Contestó sin quitarle la mirada a Hailey— Cuando con Carlos no estaban bien las cosas.

- Dejen de sentir pena por mi. —Pidió Hailey después de haber tragado un buche de agua que Ander le había ofrecido— Estoy cansada de que me miren con pena.

- No es pena, Ley. —Corrigió Guzmán poniéndose al nivel de Hailey— Es preocupación, nos preocupamos por ti.

- Entonces dejen de preocuparse por mi, no ayudan mucho.

- Nos dejaremos de preocupar por ti cuando dejes de tratar vida como un jodido juego. —Contestó Guzmán mientras daba un suspiro— Ya es la segunda vez este mes que intentas provocarte una sobredosis, la segunda. Estas lidiando con tu vida como si nunca se te fuese a salir de las manos, y abra un día que será tarde. No habrá un Ander, o una Marina que te ayude a sacar las putas pastillas de tu boca.

- No necesito una lección ahora mismo, Guzmán. —Contestó limpiando rápidamente sus lágrimas, intentando no volver a llorar— Solo los necesito a ustedes tres, necesito un abrazo de ustedes tres.

(...)

Después del incidente con Hailey, las aguas se habían calmado y todo había vuelto a lo normal. Como de costumbre, se oían voces, rumores, sobre cuales podrían ser las razones de que Hailey se estuviese provocando varias sobredosis. Los estudiantes no perdían tiempo sacando para sacar especulaciones sobre el tema. Muchos apostaban por su separación con Carlos, otros por el acoso que estaba recibiendo de parte de Nicholas, problemas familiares, en fin, todos decían algo diferente. Por cada pasillo que Hailey caminaba de escuchaba murmullos. Era difícil de ignorar hasta cierto punto. La gente hablaba sin saber, aunque muchos se acercaban a una posible razón, la mezclaban con algo que no tenía nada que ver. Pero dentro de todo, Hailey estaba tranquila. Prefería que estuviesen rumoreando sobre si vida amorosa, a que estuviesen hablando de lo que ocurría una vez que ella volvía a su casa.

La castaña volvía ya a casa, hoy sola. Ander se había ido a pasar unas horas con Guzmán, y Eduardo no quería hacer otra cosa que ir a pasar tiempo con su novio fuera del colegio. Por lo que hoy tendría otra tarde solitaria, su padre y su tío llevaban días fuera. Intentaban limpiar su nombre con personas importantes, intentando conseguir que algún juez los ayudara con la demanda puesta. Pero, con toda la evidencia que Hailey había conseguido, se les haría imposible aún con el abogado más corrupto e inteligente. La chica se había asegurado de no darles camino libre, esta reunión con el juez lograría ponerle fin a esta pesadilla.

Como usualmente pasaba, Hailey ya había adelantado todas sus tareas en el colegio. Si algo Hailey odiaba mucho, era llevarse las tareas a su casa. Era algo que simplemente odia con fuerza. Por lo que estaba sentada en su cama, pasando el tiempo en internet o en las redes sociales. Todo el mundo pasaba el tiempo con amigos o con personas queridas, y Hailey particular pasaba el tiempo con ella misma. Comiendo sola, disfrutándose ella misma. Y eso estaba bien, a Hailey le gustaba estar sola. Disfrutaba más estar sola a pasar horas con un gentío de gente bebiendo o bailando al ritmo de la música. El sentimiento de estar rodeada de gente le quitaba paz. Por lo que estás sola, le permitía tener esos momentos de tranquilidad y paz. Pero, la paz a veces no dura para siempre, ¿y Hailey? Sabía eso, más que nadie.