Severus sentía que los días pasaban volando, miraba lo rápido que crecía su hermoso hijo, Kai con sus tres meses recién cumplidos tenía unos ojos negros preciosos, Harry estaba encantado de que sacará el mismo color que su esposo.
Sus familias estaban encantadas con el pequeño, lo visitaban lo más seguido que podían, llevándole muchos regalos, era un niño muy amado, Harry y Severus no pueden estar más que contentos ante este hecho, ya que a ambos les falto amor en su niñez y conforme iban creciendo, no deseaban que su hijo sufriera eso.
Durante estos tres meses Severus no se había separado ni un centímetro de Kai, por lo que estaba a punto de sufrir un ataque de ansiedad en esos momentos, esto se debe a qué Harry había decidido llevar a Kai a dar un paseo. Severus se había estado sintiendo un poco mal, así que Harry le prometió encargarse del bebé por lo que se fue a dormir y al despertar ya no estaban, el mayor casi se vuelve loco al no verlos por ningún lado, hasta que encontró una nota donde le avisaba que habían ido dónde los Malfoy y que no lo despertaron para que descansará.
Pero ya pasaron dos horas desde que ambos no están, sabe que Kai estará bien con Harry e incluso con los Malfoy, que no permitirían que nada malo le pasará a su pequeño, pero comenzaba a sentirse ansioso y preocupado, quiere tener a su bebé en brazos en estos momentos, los pensamientos que invadían su mente no era de mucha ayuda, si ocurría algún accidente o peor si Harry se dió cuenta de la mala elección que hizo y quiere irse y alejarlo de su hijo... Basta ... Harry nunca lo dañaría de esa manera, sabe lo importante que es su hijo para el ¿O si sería capaz?.
Va hasta la cocina, saca un pequeño biberón y pone a calentar un poco de agua, saca la fórmula y pone tres cucharaditas, debe prepararla porque su bebé tendrá hambre cuando regresé, porque debe de volver ¿Verdad?, solo de tener esos pensamientos se siente agitado y con miedo, lo que ocasiona que derrame el agua que estaba vertiendo en el biberón.
- Maldición
Grita para luego dejar escapar unos sollozos, la lágrimas caen por sus mejillas, toma un trapo y se arrodilla para comenzar a limpiar el desastre que a ocasionado, la fórmula de su bebé desperdiciada por su descuido, más lágrimas se derraman de sus ojos, odia con todo sus corazón estar alejado de Kai, no quiere perderlo, no puede vivir sin el.
- Sev, Draco viene a vi...
Severus suelta un gemido lastimero lo que preocupa a Harry, se acerca y se agacha junto a Sev, le quita el trapo de sus manos y puede ver cómo estás están de un color rojo, irritadas debido al agua caliente, lo levanta con cuidado y lo lleva hasta el fregadero dejando caer el agua fría cobre las manos del mayor.
- ¿Que ocurre amor? ¿ Te duele algo? - Harry le pregunta mientras con su mano derecha mantiene las de Severus bajo el agua y con la izquierda le limpia las lágrimas.
- Harry, ¿ Está todo bien? - pregunta Draco.
- Dame un minuto, cuida a Kai - eso es suficiente para que Severus reaccione.
- ¿Dónde está mi bebé? - dice mientras aparta sus manos bruscamente- Harry ... - Solloza mientras mira por todos lados frenéticamente- ¿dónde está mi bebé? Harry... Mi bebé - Llora.
- Severus cálmate... Necesito que respires.
- Solo... Mi bebé, solo quiero a mi bebé. - dice aferrándose a la camisa de Harry.