Severus se despierta un poco aturdido, siente dolor en todo su cuerpo, en especial en su hombro derecho, recuerdos viene a su memoria y el temor lo invade.
- tranquilo Sev, estoy aquí - Harry dice con dulzura.
- Harry, me... me duele todo.
- las pociones te ayudarán.
- ¿Cómo me encontraste?
- James escucho el plan de Sirius y me fue a advertir... Estoy agradecido de haber llegado a tiempo.
- Sentí que iba a morir - las lágrimas salen de sus ojos.
- Sev, recibiste muchos rasguños y... Y logro morder tu hombro derecho.
La mano del menor va hasta su hombro y el pánico se refleja en su rostro.
- Dime qué no...
- No lo sabremos con certeza hasta la próxima luna llena, pero la herida no es profunda, debemos tener esperanza que estarás bien.
- No quiero ser un monstruo, no quiero vivir con esa maldición por el resto de mi vida... Si, si la tengo, tendrás que matarme - lloriquea.
- No digas eso Severus - dice acariciando sus manos- estarás bien, estaremos bien.
En la tarde por fin puede dejar la enfermería, pasa el resto del día en su dormitorio y un elfo se encarga de llevar su cena, casi no come nada, es en la madrugada cuando se despierta gritando y llorando, sus compañeros de cuarto lo miran asustados y llega su jefe de casa.
- Señor Snape ¿Se encuentra bien?
- profesor Slughorn, yo...no
- ¿Que necesita?
- Profesor Harrison - solloza.
- Iremos con el sígame.
Llegan hasta una puerta de un café oscuro brilloso, Slughorn toca unas cuantas veces antes de que la puerta se abre.
- ¿Severus?
- El Señor Snape, al parecer a estado teniendo pesadillas y solicito verlo, lo dejo con usted, me retiro, buenas noches.
- Ven Sev, pasa
Cuando están en la seguridad de la habitación Severus se tira a los brazos de Harry y comienza a llorar de nuevo, balbuceando cosas que no se logran entender.
- Bien, respira, eso, tú puedes, ahora dime ¿qué es lo que ocurre?
- No quiero dormir solo, tengo pesadillas y el miedo me invade, no puedo controlarlo
- De acuerdo, te quedarás conmigo, yo hablaré con el director, vamos a la cama.
Cuando están en la cama las lágrimas aún salen de los ojos de Severus y su cuerpo tiembla, abraza a Harry.
- Quiero regresar a casa... Por favor... Ya no quiero estar acá.
- Sev, tienes que terminar tus estudios - acaricia el cabello negro- recuerda que serás el mejor maestro en pociones.
- No... Quiero regresar, puedo estudiar desde casa.
- Falta poco para que acabe el año escolar, ¿Qué tal si lo piensas en vacaciones? Si aún no quieres volver a Hogwarts buscaremos que te enseñen en casa.
- Gracias Harry.
Se acurrucan uno contra el otro, y Severus se queda dormido entre los brazos de Harry, sintiéndose más seguro que nunca. Al día siguiente no se despega ni un segundo de Harry, por lo que las comidas las hacen en las habitaciones del último, Severus no levanta la mirada del suelo, sus manos tiemblan y es poco lo que ingiere en cada comida.