thirty one: don't do more damage

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- ¡Ander! —Gritó Samuel, intentando llamar la atención del castaño, quien se dirigía a su práctica— ¿Hailey está contigo?

- No, creo que ya está en la cancha esperándome. —Contestó Ander restregando su cabello— ¿La buscas?

- Te buscaba a ti. —Dijo tomando a Ander del brazo para irse a un lado del pasillo— Me preocupa mucho Ernesto.

- Ya y, ¿que tiene que ver eso conmigo?

- Está muy triste y molesto con lo del tema que Hailey no haya querido estar con el. Lo hubieras visto al otro día cuando hablaba conmigo, estaba lleno de enojo. —Explicó mientras miraba hacia los lados— Estaba furioso, se veía capaz de todo por su enojo.

- Sigo sin entender.

- Lo que quiero decir es que no le quites el ojo de encima. —Aclaró— La gente en dolor hace cosas sin pensarlas, que en realidad no les gustaría hacer. Y por lo que veo, Ernesto es una de esas personas. Solo, ten cuidado.

(...)

Hailey caminaba por los pasillos buscando a una persona en particular. Ya no quedaba mucha gente en el colegio, por lo que había una gran posibilidad de que la persona que Hailey buscaba ya no estuviese por los pasillos. Hasta que, pasó por el comedor, y vio al pecoso sentado en el mismo sitio donde hablaron por primera vez. No sabía porque no había buscado ahí antes. Ya que, a el era quien buscaba.

- ¿Me puedo sentar? —Preguntó, sin recibir respuesta— En algún momento, vas a tener que dirigirme la mirada. Yo entiendo que estes dolido, pero estás exagerando las cosas. Tú tuviste que haberte dado cuenta que yo no correspondía lo mismo que sentías tú.

- No lo intentes más, porque no te va a escuchar. —Dijo Nicholas sentándose junto a Ernesto, dejándole un espacio a Carlos— No provoques más daño.

- Claro que no me escuchar, si tiene a dos víboras a su lado. —Dijo Hailey entre dientes, para luego acercarse a Ernesto— Si te queda un poco, aunque sea un poco, de cariño por mi, sabrás perdonarme. Yo te perdonaría sin pensarlo dos veces.

El chico levantó la mirada hacia Hailey, pero al ella ver que el chico no tuvo otra reacción se alejó. La castaña tomó su abrigo que había dejado en la mesa, arregló su mochila en su espalda, y salió del comedor para dirigirse a la cancha, donde ahí vería a Ander, como siempre. El tema con Ernesto aún le dolía, después de todo, ella le tenia mucho cariño. Fue el primer becado que conoció que desde el principio fue amable con ella. Además, su historia le causaba algo de pena. Pero desgraciadamente, tenía a Nicholas y a Carlos a su lado, ellos se encargarían de que Ernesto nunca vuelva a dirigirle la palabra a Hailey.

Mientras caminaba por los pasillos en camino a la cancha, cruzó miradas con Guzmán. Quien estaba sentado en las escaleras del edificio, Hailey no planeaba hablar con Guzmán. Pero el rubio una vez que la vio corrió hacia la chica. Porque a diferencia de ella, el si tenía planes en hablar con ella. Y Hailey, sospechaba del tema que traía Guzmán.

- ¿Que te están escribiendo que hizo que casi te provocaras una sobredosis? —Preguntó Guzmán tomando del brazo a Hailey— ¿Y quien te está escribiendo esos mensaje?

- Hola Guzmán, estoy bien, gracias por preguntar. —Dijo Hailey mirando a Guzmán a los ojos

- Que bueno, yo también estoy bien. —Contestó sin importancia— Contesta mi pregunta, ¿fue Nicholas?

- Bravo, resolviste el misterio. —Contestó con sarcasmo— Ander me está esperando, me tengo que ir.

- Quiero leer los mensajes.

- ¿Porque? Si ya sabes cómo es Nicholas, te imaginarás las cosas que me a dicho. No tiene nada del otro mundo.

- Hailey, necesito leer los mensajes.

- Bien, pero más te vale que tengas una buena razón. —Contestó sacando su teléfono— Porque no podré ir a la cancha.

- Le das sexo y con eso te perdona. —Bromeó para luego tomar el teléfono— Hombres, ¿no?

- Cabrón. —Rio mientras seguía a Guzmán

(...)

Después de clases, Hailey fue a la casa de Ander. No llego a ir a la práctica por estar repasando los mensajes con Guzmán, así que acordó con Ander en encontrarse en su casa. El castaño insistió en que fuese en la suya. Así que, la chica iba de camino. Intentaba sacarse de la cabeza la situación con Ernesto, los mensajes de Nicholas, todo lo que la incomodase. Se sentía un poco mal de no haber ido a la práctica, sabía que ayudaba a Ander yendo a las mismas. Pero a la misma vez estaba tranquila al saber que Guzmán vio los mensajes y sabía de lo que se trataban. Leyéndolos se sabía perfectamente que era Nicholas quien estaba detrás, ademas de sus horribles faltas de ortografía, las cosas que decía lo delataban.

Al acercarse a la casa, comenzó a escuchar una manguera disparando agua. Cuando se asomó a la entrada del patio, vio a Ander echándole agua a las plantas. Estaba sin camisa, y todo mojado por el agua que estaba echando. No cabía duda que el chico no sabía lo que hacía, y si lo estaba haciendo es porque sabía que Hailey vendría. Entró al patio y comenzó a acercarse lentamente, mientras veía cómo el chico se echaba el agua en el rostro y el cabello. Con toda la intención, estaba esperando a que la castaña lo viese. Hailey carraspeó su garganta a propósito, y así llamó su atención. Ander trazó una sonrisa en su rostro, y tomó a Hailey del brazo para dejarla entrar a su casa. Entraron a la casa, la chica se alejó de la puerta y Ander la cerró. Al Hailey voltearse se encontró de frente con el chico. Quien la estaba mirando fijamente, llevo sus manos al cuello y comenzó a besarla rápidamente.

- Seguro que no están tus padres, ¿no? —Preguntó Hailey interrumpiendo el beso, dejando salir unas risas

Ander tomó las mejillas de Hailey y rápidamente la acercó a sus labios. Continúo besándola, mientras soltaba algunas risas y sonrisas cada vez que se separaba para tomar aire.

- Supongo que no. —Río Hailey mientras Ander le quitaba su camisa

- Entonces, ¿Que? ¿Follamos? —Preguntó Ander, quien también reía un poco

- Podemos hablar un poco. —Río mientras jugaba con el cabello de Ander

- Mientras follamos. —Río para volver a juntar sus labios con los de la castaña

MURDER | ÉLITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora