thirteen: he's a dick

1.6K 98 1
                                    

- Mi padre conoció a los padres de Carlos hace unos años. Cuando le presentaron a Carlos, y lo conoció a fondo, decidió presentármelo. —Comenzó a explicar Hailey— Me habló maravillas de el, me enseño fotos de él, bueno, de todo. Lo conocí en un viaje que mi padre nos llevó, a Las Vegas. Frente a mi padre, me trato como una reina. Fue muy respetuoso, demasiado si me lo preguntas. Pero una vez mi padre nos dejó solos, se convirtió en un demonio.

- ¿Que hizo Carlos? —Preguntó Ander un poco temeroso

- Mi papá nos dejó una habitación a ambos. —Contestó dando un suspiro— Y bueno, me imagino que puedes suponer qué pasó.

- ¿Te violo? —Preguntó poniendo su mano en la espalda desnuda de Hailey

- Cuando me desperté, tenía sangre en toda esa área. —Contestó sin poder mirar a la cara a Ander— Yo era virgen, nunca había estado con nadie.

- ¿Porque nunca me dijiste nada? —Preguntó algo triste

- El había convencido a casi todo el mundo que nuestra relación era perfecta, pensé que no me creerías. —Contestó limpiando sus lágrimas

- No digas eso. —Regañó— Todos teníamos claro que Carlos y tú no eran perfectos.

- Y eso no es todo. —Intervino— Aparte de violador, es muy hipócrita. Se pasa hablando con ustedes, Guzmán y Polo, pero los odia a muerte. Dice que ustedes me manipulan para que esté molesta con el, que me metieron cosas en la cabeza.

- ¿El es amigo de Nicholas? —Preguntó, haciendo que Hailey asintiera— Tiene mucho sentido.

- Por eso me hice mi cuenta en la app, necesitaba olvidarme por unos cuantos minutos de su existencia. —Explicó— Y ahí es cuando entras tú.

- ¿Tú quisiste a Carlos en algún momento? —Preguntó bajando su mirada

- Nunca. —Contestó tomando sutilmente a Ander de su barbilla— Yo no confió en nada que salga de mi padre. Además... me gustabas tu para cuando el me lo presento.

- ¿Y que vas a hacer ahora? —Preguntó Ander acariciando la mejilla de Hailey— Por lo que me dices, Carlos es peligroso, y no me gustaría ver que pudiese hacer si nos descubre.

- No tengo idea. —Contestó— Se que tengo que quitarme a Carlos del camino, pero con mi padre va a ser muy difícil.

- Ey. —Dijo acercándose un poco al delicado rostro de Hailey— Un pasó a la vez.

- ¿Se puede? —Preguntó Azucena tocando sutilmente la puerta

- Un segundo, mamá. —Contestó Ander— Vístete rápido. —Dijo para darle la mochila que Hailey tenía, en la cual estaba un uniforme extra— ¡Rápido!

- ¿Todo bien? —Preguntó Azucena

- Si. —Contestó Ander mientras veía cómo Hailey se vestía lo más rápido posible— Ya puedes entrar.

- Solo quería decirles que el desayuno ya está. —Dijo Azucena abriendo la puerta— Así que bajen para ir al colegio.

- Gracias. —Contestó Hailey sonriendo ligeramente

(...)

En el almuerzo, cada uno de los amigos se dividía. Hailey en particular, siempre se iba frente al salón de su siguiente clase. Se quedaba dibujando, escuchando música, algo de distracción. Sintió como alguien se sentó junto a ella, notando como admiraba sus dibujos.

- ¿Estás bien, Marina? —Preguntó Hailey riendo un poco, viendo cómo la chica se recostó su hombro

- Aun me dura la resaca. —Contestó Marina riendo un poco— ¿Sabes a lo que me refiero?

- Más de lo que te imaginas. —Bromeó guardando sus libretas

- Lo note. —Río— Estabas en una nota, que jamás te había visto.

- ¿Que tan mal estuve? —Preguntó cerrando sus ojos por la pena

- Estuviste besándote en cada esquina con Ander. —Río a carcajadas— Ah, y perreaste con Christian. No te extrañe que después te lo saqué en cara.

- Que vergüenza. —Contestó tapando sus ojos— Espero que nadie recuerde eso.

- Nadie lo hará. —Contestó acariciando el cabello lacio de Hailey

- ¿Que pasa? —Preguntó con una sonrisa

- Se te nota. —Contestó— Caíste de nuevo en el amor y no sabes como me alegro. No podrás separarte de Carlos pero al menos tienes Ander. ¿El lo sabe?

- Hoy se lo dije, en la mañana. —Contestó— Merecía saber, ademas, me vino bien sacármelo del pecho de nuevo.

- ¿Ves? Poco a poco se te irá haciendo más fácil sacarlo. —Dijo tomando las mejillas de Hailey— Eres muy fuerte. No sabes lo orgullosa que estoy de ti.

- Ay Marina. —Contestó abrazando a la pelirroja

- Eres como mi hermana, Ley. —Dijo recibiendo el abrazo— Siempre estaré orgullosa.

(...)

- Cari, ¿Estás viva? —Preguntó Lucrecia sarcásticamente, sentándose junto a Hailey— ¿Estás molesta?

- Solo estoy cansada. —Contestó Hailey sonriendo ligeramente

- Claro, por andar en fiestas. —Dijo riendo un poco

- ¿Como sabes de la fiesta? —Preguntó abriendo sus ojos

- Se te olvida que a aquí todo corre rápido, ¿no? —Contestó— Christian subió un montón de fotos.

- Lu, mi mañana está yendo muy bien. —Dijo dirigiendo su mirada— Si vas a venir a juzgarme, te pido que no sea ahora.

- No te vengo a juzgar. —Contestó tomando de la barbilla a la chica— Te vengo a aconsejar, cariño, para que no acabes por el mismo camino de Marina.

- Ya empezamos. —Contestó dando un suspiro

- Estabas muy borracha, te pudo haber pasado algo. —Dijo— Sabes que es cierto.

- Si, en eso tienes razón. —Contestó un poco apenada, sabía que Lu tenía razón— Aunque, no sabía que le habían puesto algo al ponche.

- No, si te digo que no se puede confiar en los becados esos. —Dijo mirando a lo lejos a Nadia— Son unos parásitos.

- No todos son así, Lu. —Contestó

- ¡Hola, amor! —Dijo Carlos corriendo hacia Hailey, dejando un beso en su cabeza— ¿Todo bien?

- Si. —Contestó incomoda— Todo bien.

- Perdón. —Dijo Carlos— ¿Interrumpí algo?

- No, tu novia y yo nos pusimos al día. —Contestó Lucrecia notando la actitud de Hailey, pero sin darle tantas vueltas

- Ayer te fui a buscar a tu casa, y Eduardo me dijo que no estabas. —Dijo Carlos sentándose junto a Hailey

- Estaba en casa de... Marina. —Mintió— Quería contarle unas cosas.

- ¿Segura? —Preguntó poniéndose serio

- ¿Porque tendría que mentirte? —Preguntó Lu de la nada

- Nadie te pregunto a ti, Lu. —Contestó Carlos un poco molesto

- Nadie te había invitado en el primer lugar, Carlos. —Respondió Lu con una sonrisa

- Ay, te veo en clase, Hai. —Dijo Carlos tomando su mochila para luego irse

- No me pidas que me disculpe con el. —Advirtió Lu señalando a Carlos— No soportó a ese cabrón.

MURDER | ÉLITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora