-No te preocupes, van a estar bien-. Facu trata de tranquilizarme. Estoy de verdad muy preocupada, y se nota.
Me doy cuenta de que nos acercamos cuando veo las camionetas de los policías y cuatro ambulancias.
-Para aquí-. Le digo y ya estoy abajo antes de que pare el motor.
Me acerco hasta donde está la cinta y uno de los policías me frena e impide que pase. Hay otro auto, no veo a mis padres.
Intento pasar la cinta, de todos modos.
-Señorita, por favor. Es por su sefuridad-. Me dice nueva mente el policía.
-Los que iban en el auto rojo son nuestros padres-. Responde Santiago, que acaba de llegar y me ebraza por la espalda. Comienzo a llorar.
-Tranquila, van estar bien.
-Veré si pueden pasar-. Dice el guardia.
Facu se acerca y me alcanza mi teléfono.
-Creo que deberías avisar a alguien-. Dice. Se que habla de Peyton. Pero justo se acerca el comisario nuevamente.
-Van a llevarlos al Hospital Nacional. Preferimos que hablen con los médicos que los atiendan, a si consiguen un informe completo.
-Muchas gracias-. Dice mi hermano.
En este sector, la ciudad es un caos. La Avenida esta cortada y el trafico debe desviarse. Lo que nos dificulta aun mas llegar al hospital.
Llamo a Peyton y le cuento todo.
-¿Qué te ha dicho? - pregunta Facu. He venido con el, ya que Santiago fue a buscar a los abuelos, los padres de mi mamá.
-Vendrá con sus padres. Llegará en unos minutos, por el corte-. Le cuento.
Llegamos. Facu se estaciona cerca de la entrada.
Corremos hacia adentro y nos acercamos a la secretaria.
-Disculpe, Lorena Sters, y Pablo Clington, ¿Sabe el número de habitación?
-Si, están en la 235, tercer piso.
-Gracias.
Tomamos el ascensor y al llegar a la habitación vemos que sale uno de los médicos.
-Disculpe, son sus padres, ¿Puede darnos un diagnóstico?- pregunta Facu.
-Están a salvo. La señora Sters, debe utilizar un cuello ortopédico, y el señor Clington tiene fractura de pierna y quebradura de muñeca. Debemos operar cuanto antes la pierna, pero quédese tranquila, están fuera de riesgo-. Nos explica.
-¿Y los del otro auto?- no se por que pregunté eso, en vez de entrar en la habitación.
-Están fuera de peligro.¿Los conoce?
-No. Sólo preguntaba.
Entramos en la habitación, y la enfermara le esta cambiando el suero a mi madre. Me acerco, solo tiene unos rasguños en los brazos una cortadura en la ceja.
Me sonríe.
-Mamá ¿Recuerdas lo que paso?
-Algo, ¿Puedes alcanzarme ese vaso con agua?- dice y trata de incorporarse.
Le alcanzo el vaso. Escucho que se abre la puerta y entran mi hermano y Pyeton.
-Por favor, solo dos personas-. Dice la enfermera. Abrazo a Peyton mientras Santiago se acerca a las camillas. Facu esta allí, también. Sentado en una silla plástica.
-Vamos afuera-. Le dice Peyton en cuanto nos alejamos.
-Papá, ¿Cómo te sientes?- es el que mas golpes recibió.
-Dolorido. El docotor dice que hay que operar-. Santiago me mira espantado.
-Lo se, pero no te preocupes, dicen que no es riesgoso.
El doctor abre la puerta y nos dice que ya es hora de la cirugía. Salimos de la habitación y mis abuelos están sentados en los sillones de la sala de espera, Pyeton y Facu les explican lo que les dijo el médico. Me siento en medio de los chicos y Peyton me rodea los hombros con su brazo.
Veo que se acercan sus padres.
-¿Qué tal están tus padres?- dice Susan.
Le explico todo. Se presentan con mis abuelos y les dan fuerzas.
-Es tarde ya. ¿Qué tal si pasas la noche en casa?- se ofrece Adam.
-No lo se, es que no quiero dejar a km hermano...
-Ve, me quedaré con los abuelos-. Me interrumpe.
-De acuerdo. Muchas gracias.
Saludo a Facu y a mis abuelos, y nos vamos a la casa de Pyeton.
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El chico nuevo
Teen FictionEs el comienzo de un nuevo año escolar. Estefi y sus amigos se reencuentran después de un verano si verse, puesto que ella estaba en Hawaii visitando a sus abuelos y tíos. El primer día un nuevo chico empieza en el mismo año que ella. Su no mbre es...