Noah
Al llegar a mi casa aún estaba alterado por todo lo sucedido con Amanda, me di una larga ducha, me puse ropa cómoda y decidí que lo mejor era acostarme a dormir, había sido un día demasiado largo a intenso, por suerte aun me quedaba el domingo para descansar antes de volver a clases.
A la mañana siguiente me levanté demasiado confuso, me cambié de ropa a una deportiva y pensé que era buena idea salir un rato a correr para despejarme.
Cómo a la hora de correr, volví a casa, no esperaba tener visitas, menos esa persona.
Cuando llegué mi madre me avisó que alguien me esperaba en el comedor, era Marcus.
—Hola amigo, ¿cómo estás?—dijo amistosamente tendiéndome la mano.
—Hola Marcus, estoy bien, que sorpresa verte aquí, ¿sucede algo?
La situación me ponía demasiado incomodo, mil ideas surcaban mi mente, no dejaba de pensar si habría descubierto lo mío con Amanda, porque sino ¿qué otro motivo tendría para presentarse en mi casa? Estaba a punto de averiguarlo.
—En realidad sí, pasó algo y necesito tu ayuda. Amanda terminó conmigo y como los he visto juntos algunas veces—mi corazón se aceleraba cada vez mas—pensé que tal vez podrías ayudarme a reconquistarla, si eres su amigo debes conocerla y saber cómo puedo hacer que vuelva conmigo—sus últimas palabras fueron como dagas atravesándome, su amigo, si él supiera.
Me quedé estático por unos minutos, yo no podía ayudarlo, era el menos indicado, debía planear una buena excusa, si él se enteraba de que Amanda lo había dejado por mi culpa todo se iría al diablo.
—Entonces, ¿Qué dices? ¿Vas a ayudarme?
—Me gustaría hacerlo, realmente, siempre apoyo las buenas causas y al amor, pero, no soy amigo realmente de Amanda, nos conocemos hace poco, a veces hablamos bien y en otras me ignora completamente y me destrata, la verdad, no creo poder ser de ayuda, lo lamento amigo. —su reacción fue de confusión y algo de decepción.
—Entiendo, creo, bueno, si llegas a hablar con ella y te cuenta algo sobre mí, por favor háblale bien y dile que reconsidere la idea de estar juntos, ¿sí? Realmente me gusta esta chica, sé que fui un idiota con ella cuando decidió terminarme, pero no quiero perderla.
—Sí claro, si saca el tema prometo hablarle bien de ti, aunque dudo eso genere algún cambio.
Luego de eso, simplemente se despidió y se marchó.
No pude sacarme de la mente nuestra conversación en el resto del día.
Me cuestionaba que debía hacer y si debería contarle a Amanda de la visita de Marcus.
Cuando ya estaba por acostarme, tomé el celular y le envíe un mensaje.
«Necesitamos hablar. Marcus apareció por mi casa»
Su respuesta no se hizo esperar.
« ¿Qué? ¿Para?»
«Aunque no lo creas, vino a pedirme ayuda para recuperarte.»
«No puedo creerlo. Y ¿tú que le dijiste?»
«Que no podía ayudarlo, que no éramos tan cercanos. Le puse una excusa, aunque no se que tanto me haya creído. Me pidió que si me hablabas de él, le diera para adelante y te dijera que se comportó como un idiota cuando le terminaste»
«Ustedes dos van a volverme completamente loca. Necesito tiempo y espacio. Marcus fue realmente buen chico conmigo, no se merece que le hagamos esto.»
Estaba a punto de enviarle un mensaje cuando me llegó otro.
«Tú eras su amigo de la infancia y yo su novia. Si se entera de lo que ha pasado entre nosotros le romperíamos el corazón.»
Era totalmente consciente de ello, no quería dañar a Marcus, jamás fue mi intención, pero tampoco podía evitar lo que sentía por ella, aún no sabía bien que era, pero algo estaba naciendo entre nosotros, aunque ella se negara rotundamente a verlo.
«Acaso ¿crees que no lo sé? Me partió a la mitad ver a mi amigo tan triste y saber que gran parte de la culpa es mía. Pero no puedo evitar lo que siento por ti Amy. Y sabes que tú tampoco»
Su respuesta llegó en segundos.
«Basta. Lo mejor será que no los vea a ninguno por un tiempo. Lo siento Noah. Te dije que debías alejarte de mí.»
Sabía que la conversación estaba terminada, que no importaba que dijera, ella no iba a ceder, estábamos entre la espada y la pared.
Si avanzaba con ella hería a Marcus, si retrocedía yo salía herido.
Amanda
Luego de que Noah se marchara de casa, tuve que darme una ducha, para calmar mis hormonas y mis pensamientos.
Esa noche casi no pude dormir, recordaba nuestros besos, se me aceleraba el pulso, luego comencé a tener pesadillas sobre lo sucedido con Marcus en su auto. Finalmente terminé levantándome, para sentarme en mi escritorio a escribir, tenía que sacar todo lo que llevaba adentro antes de que las emociones me ahogaran.
El domingo lo había pasado encerrada en mi cuarto, había hablado por celular con Pía, le conté todo lo sucedido con ambos chicos, primero se enojó, luego me entendió y terminó consolándome.
Más tarde estaba tranquila acostada escuchando música cuando mi celular vibró, era un Whatsapp de Noah. Casi se me cae el celular de las manos cuando leí el mensaje.
Pero comencé a contestarle rápidamente, no podía creer todo lo que me estaba sucediendo, por esto mismo es que siempre había rechazado a los chicos, los dejaba antes de que algo así pasara, ellos traen problemas.
Y como si no fuese suficiente, no era un solo chico, eran dos que estaban causándome insomnio y alterándome al extremo.
Había terminado con Marcus, pero ahora él había ido en busca de ayuda para volver a estar juntos y nada menos que con la persona causante de nuestra separación, esto era un completo desastre. Realmente necesitaba un tiempo para mí. Luego de dar por terminada nuestra conversación con Noah. Decidí tomarme una pastilla para poder dormir, al otro día tenia clases y no podía faltar.
Me pasé la siguiente semana evitando a Noah en la escuela e ignorando los mensajes y llamadas de Marcus. Me la pasaba gran parte del día en casa escuchando música o con Pía que se la pasaba pendiente de mi estado emocional. Hasta Jasón cuando estaba con nosotras evitaba el tema de Marcus y si por algún motivo lo nombraba terminaba disculpándose.
Él no sabía nada de lo sucedido, Pía si bien odiabaocultarle cosas, me había prometido no contarle. Respetaba mi privacidad.
Necesitaba encontrar una solución, no podía ignorarlos a ambos para siempre, no era justo para ninguno de ellos y francamente para mí tampoco. Pero, acaso, ¿sentía cosas por ambos?
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Polos Opuestos
RomancePolos magnéticos Los polos iguales se repelen y los polos distintos se atraen. No existen polos aislados y, por lo tanto, si un imán se rompe en dos partes, se forman dos nuevos imanes, cada uno con su polo norte y su polo sur, aunque la fuerza...