Capítulo 23

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Paz y tranquilidad, eso es algo que necesita Severus y gracias a las vacaciones puede obtenerla, se estira en su cama y descansa todos sus músculos, han pasado dos semanas en las cuales se ha apartado del mundo, sabe que Harry de seguro se ha tratado de comunicar con él, según el menor Severus no conservo la cabaña que compró Harry, ya que el último día que se vieron en Hogwarts le pregunto su dirección para poder mandarle cartas, a lo que Severus se negó y dijo que él le escribiría y que su lechuza esperaría la respuesta.

Albus ha estado insistiendo con llamadas por flu y cartas, pues solo el y los Malfoy saben que sigue en la cabaña, pero Severus no está listo para perdonarlo por ocultarle la verdad de la ida de Harry. Muchas veces pensó en vender la cabaña y buscar otro lugar, pero los recuerdos lo ataban, tanto los buenos como los malos, no podía dejar ese lugar en donde fue feliz con Harry y en dónde perdió a su bebé. Sabe que debió seguir adelante luego de la muerte de su pequeño y dejar el pasado en el pasado, pero teme que al dejar todo atrás, se olvide de su hijo, es por eso que nunca curo la cicatriz de la cesárea.

Su mano viaja por su estómago, cuando llega toca el borde de la tela, levanta su camisa hasta el pecho y baja un poco su pantalón de pijama, su mano va hasta su abdomen bajo y acaricia la cicatriz, una sola lágrima baja por su mejilla y la limpia rápidamente. Decide levantarse y escribirle por fin a Harry, odia admitirlo pero su presencia estas semanas le ha hecho falta, cuando termina la nota se la entrega a la lechuza y ve como emprende su vuelo.

Harry estaba haciendo un rico pie de manzana, este día salió temprano del trabajo, así que decidió mantenerse ocupado para no pensar en cierto maestro de pociones que no se ha dignado a dar ni una señal de vida, desde la última vez que lo vio está preocupado por el hombre, fue duro observarlo mientras sufría los ataques de ansiedad, luego de que el director abandonará la habitación, lo abrazo durante un tiempo, hasta que estuvo más tranquilo, busco una poción calmante, se la entrego y lo dejo para que descansará, con la promesa que Severus le escribiría para acordar cuando verse, cosa que no ha pasado.

Mete el pie al horno y es cuando escucha un ruido en el segundo piso, va averiguar, el sonido insistente viene desde su cuarto, cuando entra una lechuza totalmente negra picotea insistentemente la ventana, la deja entrar y está trae una pequeña nota, se la quita con apuro y la lee, se emociona al ver la letra de Severus, le informa que está bien y pregunta si puede llegar al número 12 el día sábado. Harry busco unos bocadillos que tenía para su lechuza dándole un poco a la hermosa ave negra, en lo que se alimentaba escribe una nota, expresando lo encantado que estaría de recibirlo y que lo espera con muchas ansias.

El resto de las vacaciones de Severus pasan así, este visita a Harry una vez a la semana, comparten charlas, té y galletas, a veces almuerzan y cenan juntos, la conexión entre ellos crece y ambos se empiezan a sentir apegados al otro, aunque Severus trata de resistirse lo más posible. Para el cumpleaños de Harry, Hermione y Ron prepararon una fiesta e invitan al profesor sabiendo que haría feliz a Harry, en lo cual tuvieron razón. Severus le regaló una esclava de oro con las iniciales H.J.P.E y un rayo al final, el menor estaba encantado con el obsequio.

El comienzo de clases se acercaba, Severus tuvo que regresar a Hogwarts una semana antes para preparar todo para sus clases, por lo que se encontraban tomando el té en las habitaciones del Slytherin, estaba nervioso, hace unos días había tomado la decisión estaba listo para hablar con Harry.

- Harry... Quiero contarte por lo que pase.

- ¿Estás seguro? si no te sientes listo no tienes por qué hacerlo.

- Estoy listo, te lo aseguro, he tenido el tiempo suficiente para ordenar mis pensamientos.

- Bien, te escucho - Harry suspira.

- Recuerdo que fue en mayo cuando comencé a sentirme mal, pensé que era una intoxicación o un mal estomacal, no quería preocuparte así que no te dije nada, cuando vi que los síntomas no se detenían fui con Poppy y me dio la noticia de que estaba en espera. Estaba ansioso por darte la noticia, no te vi por ninguna parte, cuando Dumbledore se acercó diciendo que tenía que decirme algo importante sobre ti sentí un mal presentimiento.

Severus le cuenta todo a Harry, se felicita interiormente por qué su voz en ningún momento se quiebra y las lágrimas que contiene no caen por sus ojos, en todo momento observa las reacciones de Harry, tantas emociones pasan por su rostro, escucha con atención cada palabra que abandona la boca del pelinegro.

- Lo siento - dice Harry cuando Severus terminan de hablar- De verdad quiero pedirte perdón, por no hacer las cosas distintas, si te hubiera dicho todo desde el principio no te hubiera causado tanto daño.

- Acepto tus disculpas y te perdono, lo digo enserio... Sé que hay cosas que salían de tu control y quiero que tengas bien claro que no es tu culpa la muerte de...

- Tampoco es tu culpa Severus... Y es algo en lo que iremos trabajando.

- Si tú lo dices - dice suave.

- quiero visitarlo - Harry dice firme.

- ¿Visitarlo? - Severus no entiende a qué se refiere.

- Nuestro pequeño.

Severus lo mira asombrado, duda por unos instantes, pero sabe que tiene derecho de visitar la tumba de su hijo.

- Está bien, iremos el sábado.

La semana para ambos hombres fue larga, sentían que tenían que hacer tantas cosas y los días pasaban lento, pero por fin la espera termino y el tan ansiado sábado llegó. Harry se preparó, estaba a tiempo para la hora que habían acordado, tomo su varita y fue por flu hasta la habitación de Severus, el hombre mayor los estaba esperando siempre elegante con su túnica negra, se saludaron y emprendieron su camino fuera del castillo, cuando estaban alejado de las barreras de Hogwarts, Severus extendió su brazo para que el menor lo tomara, cuando lo hizo este los apareció, el lugar era hermoso, nada lúgubre para ser un cementerio, el pasto verde cubría el suelo, diversos tipos de plantas florecían, los árboles grandes y frondosos, las lápidas bien cuidadas.

- Ven es por acá - dice Severus.

Harry lo sigue, hacen su camino en silencio, el aire fresco acaricia las mejillas, en el lugar reina la tranquilidad, puede ver algunas personas en el camino, pero todos parecen absortos en sus propios pensamientos viendo el lugar donde descansan los restos de su ser querido. Harry observa que se han alejado y en el camino ya no hay más tumbas, llegan hasta una pared cubierta de enredaderas de rosas, Severus murmura un hechizo y se crea una entrada.

Ambos se adentran al lugar, es un espacio algo grande, como el jardín de una casa, está cubierto de flora, aun lado está un pequeño estanque con peces de colores nadando en el, en medio al fondo del lugar está la lápida blanca con un oso de forma infantil tallada en ella, está rodeada de rosas de un color salmón.

- Es un lugar hermoso.

- Lucius y Narcissa, lo hicieron para mí. Cuando lo trajimos era un lugar abierto, pero si quería visitarlo no podía pasar mucho tiempo, porque alguien conocido podría verme. Así que luego de unos meses, me trajeron de nuevo y me dieron está sorpresa, con las influencias de Malfoy pudo comprar esta parte.

- Tengo que agradecerle mucho a los Malfoy, todo lo que han hecho por tí.

- Ellos son los mejores... Así que, todo lo que vez, ha sido un largo trabajo durante años, me encargue de sembrar casa planta que vez en el lugar y cree el estanque.

- Has hecho un trabajo estupendo, sin duda a nuestro pequeño le encanta - sonríe con nostalgia.

- algún día me enterrarán junto a él.

- Pero para eso falta mucho Sev, aún tienes mucho que vivir.

Harry se acerca con un poco de duda y le da un beso en la mejilla, para su sorpresa el mayor no se aparta, cuando se aleja y se miran se regalan una sonrisa.

Amor a través del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora