- ¡Veinte puntos de Gryffindor!- gruñe Severus cuando uno de los calderos explotó.
Sus pequeñas serpientes comenzaron a reír al ver al pobre gryffindor muriendo de miedo.
- Diez puntos de Slytherin por no guardar silencio.
Todo el salón quedó mudo y asombrado, era rara la ocasión en que el profesor tomaba puntos de su casa y nunca lo había hecho porque se burlarán, desde hace unos días han visto al hombre enojado y muy irritado por todo.
- cumplirás detención con el señor Filch ahora en la noche. - dice firme.
El menor asiente y baja su mirada, Severus se aleja y va hasta su escritorio, sigue revisando papeles y la clase continúa en un silencio total, parece que no hay estudiantes en el salón.
- La clase ha terminado, largo.
Cada alumno toma sus cosas deprisa y van hasta el escritorio a dejar su poción para posteriormente salir corriendo como si hubieran visto un troll. Cuando el último estudiante sale del aula, Severus deja las correcciones y se recuesta en la silla, pasa su mano por su cara y termina frotándose el puente de su nariz, se sentí muy irritado y solo quería estar en su habitación, suelta un suspiro y en un arranque de irá tira con todas sus fuerzas el bote de tinta rojo, que se estrella aun lado de la puerta.
La razón de su estado de ánimos tenía nombre y apellido: Harry Potter. Estaba enojado porque desde hace unas semanas para ser exactas desde hace tres semanas Harry lo ha descuidado. Sabe que al ser auror su pareja tiene mucho trabajo y recientemente han tenido que atender un caso muy importante, comprende que pase ocupado, pero, ni siquiera ha venido a verlo y solo ha recibido dos cartas durante este tiempo.
Harry tiene la culpa por haberlo acostumbrado a su presencia, Severus estaba acostumbrado a las visitas frecuentes, los mimos y por supuesto el tener toda la atención de Potter. Lo que no hace fácil toda esta situación es que mañana es San Valentín, esa estúpida tradición del día de los enamorados, todo el castillo está bañado en esa decoración, todo gracias a Dumbledore, viejo tonto.
Siempre odio esta fecha pues le recordaba lo solo que estaba en esta miserable vida, además que este sería el primer San Valentín siendo novios de nuevo, Harry le prometió que harían algo especial, pero como marchaban las cosas la iba a pasar solo, se siente tan infantil en estos momentos.
Cuando ha dejado de hacer su berrinche y calificar todas las tareas, se dirige al gran comedor para la cena, todo el mundo se aparta de su camino, los estudiantes murmullan sobre que puede tener tan enojado a su profesor. Llega hasta su asiento y Minerva lo saluda con un poco de cautela, contesta cortante y se centra en su comida, es cuando lleva más de medio plato ingerido que escucha alboroto en todo el lugar, levanta su vista y puede ver a Potter caminando hasta la mesa principal con un ramo de flores y una sonrisa radiante. Decide que no está de humor para esto, deja su comida, se levanta y se retira del lugar, Harry mira un poco desconcertado, quizás fue mucho lo de las flores, termina de llegar a la mesa y mira a todos en busca de ayuda.
- Deberías ir tras el - Poppy dice llevando un bocado de puré hasta su boca.
- Ha estado algo irritable últimamente - Minerva le aclara.
- Vamos muchacho no pierdas tiempo. - Albus lo anima.
- Si, por supuesto, gracias.
Se apresura por los pasillos, Severus ya debe estar en sus aposentos, cuando llega a la puerta está un poco agitado por la carrera, toca un par de veces y no obtiene respuesta, decide usar la contraseña el maestro se la dio hace mucho, pero hasta el momento no había sido necesaria. Cuando ingresa se agacha justo a tiempo antes que un adorno chocara con su frente.
- cómo te atreves a aparecer luego de tres semanas como si nada - dice molesto.
- Sev...lo siento
- Nada de lo siento Potter, solo dos malditas cartas en este tiempo...pensé que me dejarías.
- ¡Oh! No claro que no - deja caer las flores y va hasta Severus para tomarlo en brazos - lo siento amor.
- pensé que ya no querías estar conmigo.
- No pienses nunca eso, siento el no haber escrito más, pero no pare de trabajar, tenía que terminar con todo para tener el día de mañana libre.
- ¿Lo hiciste por mí?
- Por supuesto... Lamento haberte descuidado. - toma el mentón del mayor y une sus labios en un beso.
- Siento ser tan exagerado.
- Yo siento haber causado que te sintieras así.
- ¿Qué tal si me recompensas?
Entre besos llegan hasta la cama, Harry cae de espalda y Severus encima de el, Harry lo abraza más cerca inhalando el aroma que desprende el mayor tan exquisito como siempre, es reconfortante para Severus tenerlo así luego de tres semanas separados, un sonido bajo dejo su garganta. Harry observa como el pecho del contrario subía y bajaba en busca de aire e inmediatamente se lanzó hasta los labios de Severus, sus manos comienzan a abrirse camino por debajo de la túnica, con un solo hechizo la ropa desaparece de su camino.
Severus se estremece al sentir las manos de Harry sobre su piel, el maestro nunca tuvo paciencia para los juegos previos así que murmurando un hechizo de limpieza y uno de lubricación, estiró su mano hasta sostener la polla de Harry acarició un par de veces haciendo que Harry soltará pequeños gemidos, guío el largo miembro hasta su entrada y ambos vinieron ante la sensación.
Cuando estuvo completamente sentado en el regazo de Harry, tuvo que tomarse su tiempo para acostumbrarse, cuando se sintió listo empezó subiendo y bajando lentamente, cuando se acostumbró por completo empezó a aumentar el ritmo de sus movimientos, extendiendo sus manos sobre el ancho pecho de Harry para estabilizarse.
Para Harry era excitante ver a Severus montando en su regazo, llevo sus manos hasta la cintura del mayor, para luego dar un golpe de prueba con sus caderas, ocasionando que los movimientos de Severus vacilaran y llevará sus manos hasta los hombros de Harry.
- ¡Por Merlín! - gime- hazlo de nuevo... Por favor.
Harry se sienta y abraza a Severus, para luego atrapará sus labios en un beso desordenado, los brazos del maestro se envuelven alrededor del cuello y sus piernas se enredan en la cintura del auror, el beso se rompe mientras Severus grita ante el placer, Harry besa la piel dejando unos cuantos chupones adornando el color pálido, sus manos explorando el cuerpo del otro.
No saben cuánto tiempo pasa pero ambos alcanzan su orgasmo, caen rendidos en la cama, comparten besos perezosos, Severus se acuesta aun lado de Harry.
- estuviste estupendo - dice Harry con una sonrisa tonta e su rostro.
- No digas tonterías - se sonrojan.
- Te amo Sev - lo mira a los ojos.
- Yo también te amo.
Comparten besos por un tiempo, cuando se separan Severus mira abajo.
- parece que alguien está listo para otra ronda.
El día de San Valentín todos miraban con horror al maestro de pociones, no saben si preferían al amargado o al sonriente profesor, todos lo miraban con asombro, parecía relajado e incluso un pequeño sonrojo muy tenue cubría sus mejillas. El sexo podía hacer maravillas en el estado de ánimo de las personas, al lado de Severus un Harry muy alegre, los mayores eran los únicos en saber la razón de la energía de ambos hombres.
El día para Severus fue perfecto, al ser un día de fiesta estaba libre de sus obligaciones, Harry había organizado un picnic junto al lago negro, pasaron la tarde juntos, intercambiaron regalos y esa noche volvieron a unir sus cuerpos en un solo ser.
Pido perdón jajajaja, estuve muy ocupada con la universidad, peroooooo, ya estoy de vacaciones espero estar actualizando más seguido.