La relación de Severus Snape con el profesor Harrison era un tema frecuente en las conversaciones de los estudiantes, el colegio estaba dividido entre a los que les daba igual y a los que les disgustaba. Todos desde que miraban al profesor quedaban encantados con él, era como un flechazo y amor a primera vista, aunque era unilateral cabe aclarar, por lo que no sabían que había hecho Snape para que un hombre tan guapo se fijará en él, los comentarios muchas veces no eran agradables y a las personas parecía no importarles que las escuchará, incluso varios estudiantes de las distintas casas se acercaba a él para decirle cosas desagradables. Severus trataba de no tomarles importancia, pero de igual forma las palabras dolían y en muchas ocasiones lo hacían dudar de él mismo y la relación. Harry no era ajeno a todos los chismes y comentarios que circulaban, la evidencia era los puntos que han perdido las casas, siempre trataba de hablar con el menor y de hacerle saber que no debía darle importancia a lo que los demás comentaran, aunque no era de mucha ayuda.
Lo bueno que al empezar el sexto año de Severus, había un tema nuevo de conversación, y es que, en la mesa de los profesores justo entre la profesora de encantamiento y el profesor de defensa se encontraba un hombre de no más de 30 años, era alto, su cabello rubio ondulado, su rostro hermoso adornado por una media sonrisa que enloquecía a todos los estudiantes. El director lo presento, su nombre Patrick Jane, un mago experto en encantamientos y pociones, que había venido para trabajar en una investigación en el bosque prohibido, estaría durante unos meses.
El hombre parecía muy entretenido en una plática con el profesor de defensa, ambos parecían sumergidos en su propio mundo, mientras una pequeña serpiente los observaba con un destello de celos y miedo. Tratando de ignorar sus sentimientos Severus continuo con su desayuno, el día fue normal, su mente ocupada con las clases y deberes, al regresar al cuarto que comparte con Harry, en su mente olvidados estaban los pensamientos de esa mañana.
- ¿Cómo estuvo tu día Sev? - dice Harry dejando su libro de lado, Severus se acerca hasta el y toma asiento en su regazo.
- Estuvo bien, tuve nota perfecta en pociones y en transfiguración.
- Mi pequeño chico inteligente - se inclina y besa los labios rosados que saben a miel.
- ¿Qué tal tus clases? - dice masajeando los hombros tensos bajo sus dedos. Harry suelta un suspiro.
- Hoy se portaron de maravilla, pero creo que la presencia de cierto invitado tuvo que ver con eso.
- ¿Estuvo en tus clases? - dice mientras levanta su ceja. Al ver este gesto Harry puede ver al Snape mayor y sonríe con ternura, mientras acaricia su mejilla.
- Si la profesora Mcgonagall me pido de favor que estuviera pendiente de él.
- Ya... Se ve que es una persona muy encantadora - dice con sarcasmo que Harry no logra captar.
- Si, es un tipo increíble, tiene muchas experiencias que contar, ha viajado casi por todo el mundo.
- Fantástico.
- Pronto podrás conocerlo mejor - sonríe.
- Lo espero con ansias - dice levantándose - Será mejor que haga las tareas.
- Está bien amor, seguiré con este libro.
Severus va hasta la habitación y cierra la puerta, saca sus libros, sabe que está siendo estúpido, apenas acaba de conocer al hombre y no puede molestarse por el simple hecho de que le hable a Harry, a su Harry, se convence que está siendo irracional y empieza con sus tareas.
Durante las siguientes semanas la interacción entre Harry y Patrick se vuelve más amistosa, pasan la mayor parte del tiempo juntos, ya sea preparando clases o con la investigación del rubio, todo el mundo susurra sobre la amistad que a surgido y la mayoría está de acuerdo que serían perfectos el uno con el otro como pareja. Severus trata de ignorar a todos esos comentarios, pero es algo difícil, siempre se ha sentido inseguro con su físico y debe ser franco, su carácter no es de mucha ayuda tampoco, el miedo de que Harry se dé cuenta de todos sus defectos y encuentre a alguien mejor le aterra, ha estado en su mente desde que iniciaron la relación y es que nunca pensó llegar tan lejos, pensó que su amor sería siempre platónico, pero luego Harry sentía lo mismo por él y fue increíble.
