Capítulo 41

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-Buenos días - bostezó Hermione y se dirige a la cocina.

- Buenos días Herm - Harry dice inocente y Hermione se detiene justo en la puerta de la cocina.

- Harry James Potter - se gira lentamente y mira a Harry acostado en el sofá- ¿Qué haces en mi casa?

- Lo siento Herm, te explico en el desayuno, cuando esté Ron, ¿bien?

- Está bien prepare la comida.

Harry se levanta del sofá y se estira lo más que puede, no es cómodo pasar la noche en un sofá en lugar de su cómodo colchón, es una tortura, pero, las hormonas de Severus han estado completamente alborotadas.

Cuando el desayuno está listo Hermione lo llama y toma asiento en el comedor, a los minutos baja ron listo para el trabajo.

-Hola Harry - saluda mientras se dirige hasta su esposa- Buenos días amor - está por darle un beso cuando se detiene y voltea para ver a su amigo- ¿Harry?

- Hola Ron - sonríe tímido.

- ¿Qué haces acá? No es que me moleste... Pero no dijiste nada.

- Al parecer nuestro querido amigo durmió en nuestra sala - Hermione le informa a Ron.

- ¿Sucedió algo Harry?

Harry está por responder pero Hermione lo interrumpe.

- Desayunemos y nos cuentas, se hará tarde para el trabajo.

Cada uno toma su lugar y comienzan a ingerir los waffles con frutas, los esposos observaban a su amigo atacar la comida como si los pobres Waffles lo estuvieran ofendiendo.

- Es un día excelente no - Ron trata de romper la tensión creada por el humor de Harry.

Harry gruñe como respuesta y con su tenedor apuñala una pobre fresa indefensa, el silencio vuelve a reinar en el lugar, por un rato comen en completo silencio solo el ruido de los cubiertos inunda el ambiente.

- Es suficiente - dice Hermione dejando de lado su plato - habla con nosotros Harry, ¿Qué pasa?

- Severus se enojó conmigo anoche y me corrió de nuestra habitación - dice con desgane.

- ¿Cuál fue la razón? - la morena pregunta para luego tomar un poco de su té.

- Le pregunté si quería que le pusiera aceite de coco en su estómago, ya saben para las estrías y eso, de la nada se enojó, empezó a gritarme que ya no me gusta, que no lo quiero y que solo estaba centrado en el bebé... Me saco al pasillo y reforzó las barreras, así que utilice la flu de Dumbledore y vine hasta acá.

Ron y Hermione podían ver lo cansado que se encontraba Harry, lidiar con el embarazo de Severus no ha sido fácil, aunque no es algo que les exprese, saben lo preocupado que ha estado desde el inicio por la salud de ambos y últimamente las hormonas de Severus no le han hecho fácil el trabajo.

- Harry pronto se le pasará, sabes que las hormonas se vuelven más complicadas conforme pasa el embarazo.

- Es solo que no me gusta que se encuentre molesto conmigo, más cuando no sé qué hice mal.

- Falta al trabajo, pediré permiso por ti - Ron dice metiendo un poco de tocino en su boca- para que puedas arreglar las cosas.

- Ron - regaña Hermione- no hables con la boca llena, pero es buena idea, ve con Severus, Harry.

- Gracias por escucharme y lamento autoinvitarme - se sonroja.

- Siempre eres bienvenido.

Después del desayuno y de despedirse de sus amigos, regreso a Hogwarts, para su sorpresa la red flu de su cuarto está abierta, entra con cautela pero todo está en silencio, mira la hora, son las ocho así que Severus ya debe encontrarse en la primera clase. Para perder tiempo se pone a ordenar un poco el lugar, entra a la habitación de su bebé, Dumbledore estuvo encantado de permitirles el lugar, gracias a la magia fue fácil hacer la conexión entre ambos espacios, decide terminar de limpiar para poder empezar pronto con la remodelación.

Amor a través del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora