Le dan de alta a Severus, antes de eso el medimago le pregunto muchas cosas sobre su embarazo y su estilo de vida, fue lo más sincero que pudo, al final el medimago le dijo que todo el estrés y los bajones emocionales provocaron el aborto. Lucius lo lleva a la casa Malfoy, Narcissa los recibe y lo llevan hasta una habitación de invitados, cuando queda solo sigue llorando su perdida, sabe que es su culpa por no controlar sus emociones, tenía que ser fuerte por su pequeño, él no tenía culpa, el vacío que sentía en su corazón se ha hecho más grande, se ha quedado sin nada que le dé motivos para seguir viviendo, terminar con su vida suena tentador, pero retira esa idea de la cabeza merece sufrir por la muerte de su bebé; se queda dormido en algún momento entre sus pensamientos, al día siguiente se despierta temprano, se levanta con cuidado de la cama pues los puntos le duelen, le dieron un poción para evitar el dolor, pero no quiere tomarla, se baña con calma colocando un hechizo para proteger los puntos, se cambia con ropa que ha dejado Narcissa y baja al comedor, el matrimonio lo saluda, ambos lucen elegantes en su ropa negra.
- En la sala está - dice Lucius cuando terminan de comer.
Severus se levanta lo más rápido que puede y va hasta la sala, En medio hay una mesa con una pequeña caja blanca cada esquina adornada con flores doradas, la mesa está rodeada de flores blancas, se acerca y toca la caja, puede sentir las lágrimas brotar de nuevo, adentro está su pequeño, ahora lo enterrarían.
- Pronto todo estará bien - dice Narcissa mientras lo abraza por los hombros.
- Gracias... Gracias por esto - dice señalando la mesa.
Cuando llegan al cementerio, entierran la caja y una lápida aparece solo con la fecha de muerte y un pequeño osito tallado en piedra, ni siquiera tenía nombre para su hijo, los tres se quedan por un tiempo en el lugar, Severus solo contemplando la lápida. Cuando se hace de tarde deciden volver a la mansión Malfoy, deciden que el menor se quedará con ellos hasta que se recupere. Los días pasan al tercer día Severus deja de derramar lágrimas, comienza a encerrarse en sí mismo, mantiene conversaciones con los Malfoy, incluso cuando llega Regulus de visita, parece como si nada hubiera pasado, se alimenta bien, práctica su magia, lee, sale a dar cortos paseos; a los 15 días le quitan los puntos, físicamente se ha sentido mucho mejor desde hace unos días, ahora que ya han sido retirados decide que es tiempo de volver a casa, cuando llega todo está ordenando y le agradece mentalmente a Lucius.
Pasa los días trabajando en los pequeños huertos que están un poco descuidados, sentir el sol cálido en su cara le cae bien, también vuelve a Sus investigaciones, hay días en que pasa sumergido en sus pociones y no sale para nada del laboratorio, días en que solo enciende una velita y se queda observándola fijamente hasta que se consume ante su mirada, parece ser algo entretenido. Le escribió muchas veces a Lily, pidiéndole poder hablar y que le diera la oportunidad de disculparse en persona, pero ninguna de sus cartas tuvo respuesta, se rinde a la novena carta.
Cuando las vacaciones están por terminar Severus ha tomado una decisión, Lucius, Narcisa y Regulus lo acompañan hasta dónde se encuentra el Señor tenebroso, cae de rodillas ante su presencia, parece satisfecho de tener a alguien experto en pociones y artes oscuras, el ritual es solo un momento, cuando la marca es colocada en su brazo quema como mil infiernos, cuando termina la calavera con la serpiente adorna su pálido brazo izquierdo. Su último año en Hogwarts es tranquilo, su amistad con Lily definitivamente a terminado, pues la pelirroja ahora sale con James Potter, espera que se feliz, no le desea ningún mal, siempre será su hermana y la amara; el año termina y se gradúa de Hogwarts con las notas más altas, le dan un reconocimiento de primer lugar en la clase y su diploma.
Voldemort inmediatamente lo inscribe para que estudie pociones, pagando todos los gastos, Severus aprovecha la oportunidad, es una forma de no estar metido en las distintas misiones; y es así como en 1980 le dan el título de maestro en pociones, siendo el más joven en obtenerlo, ese mismo año nace el hijo de los Malfoy Draco, Lucius y Narcisa le piden que sea el padrino, acepta gustoso, cuando lo conoce queda encantado es un bebé muy hermoso, pasa todo el tiempo junto a él, cuando cae la noche, va a la habitación de invitados que le han preparado, quita su ropa quedando solo en bóxer, se acerca al espejo de cuerpo completo, se observa con detenimiento, baja un poco sus bóxer y la cicatriz queda a la vista, le dieron un ungüento para que desapareciera, pero no podía borrar el último rastro de que tuvo vida dentro de él, la traza con sus delgados dedos es una fina línea blanca , duele mirarlo pues en otras circunstancias sería la herida que tuviera si su hijo hubiera nacido, duele porque también es un recordatorio de lo que perdió, tendría que tener una familia feliz con Harry a su lado y un pequeño de dos años corriendo por la casa, y la realidad es, que no tiene ninguno.
Pero sus días se vuelven alegres con el pequeño Dragón, Lucius y Narcisa lo dejan cuidar de él, ya puede cambiar pañales, preparar el biberón, la provisión adecuada para dárselo, como sacarle el aire, que canción arrullar para que se duerma, lo llena de regalos, le da paseos por el parque en su coche, toma muchas fotos y llena un álbum solo de recuerdos... Todo eso hace que su destrozado corazón sane un poco, les agradece mucho a los Malfoy por permitirle cuidar de Draco, sabe que siempre protegerá al pequeño y querrá solo lo mejor para él.
- Draco está encantado contigo - dice Narcissa.
- Es un pequeño muy cariñoso - besa la mejilla regordeta del rubio en su regazo.
- Regulus lo hubiera amado - expresa triste.
- Se hubiera vuelto loco con el pequeño - sonríe con nostalgia.
El año pasado había muerto Regulus Black, nadie conocía como murió, solo un día no apareció más, días antes de su desaparición les había dicho a Lucius y Severus que quería hablar de algo con ellos, cuando desapareció lo buscaron por todos lados, fue una búsqueda grande, pero nunca se encontraron rastros de él. El ambiente en la sala se volvió nostálgico y solo la risita del bebé los saco de sus pensamientos.
- Lucius y yo estamos felices que formes parte de nuestra familia - cambia la el tema
- yo les agradezco a ustedes por permitírmelo - dice sincero- Cada día creces más Dragón.
- Pronto cumplirá seis meses es un niño muy despierto para los meses que tiene.
- Es porque es un niño muy inteligente, estaremos orgullosos de este precioso bebé.
Llega el año 1981, el año en el cual escucha la profecía que condena la vida de quién fue su mejor amiga, sin saberlo, al enterarse Severus le ruega a Voldemort que no la mate, pero no confía en la palabra del Señor oscura, recurre a Dumbledore, aunque no fue de mucha ayuda, ya que confiaron en la persona equivocada. El 31 de octubre matan a Lily, Severus queda destrozado, Dumbledore aprovechando su dolor y debilidad lo hace unirse a la orden del Fénix y lo hace prometer que protegerá a toda costa al pequeño bebé Harry, con el fin de pagar la deuda con los Potter.
- Escucha bien Severus, tu deber será velar porque nada le pase al pequeño.
- Entendido Albus.
- Yo hablaré con el wizengamot, serás profesor acá en Hogwarts, eso los tendrá dará tranquilos de que te mantendré vigilado y evitamos tu condena en Azkaban.
- Lo que usted diga Señor, yo lo haré.