Lunes por la mañana. Santiago se ofrece a llevaerme a la escuela y, tras una larga discución con mi padre para que lo dejara conducir, me lleva.
El también había ido a Asgard. A si que, llevarme debe de haberle traído miles de recuerdos.
Hoy debo repartir las invitaciones a mi fiesta de cumpleaños. Es el viernes, y cumplo 15 años. Aquí, en Argentina, se acostumbra a realizar un gran fiesta con los amigos y na familia de la quinceañera, pero yo solo quiero divertirme y bailar con mis amigos. Por eso, haré una fiesta el viernes por la noche.
-¡Estefi! Imaginó que has traído las invitaciones ¿No? - es Agus. Me frena a mitad del pasillo y grita, lo que hace que media escuela se enterara de mi cumpleaños.
-Cálmate. Si las he traido. Ahora, sigue caminando e intenta disimular que nadie nos ve, o, inventa alguna excusa. Puesto que toda la escuela a volteado a ver- le digo bromeando.
-Esta bien, lo siento. Vamos al salón de Química, ahí están todos.
No tenemos Química hasta dentro de veinte minutos, a si que, no entiendo qué diablos hacen aquí a esta hora. Normalmente nos sentamos en el patio de adelante, o en el campus.
-¡Al fin llegó la cumpleañera! - Grita Mati y todos empiezan a aplaudir.
-Ya basta. Tengan-. Les reparto las invitaciones y junto cuando termino entra el profesor y nos hace sentar a cada uno en nuestros lugares.
La clase, solo dura una hora, pero con el profesor Smith parece una eternidad. Es muy aburrido para hablar, tiene un tono de voz monótono, que aburre hasta al mas inteligente de la clase.
Lo único que permite que no nos quedemos dormidos son las bromas. A veces siento lástima por el profesor, pero la verdad es que, después de todo, impiden morirnos de aburrimieno.
Durante toda la mañana, me la paso repartiendo invitaciones. Cuando termino me siento aliviada. Recorrí, toda la escuela, de punta a punta.
Cuando toca el timbre de salida, Peyton se me acerca.
-Hola quinceañera. ¿Sigues ocupada o puedes hacerme un pequeño espacio? - bromea.
-Mmm... déjame ver, no lo se. Tal vez..- empiezo y Peyton me mira sonriendo. -Es broma. He terminado definitivamente.
-Genial, porque, no se si lo recuerdas aún, o ya lo has olvidado, pero debemos entregar un trabajo teórico-práctico de arte este viernes y lo estamos haciendo juntos-. Dice y se sienta en una de las mesas de la cafetería.
Lo había olvidado. Al menos, es un trabajo de Arte y no Ciencias. Es mas fácil.
-Cierto. Tienes razón. Vallamos ahora mismo a la biblioteca y hagámoslo-. Lo tomo de la mano y lo llevo casi arrastrando hasta el lugar. Miro hacia atrás a ver si sigue detrás de mi, o no ha podido seguirme el ritmo. Pero si, está detrás y me mira sonriendo.
Seleccionamos nuevamente los libros y, este vez, nos sentamos en una de las computadoras para poder imprimir algunas imágenes y obtener más información.
-Definitivamente, este es uno de los trabajos mas completos que he hecho-. Dice Peyton.
-¿En serio?- no me lo creo.
-De veras. Lo máximo que he escrito, son 10 hojas de un resumen de un libro para literatura-. Me explica mientras salimos de la escuela. Ya son cerca de las cinco, pero valió la pena haber estado 3 horas en la biblioteca del colegio, porque terminamos.
-Diez hojas no es poco.
-De un libro de 500 paginas ¿En serio?
-Hubieras empezado por ahí. Cambiando de tema, el trabajo también necesita que expongamos una pintura.
-Verdad. Podríamos hablar con Patri y preguntarle si es necesario que mostremos dos, o con una alcanza-. Sugiere cuando llegamos a la puerta de mi casa.
Santiago esta limpiando el auto, de modo que puede escucharnos. Y vernos.
-Tienes razón. Mañana hablaré con ella y se lo preguntaré. Y a la tarde nos reuniremos a hacerla. ¿Te parece bien? - Miro de reojo a mi hermano. Nos esta vigilando.
-De acuerdo. Hasta mañana-
-Nos vemos-. Le digo y se aleja.
Mi hermano ya ha soltado el balde y la esponja, y me mira como si le debiera algo y, de hecho, lo hacia. Le debo una explicación.
-¿Vas a contarme o oiensas quedarte todo el día ahí? - me reta.
-Ok. Esta bien. Pero debes jurar que no dirás nada.
-Lo juro.
Lo tomó del brazo, lo llevo mi habitación y le cuento. Dice que le gustaria conocerlo, hablar con el. Yo le digo que podrá hacerlo el viernes en la fiesta. Y terminamos la conversación.
Cenamos y voy a dormir. Pero antes, tomo el libro que me regaló mi abuela "Juntos en el infierno".
Es de terror y muy entretenido. Leo tres capítulos seguidos y luego lo dejo sobre mi mesa de luz. Y me duremo.
Suena la alarma y yo ya estoy despierta.
A penas llego al colegio, y busco a Patri para hablarle del trabajo. Ella me dice que está bien que hagamos una sola pintura, pero que le gustaría tener una de cada uno. Asiento con la cabeza y le doy las gracias.
Salgo a buscar a Peyton.
Estan todos mis amigos sentados en la cafetería nuevamente.
-Buenos dias- los saludo.
-Hola- me responden.
-¿Cómo les esta llendo con el trabajo de Arte?- Pregunta Flor.
Todos dicen que lo están preparando bastante bien. Excepto Lauti.
-La parte teórica ya esta lista, solo resta esrudiarlo. Pero la pintura... ¡Es muy difícil! Tiene demasiadas caras humanas. Es muy complicada-. Nos explica -Ya se. Estefi ¿Te importaría darme algo de ayuda con mi pintura? Te daría el crédito.- pregunta y se me viene a la mente que tengo que hablar con Peyton. Se me había olvidado.
-Me encantaría Lau. Pero Peyton y yo debemos hacer los nuestros, es que lo estamos haciendo juntos-. Les explico. -Patri quiere que hagamos dos pinturas. Podemos presentar un solo trabajo escrito, pero si o si dos pinturas-. Agrego mrandolo a Peyton.
-¿De veras? - Peyton había pensado que solo con una alcanzaría.
-Si- le respondo. -A si que, esta tarde debemos pasárnosla trabajando-. Le digo.
Sena el timbre para ir a clase.
La mañana se pasa rápido, a pesar de que en las ultimas dos horas tuvimos Historia.
Peyton y yo nos vamos juntos otra vez. Hemos estado haciendo esto desde el primer día. Esta vez, vamos a su casa.
Es tan grande como la mía. Solo tiene patio trasero y su habitación está en el sótano, lo que me parece muy original.
Pasamos la tarde pintando, comiendo y riéndonos. Para mi es una tarde ideal.
Como a las cuatro de la tarde, le digo que tengo que irme. Debo ultimar detalles para la fiesta del viernes. Entonces me ayuda a recoger mis cosas y me acompaña has afuera.
-Nos vemos-. Le digo y nos despedimos con un beso en la mejilla.
-¡Espera! - escucho que grita y me acerco otra vez. -Olvidas algo-. Mete su mano en el bolsillo y saca una hermosa pulsera. -Feliz cumpleaños adelantado- Coloca la pulsera en mi muñeca y me da un beso en la mejilla. Le sonrio y me voy.
ESTÁS LEYENDO
El chico nuevo
Teen FictionEs el comienzo de un nuevo año escolar. Estefi y sus amigos se reencuentran después de un verano si verse, puesto que ella estaba en Hawaii visitando a sus abuelos y tíos. El primer día un nuevo chico empieza en el mismo año que ella. Su no mbre es...