Capitulo 8

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A la mañana siguiente, Agus y yo nos esperamos a las diez. Flor, esta en la cocina, prepatandonos el desayuno. Seguramente se despertó hace dos horas, no le gusta levantarse tarde. Hoy es sábado, ya no llueve y el sol salió.

-Buenos días-. Nos dice Flor al ver que entramos en la cocina y no decimos ni una palabra. Mi madre está sentada buscando algo que mirar en la tele.

-Buenos días- saludamos.

-¿Y papá? - le preguntó a mamá. Todos los días desayunamos juntos.

-Santiago y tu padre, fueron a buscar un auto.

-¿De veras? ¿Es para Santi no?-. Estoy contena por el. Siempre quiso conducir, y sabe hacerlo, pero un auto rojo, ha sido siempre el sueño de su vida.

-Por su puesto. Chicas, voy a arreglar el jardín, si necesitan algo, busquenme.

-Claro- le respondo.

Veo que Agus y Flor desayunan como si fuera una competencia. No dicen una palabra. Mamá dejo el canal de la musica, por lo que me sorprende que no estén siquiera cantando.

-Bueno, creo que debemos irnos. ¿No Flor? - dice Agus haciendo un gesto para que Flor le de la razón.

¿Tan pronto? - les digo.

-Si. Hoy vas a tener bastante que hacer- dice Flor. No entiendo nada. ¿Bastante que hacer? Es sábado. Tendremos una semana libre y según ellas, tengo mucho que hacer. Definitivamente saben algo relacionado a mi que yo no. Y no se como puede ser posible eso.

-¿De qué están halando? Es sábado-. Les digo en tono confundido.

-Ya lo sabrás. Hasta luego-. Agus cierra la puerta de mi casa.

Limpio la cocina y subo a bañarme.

Mientras estoy decidiendo que ponerme, suena mi teléfono. Es Peyton. «¡Al fin!» dijo la voz en mi cabeza.

-Peyton- lo Atiendo.

-Hola Estefi. ¿Como has estado?

-Mejor. Te estuve llamando toda la semana ¿Sigues enfadado?

-Ya no. Escúchame bien-. Dijo en tono serio. Tengo miedo. No se si me dura que no quiere hablerme ni verme nunca más, o al contrario, si quiere disculparse. No lo se. Y temo saberlo. A demás una duda esta matándome la cabeza ¿Qué tengo que hacer con Facu?

-¿Hay algún problema? - pregunto temerosa.

-No. A la una de la tarde, estaré en tu casa. Iremos a almorzar a un lugar. Prepárate, no acepto un no como respuesta.

Mi cabeza esta aún mas confundida que antes. Tal vez quiere que hablemos, o tal vez no. ¿Irá Sabrina? No se que pensar, solo se que debo ir.

-Está bien. ¿Puedo saber e lugar?

-Es una sorpresa-. Dice y cuelca el teléfono.

Me sorprendió de verdad. Creí que querría que hablemos en su casa, o aquí en la mía. De todos modos, eso era un detalle menor; lo importante es que me disculpe con el y le explique todo. Desde el principio.

Mientras me visto, me doy cuenta de que realmente quiero a Peyton, pero Facu tiene razón. Creo que también le voy a aclalr eso: primero tengo que aclarar las cosas con Facu y después estaré lista para tener algo con el.

-Estefi, ya vamos a almorzar, no te tardes en bajar-. Irrumpe mi madre en la habitación.

-Mamá, Peyton me invitó a comer, dijo que pasará por mi a la una-. Miro el reloj, son las doce. Aún queda una hora; pienso en contarle a mamá lo que pasó, pero es mejor que no se entrometa.

-Ok. Y ¿A dónde irán?

-No lo se, no quiso decírmelo-. Le digo tratando de que no se note que me muero por saberlo también.

-De acuerdo- dice recogiendo algo de ropa que habia quedado en el suelo.

-¿Puedo? - Santiago se asoma por la puerta.

-Por su puesto-. Le digo.

-Lose dejo solos-. Mi madre se va y cierra la puerta. Creo que es la primera vez que lo hace sin que tenga que recordárselo.

-A si que...- empieza Santi.

-Voy a almorzar con Peyton. Hoy me llamó y me invitó.

-Eso es excelente. Vas a aclara le todo ¿Verdad?- dice acusandome con su dedo índice. -Debes hacerlo. Te quiere mucho.

-Si, lo haré. Ah, hay algo que no te he dicho, Facu... bueno... yo... le reproché por que el año pasado no me había pedido si quería ser su novia.

-¡¿Qué?! No lo dices en serio-. Se sorprendió mucho mas de lo que esperaba. Normalmente insinúa muchas cosas, nos conocemos muy bien.

-Si. ¿Recuerdas que te conté lo den beso?- el es el único que lo supo.

-Si, si. Por su puesto.

-Bueno, no pasó por que el dio el primer paso, yo también sentí algo. Pero ya lo superé.

-¿Entonces?

-No lo se... nada, supongo. Solo quería decírtelo.

Oigo el timbre. ¿Ya ha pasado una hora? No, ni en broma. Miro el reloj, faltan quince minutos para la una. 

-¡Estefi! Vinieron por ti-. Oigo a mi padre.

Recojo mi bolso y mi teléfono y bajo lo mas rápido posible. Ni siquiera me despido de mi hermano.

Oigo que mis padre se presentan. A Pablo, mi padre ya lo conoció el día del baile, pero mi madre no estaba.

-Lorena. Un gusto- dice mi madre y estrecha su mano.

-Hola-. Digo con una voz inocente cuando lo veo.

-Hola. ¿Ya nos vamos? - era la primera vez que hablamos luego de una semana.

-De acuerdo-. Me despido de mis padres y veo que Susan nos espera en el auto.

-¡Hey! ¿Te vas sin saludar?- es Santi. Me acerco y le doy un abrazo. Me parece un tanto exagerado solo para una tarde, pero siempre es .imdo recibir el amor de tu familia.

Peyton lo saluda con la mano y Santi le devuelve el saludo. Nos vamos.

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora