Capítulo 18

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Las clases son un poco abrumadoras para Severus, tantas cosas en las que pensar, no sabe porque rayos acepto escuchar a Potter, no hay nada que explicar, todo fue una aventura para el e incluso hasta una venganza, no necesita revivir lo que pasó hace 28 años, es un poco doloroso darse cuenta del tiempo que ha pasado. Draco lo visita ese día, lo pone al tanto sobre su madre y padre que están disfrutando de unas merecidas vacaciones en París.

- Me alegra que vengas a visitarme

Dragón - dice con sinceridad.

- Sabes que me encanta pasar el tiempo contigo padrino.

- Lo sé y a mí me encanta pasarlo contigo - le guiña un ojo.

- Eres el mejor, te traje unos postres hechos por Rem - dice sacando una pequeña caja del bolsillo y agrandándola en la mesa.

- ¿Cuéntame cómo está Lupin? - pregunta haciendo que el menor se sonroje.

- Se encuentra bien, la próxima vendrán conmigo, ahora se quedó descansado, sabes que hace poco fue luna llena y termina agotado, Teddy no quería separarse de él así que por eso no vino.

- Me imagino... Es muy apegado a su padre.

- Ni te imaginas... Lo prefiere y eso que yo fui quien cargo con el nueve meses - dice en burla.

Draco Malfoy y Remus Lupin, una pareja que nadie nunca en su vida imagino, pero el amor es así, todo comenzó en el tercer año de Draco, cuando Remus vino a Hogwarts como profesor de Defensa, ambos se acercaron, pasaban tardes juntos simplemente hablando o haciendo cualquier cosa, claro que nadie sabía de sus encuentros, todos pensaban que estaba cumpliendo castigo, cuando en realidad charlaban sobre sus vidas, durante ese año creció una amistad y otros sentimientos, cuando Lupin dejo el puesto de profesor se siguieron comunicando por medio de cartas y aprovechaban los fines de Hogsmeade para verse. Severus era el único que sabía sobre los sentimientos de Draco y siempre lo apoyo, claro que amenazó a Lupin Sino cuidaba a su pequeño niño. Fue luego de la batalla final que comenzaron una relación, todo el mundo se sorprendió, pero nadie estuvo en contra, ni siquiera Lucius, en su tercer año de relación se casaron, al siguiente año Draco quedó embarazado del pequeño Teddy, quien ahora tiene tres años, tanto Lucius como Narcissa están vueltos locos con su pequeño nieto.

- Debes traerlo pronto, no lo veo desde hace un tiempo.

- Lo se padrino, pero hemos estado muy ocupados, pero pronto vendremos todos a visitarte

- Sabes que siempre son bienvenidos.

- Por cierto, escuché que Potter estuvo en tu salón - ante la mención del nombre Severus se tensa un poco.

- Si... Solo quería preguntar sobre unas cosas.

- ¿Por qué siempre te incómodas al escuchar su nombre?

- Que tonterías dices, Draco - suelta una risa forzada.

- Sabes que puedes confiar en mí, ¿Cierto?

- Lo sé, eres mi confidente número uno.

- No mientas - hace un puchero- ese es mi papá.

- Bueno, es lo justo llegó antes - Draco suelta un bufido.

- Cuando quieras hablar estoy para ti.

- Gracias - dice sincero.

Pero Severus no se siente listo para hablar sobre el tema, siempre ha sido sincero con Draco, cuando fue lo suficiente mayor le hablo sobre su romance fallido y sobre la pérdida de su bebé, recuerda los ojos tristes del niño al darse cuenta que pudo haber tenido un primo con quién jugar, pero lo tranquilizó demostrándole que se encontraba mejor y que era feliz teniéndolo a él. Pero cuando se dio cuenta que Harrison era Harry maldito Potter, no pudo contárselo a su familia, le daba vergüenza y se sentía humillado, está seguro que llegara el momento de contarles la verdad pero aún no está preparado.

Terminaron de tomar el té junto con Draco y de comer unos cuantos pastelillos, cuando la hora de la cena llego ambos se despidieron, Draco prometiendo que lo visitaron pronto y Severus diciéndole que los espera con ansias. Y es que se muere por ver a Teddy, siempre ha tenido una debilidad por los bebés, le encanta cuidarlos y darles todo su amor. Pero en parte es doloroso porque sabe que no es suyo y su alma llora todas las noches ante el anhelo de tener a su hijo en brazos.

Severus se siente cansado últimamente, y es que no ha dormido casi nada, sus sueños se ven interrumpidos por recuerdos del pasado que trato de olvidar, sueños en dónde puede ver sangre en sus piernas y sentir el dolor en su vientre; culpa a Potter por aparecer en su vida e intervenir en su rutina pacífica. Espera por Salazar que los ataques de pánico y ansiedad no vuelvan a parecer, ha pasado unos buenos años tranquilos con respecto a eso, los primeros cinco años tras la pérdida eran algo frecuentes, pero tuvo que aprender a controlarse, no podía dejar ver su debilidad ante estudiantes, profesores o cualquier persona.

El temido día a llegado, aún es de mañana por lo que decide dar una pequeña vuelta por el bosque prohibido, debe recolectar unos ingredientes para la clase del lunes, camina por un largo tiempo, al fin encuentra lo que necesita, deja la canasta que lleva a un lado y saca sus tijeras de podar, comienza a recolectar las pequeñas hojas, cuando termina sigue su camino y va encontrando todo lo que necesita, mira su reloj y son casi las doce del mediodía, regresa al castillo, pasa por su laboratorio dónde se entretiene limpiando, guardando y etiquetando los ingredientes, siempre ha sido muy cuidadoso con todo.

Se dirige a su habitación, decide darse una ducha, ya que se ha ensuciado, se baña, durante ese tiempo trata de calmarse, solo es una conversación con el amor de su vida, que por cierto fue el mismo que lo abandonó y dejo hecho pedazos su mundo y corazón, así que no sirve de nada estar nervioso por una simple plática. Cuando termina se alista y peina su cabello, aún tiene tiempo para ir por un poco de comida, aunque puede sentir su estómago cerrado, pero debe de alimentarse bien, cuando llega al comedor hay pocos estudiantes y profesores, por ser fin de semana aprovechan a realizar otras actividades más placenteras, la mayoría decide pasar en los alrededores de la escuela.

- Buenas tardes Severus - dice Albus tomando asiento aun lado de él.

- Albus - saluda por educación.

- ¿Cómo fue tu plática con Harry el otro día?

Eso lo desconcierta, pero por supuesto que Albus sabía todo este tiempo quien era el profesor Harrison, es un tonto porque nunca se le pasó por la mente.

- Estuvo bien - dice, deja de lado su comida- quería saber sobre unos ingredientes.

- Ya veo - puede ver un brillo en los ojos.

- ¿Algo más? - pregunta exasperando el profesor de pociones.

Albus se inclina para estar más cerca de Severus con el fin que sea el único que lo escuché.

- Pronto todo estará bien de nuevo entre ustedes... No es culpa de Harry el haberte abandonado de repente - termina mientras separa y se va.

Severus se queda un poco confundido, pero decide ignorar al loco director, revisa su reloj de bolsillo que muestra la una de la tarde pasadas, decide terminar con su comida y se dirige hasta sus habitaciones para esperar a Potter, los nervios vuelven a el, camina un poco para controlarse, el puede hacer esto, se repite como un mantra, es un hombre adulto, nada lo puede dañarlo, todo estará bien, hablarán como persona civilizadas y cada quien irá por su camino, solo se deben un cierre para que el pasado quedé olvidado por completo.

Y eso es algo de lo que Severus quiere convencerse, que solo necesita un fin para avanzar y superar su pasado, como lo dijo aún ama a Harry, pero no sabe si será capaz de llegar a perdonarlo, y es mejor terminar todo contacto, porque ese rencor siempre se presentará.

Unos golpes en la puerta interrumpen sus pensamientos...

Amor a través del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora