Polos Opuestos

CAPITULO 29: NOCHE PERFECTA

Nota de Autor: Bueno este capitulo me costó muchísimo escribirlo, se que demore, estuve con un gran bloqueo, no lograba escribir nada. Pero finalmente salió. Espero les guste. No olviden votar y comentar.

*Les dejo esta canción que fue la que escuché mientras escribía y me parece la ideal para este capitulo.*

AMANDA

Si bien el viaje en coche no es largo, me pareció una eternidad, me pase todo el camino nerviosa, mi madre no tardó en notarlo. Por lo que en un semáforo en rojo, cuando detuvo el auto, me tomó de las manos y decidió hablarme.

—Has salido con otros chicos antes, te he visto, sin embargo, ninguno te alteraba de esta manera. Supongo que eso significa que, es especial, ¿no? — Si bien nuestra relación no era la mejor, era mi madre, me conocía.

—Realmente es diferente al resto, es un chico dulce, muy tierno conmigo, por lo que no quiero herirlo, está pasando por un difícil momento familiar y no quiero ser una complicación en su vida. — Admití con pesar.

—No conozco a Noah, pero parece un buen chico y te conozco como para saber que te importa lo suficiente para confiar en él, aun arriesgándote a salir herida; no es algo que hagas a menudo. — Tenía razón.

El semáforo cambió a verde, mi madre arrancó el auto y allí termino la charla emotiva. Aunque había sido breve, fue muy significativa para mí.

Noah había preparado una velada romántica impresionante, digna de película. Jamás me habían tratado igual, había tenido muchas citas, pero ninguna se le comparaba.

A medida que la noche avanzaba, las sorpresas, las copas de vino, las risas, todo fue haciendo que poco a poco me soltara. Habíamos bebido bastante, aunque no estaba ebria. Aun así, no se bien el motivo, pero termine abriéndome y contándole toda mi historia, ningún chico antes la había oído, así que no sabía cuál podía ser su reacción, sin embargo siguiendo su esencia, fue mucho mejor de lo que hubiese esperado.

Me sentía tonta, organizó una noche increíble y yo la arruiné llorando.

Cuando me dijo de bañarme para refrescarme, una idea picara cruzó mi mente.

Su cara cuando lo invité a bañarse conmigo lo fue todo.

Éste chico era único en su especie, obviamente me rechazó amablemente, alegando que habíamos bebido, que no era lo correcto, ya que yo no estaba completamente sobria.

Pero yo sabía lo que hacía y no pensaba dejar pasar la oportunidad.

Cuando le besé el cuello, lo sentí estremecerse bajó mis labios. Por lo que decidí cerrar la puerta y comenzar a desvestirme. Bueno, en realidad, me giré y le pedí que me sacara el vestido. Su toque era delicado, tierno, como si temiera romperme.

Cuando el vestido cayó al suelo, me giré y quedé frente a él. Podía sentir su respiración agitada y su corazón acelerarse.

Me había puesto un conjunto de ropa interior de encaje negro con detalles en perlas que brillaban.

Él comenzó a observarme de pies a cabeza, su mirada era lujuriosa, lo cual hacía que toda mi piel ardiera.

No podía seguir soportando tanta tensión sexual sin contacto. Por lo que me lancé sobre él besándolo, como si sus labios fuesen un antídoto que necesitara desesperadamente.

Fui llevándolo hacía la ducha, nuestros cuerpos se movían en perfecta sincronía, era extasiante, me dispuse a abrir las canillas, pero no era mi casa, por lo que no sabía el mecanismo, él, como si me leyera el pensamiento, sacó una de sus manos que sujetaban mi espalda y las abrió.

De allí en adelante todo fue en picada, sus manos recorrían mi cuerpo con deseo, con pasión, yo aun estaba en lencería, pero, él en cambio, aún estaba vestido. Por lo que decidí que era hora de que quedáramos en igualdad de condiciones.

Comencé quitándole la camisa que llevaba puesta y que le quedaba realmente increíble, luego mis manos descendieron hasta sus jeans, estaba desabrochándolos cuando me detuvo.

— ¿Realmente estás segura de esto Amy? No quiero que mañana despiertes con resaca, sin saber que sucedió o arrepentida.

Su preocupación me generaba ternura al mismo tiempo que me excitaba.

—Estoy completamente segura, mañana espero amanecer a tu lado, recordaré todo y seguramente estaré más enamorada de ti de lo que lo estoy ahora. ¿De acuerdo?

Dicho esto, no lo dejé volver a hablar, lo besé, una y otra y otra vez.

Me encantaba que se preocupara de tal manera por mí, yo lo estaba por él, iba a ser su primera vez y no quería arruinársela.

Por esto mismo trate de llevarlo todo con calma, con pasión, pero a su vez, tierno y amoroso. Como él era, no quería que conociera la maniática sexual que llevaba en mí y se espantara.

Cuando ambos estuvimos sin ropa, me puse al mando de la situación, lo besé, acaricié, le enseñé lo que me gustaba, juntos fuimos descubriendo sus gustos.

Luego de unas cuantas horas, estábamos exhaustos, en su cama, acostados, abrazados.

—Ehh, estem, no sé como preguntarte esto, ¿estás bien? —Era muy gracioso verlo tartamudear, estaba nervioso, creo que más allá de saber si estaba bien, quería saber si él lo había hecho bien.

—Estoy perfectamente, eso fue increíble, no te preocupes por mí, me gusta que me cuides, pero no soy una frágil flor que puede marchitarse. Temo mas el lastimarte, que el salir herida. — Su rostro mostraba una expresión de asombro, claramente no esperaba esa respuesta.

—Realmente te quiero Noah, quiero que esto funcione. —dije mirándolo a los ojos.

Luego lo besé, me giré, me abrazó y dormimos el resto de la noche.

No recuerdo haber tenido un día o una noche más hermosa en toda mi vida.

Lamentablemente, lo que nos esperaba en los siguientes días, no iba a ser así. Había sido la calma antes de la tormenta...