Capítulo 13

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Nos sentamos en el living, y los chicos me preguntan por mis padres, y se ofrecen a ayudarme si lo necesito.

Agus llega con una bandeja llena de comida, y Flor por detras, con otra. Esta riquísima, la mamá de Agus es chef, y una de las mejores.

-¡Juguemos verdad o reto!- grita Lauti y todos gritamos que si y aplaudimos. Muy infantil, pero que mas da.

-¡Yo empiezo!- dice Mati -Estefi, ¿verdad o reto?

-Verdad- 

-Que sorpresa- responde. Siempre elijo reto, pero elegí verdad par cambiar. -Esta bien. ¿Ya besaste a Peyton?- me sorprendo con la pregunta, pero era de esperarse. Todos se quedan en silencio y nos miran. Giro la cabeza y veo que Peyton esta sonriendo. Entonces, lo cuento.

-Si, ya nos besamos-. Todos empiezan a aplaudir y siento que me sonrojo un poco, entonces los distraigo. -Flor. ¿Verdad o reto?

-Reto-. Esperaba que dijera verdad, no soy muy buena para inventar retos.

-Te reto a que... tomes el equipo de karaoke de tu hermana, te pares sobre la mesa y nos hagas un concierto-. Todos se he han a reír, incluso Flor.

-Me las pagarás-. Me acusa y se sube a la mesa.

A si seguimos toda la ronda hasta que le toca el turno Lauti y elige a Peyton.

-Elijo reto-. Dice y se hecha para atrás en el sofá, preparándose para lo que se viene.

-Perfecto. Te reto a que beses a Estefi y luego bailen el bals, como si estuvieran en su boda-. Lo del beso era de esperarse, pero lo del bals... ¿Enserio? Supongo que lo retaron a eso porque saben que odio los bailes lentos en pareja.

Peyton se pone de pie y me tiende su mano para que yo lo haga también. Estamos a punto de besarnos cuando Maca nos interrumpe.

-¡Esperen!- grita -Vallan allí- nos empuja hasta el medio del living.

Nos reímos. Peyton me toma por la cintura y me besa. Escuchamos los gritos y los aplausos de nuestros amigos y Flor, pone la música. Empezamos a bailar y me siento ridícula. Pero es un juego, y creo que es por eso que lo paso muy bien. Termina la horrible música y suena mi teléfono. Es mi hermano, voy a la cocina a atender.

-Hola Santi, ¿Pasó algo?- espero que este todo bien con mis padres.

-Si, pero tranquila que mamá y papá están bien. Me llamaron del club de fútbol, debo tomar un avión en tres horas y volver a Francia. Han encontrado un lugar para que practiquemos. Tendrás que ayudar a la abuela con nuestros padres.

Me tomo unos segundos para procesar la información. No se si podré, pero debo esforzarme. Ese es su trabajo, y a demás no estoy sola. Tengo a la abuela y a loa chicos que se ofrecieron.

-Okay. Está bien ¿volverás pronto? - creo que lo que de verdad me pone mal es quetemga que irse tan rápido.

-No lo sé. Pero te mantendré al tanto.

-Mas te vale. Suerte, y cuídate.

-Gracias. Tu también. Te quiero.

-Yo también te quiero. Adiós.

-Adiós.

Cuelgo el teléfono y voy a afuera. Estoy mal por haberme despedido a si de Santi. ¿Tan rápido debe irse? El fútbol es lo que lo apasiona y que halla quedado en el equipo es una de las mejores cosas que le han pasado.

Escucho la puerta. Son Agus y Pyeton. Se sientan uno a cada lado, de modo que yo quedo en el medio.

-¿Pasó algo? Te vimos salir con el teléfono y nos preocupamos-. Dice Agus.

-No, no. Es solo, que mi hermano debe irse en tres horas a Francia y debo quedarme con mis padres.

-Oh. Recuerda que puedes contar con nosotros si nos necesitas-. Me recuerda Agus. Escucho que la llaman de adentro. -debo ir. Estás en buenas manos-. Doce con una sonrisa y se va.

-Agus tiene razón; a demás también esta tu abuela-. Dice Peyton y se sienta delante mio, de modo que nuestros rostros casi se rozan.

-No es eso. Eso lo se. Lo que me pone mal, es que mi hermano tenga que irse tan pronto. Me prometió quedarse hasta las vacaciones de invierno. Hasta dijo que me acompañaría al concierto de Justin. No quiero que se valla. Quiero tenerlo aquí como antes. Todo el día. Y todo un año,sin que e tenga que ir-. Siento que se me escapa una lágrima. Peyton me acaricia la mejilla con el dedo pulgar para secarla.

-Estefi, te entiendo. Antes mi padre, viajaba de país en país, con sus hoteles y siempre nos dejaba a mi madre y a mi solos en casa. ¿Por qué crees que has estado mas tiempo con ella? Nunca pude ir con mi padre a la cancha, tener una expereinca padre e hijo, o solo, unas vacaciones en familia. Pero se que gracias a eso, tengo un lugar donde vivir y pueden darme mas de lo que merezco. A demás, los tengo a ustedes, y te tengo a ti-. Se acerca más y coloca su mano alrededor de mi cuello.

Me sorprendió mucho con lo que me contó. La verdad, no tenia idea. Es mas, por como me trató Adam el día de la inauguración, pensé que eran muy unidos. Dijo que le habló mucho de mi. Es raro pensar que no tienen una gran relación.

-Lo siento mucho, Peyton-. Es lo único que se me ocurre.

-No tienes por que... tu me entiendes-. Cambia repentinamente la frase. Inclino la cabeza sobre su hombro y nos quedamos así unos segundos. Hasta que escuchamos gritos y risas adentro.

-Creo que se están divirtiendo sin nosotros-. Le digo y sonrío.

-Pues ni vamos a permitirlo-. Se pone de pie y me tiende su mano para que haga lo mismo.

Maca y Malvina están bailando arriba de la mesa. No puedo evitar reirme. Mati y Lauti hacen karaoke. Flor, Agus y yo sacamos los teléfonos y los filmamos. Y Peyton, Axel y Sebas, tocan la guitarra.

Pasamos a si un buen rato. Hasta que llega la hermana mayor de Agus y nos pide amablemente que no hagamos tanto ruido, entonces vamos al patio y hacemos un fogón, como el de los campamentos.

Cuando queremos acordar, ya es de madrugada, entonces Agus saca las bolsas de dormir del armario y dormimos allí en el patio.

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora