El chico nuevo

-¡Estefi levantate! Se hace tarde-. Gritó mi madre para despertame. Lo que era innecesario ya que había puesto la alarma del celular la noche anterior.

Un nuevo año escolar comienza. Esta vez, tengo ganas de empezar. Estuve toda el verano de vacaciones en Hawaii en casa de los abuelos. Ya necesitaba estar con mis amigos.

Me levanté, me cambié y bajé a desayunar.

-Buenos dias- . Salude a mis padres.

Papá ya estaba listo para salir, a si que hizo un gesto para que me apresurara mientras me devolvia el saludo.

Desayune lo mas rápido posible y partimos al colegio.

Este es mi tercer año de la secundaria Asgard. Estudio aquí desde la primaria y conservo el mejor grupo de amigos que alguien puede tener.

-¡Estefi, Estefi!-. Es Agus, mi mejor amiga. Apenas baje del auto corrió para abrazarme. -Cuentame todo-

-Ya, no seas apresurada. ¿Donde están los chicos?

-Te lo diré si tu me cuentas primero-. Insiste .

-Ya les contaré, pero seria injusto decírtelo a ti sola y no a todos.

-De acuerdo. Ven, están por aquí.

Flor, Lauti y Mati, están sentados en una de las mesas del patio.

-Hola- los saludo y me responden todos al unisono.

-Ya te he traído hasta aquí. Ahora cuenta-. Agus me presiona y tira de mi hacia abajo para que me siente a su lado.

-Si a todos nos gustaría saber de tu verano-. Insiste Mati.

-Entonces empezaré.

Les hablé muchísimo,pero aun falta mas. El timbre para ingresar a clase nos interrumpió, a si que nos fuimos al salón. La primera materia es arte, mi referida. Nos ubicamos en nuestros lugares y la profe empieza a hablar.

-Buenos días a todos. Antes. Comenzar quisiera que le den la bienvenida a un nuevo estudiante-. Dijo Patri. Es de las mejores profesoras. Tan sólo tiene veinte años, por lo que la tratams como una mas del grupo. Es súper creativa y original y no tiene problemas en bromear en clase.

-El es Peyton- señala a la puerta y un chico alto, con ojos claros, sonrisa perfecta y cuerpo atlético se presenta.

-Hola-. Dice sonriendo, dejando ver sus dientes blancos como la nieve. Todos lo saludamos.

-Sientate allí, al lado de Estefi. Hay un lugar vacío. Y espero qu puedas contagiarte de un poco de creatividad-. Dice Patri bromeando. Era sierto, soy muy creativa. Ni siqier había notado que había un lugar vacío a mi lado.

-Hoy, vamos a pintar algo que los represente como son por dentro-. Explica Patri.

Empiezo a pintar,pero no dejo de pensar en el chico mas guapo que he visto, y esta sentado al lado mio.

-¡Wow!- Dice Peyton inclinándose muy cerca mio -Se te da muy bien la pintura.

-Gracias. Si, creo que si, me va muy bien- me acerco mas a su pintura. -Me gusta mucho el tuyo tambien. ¿Te gusta pintar?

-Gracias. Si, me gusta. Es como una especie de terapia. Pienso que si tuviste un mal día, o incluso al despertar, no te sientes con ánimo, empiezas a pintar y te sientes mejor-. Dice, sonriendo, otra vez. Siento que tengo las mejillas coloradas, pero no hago caso a eso y le devuelvo la sonrisa.

-Coincidencia, pienso lo mismo.

-Bueno, chicos, nos vemos el viernes. Por favor, recuerden traer la pintura terminada-. Dijo Patri mientras sonaba el timbre de salida, lo que dificultaba poder oírla.

A la hora de almorzar,  nos sentamos con los chicos en la cafetería afuera. Agus me vio hablando con Peyton y empezó a hacerme un millón d preguntas. Trate de responder todas las que pude, pero hablaba demasiado rápido para seguirle el ritmo.

-Bueno, en fin. Hablamos sobre pintura. Eso es todo-. Trato de explicarles, pero siguen sosteniendo que paso algo más. Y yo ya no se como decirles que no.

Hasta que Mati y Lauti llegan y, para mi sorpresa, con Peyton.

-Tenemos un nuevo amigo. Ya lo conocen. Sientate-. Dice Lauti y Peyton se sienta justo frente a mi, mirándome.

-Hola-. Lo saluda Flor. -A si que, estuviste hablando con mi amiga en la clase de arte-. Dice, guiñandome un ojo.

Peyton sonrie. Y asiente con la cabeza.

-Ya basta. Hablemos de otra cosa-. Miro a Peyton, que sigue sonriendo.

-Ok. Peyton, cuentanos algo de donde vienes-. Dice Mati.

Peyton empieza a contarnos. Viene e Estados Unidos y allí, las clases comienzan en agosto, por eso es que le resulta raro estar en Marzo, en clase y que aun haga calor. Pero no puedo oír mas. Me pierdo en sus ojos, en su sonrisa, en su forma de hablar. Su acento extranjero me atrae.

Suena el timbre para volver a casa.  Mi padre llega a recogerme, y vamos a comer a la casa de la abuela.