THE FINAL VOLUMEN: IF.

XVII: PELEA DE TITANES.

"¡Te lo ruego, mátame!"

Aquellas palabras pronunciadas por su voz y anheladas por su alma en búsqueda de paz aún siguen retumbando en su cabeza. Siendo aquel con una gran protección, con un quirk capaz de protegerte de cualquier daño, es el que mas roto por dentro esta. Kirishima Ejiro, el traidor causante de la muerte de Inko Midoriya y causante de todo lo que se le conoce como "Su descenso".

Incluso para él, que sin negarse a sus acciones lo miro cara a cara sigue atormentándose por haberlo hecho.

"...un hombre del que me sienta orgulloso."

¿Qué significaron esas palabras? Dos niños que vivieron bajo las sombras y mantos de sus pecados es muy normal que se sientan tan miserables.

―¿Seguirás lamentándote?― un extenuante relámpago había caído delante de aquella persona tan miserable. Un aura, una silueta formada por relámpagos estaba de pie delante de un chico que se encontraba sentado en la esquina de un techo a medio derrumbar. Aquella silueta, su aura eléctrica comenzo a desvanecerse como el humo de un cigarro a cada paso que el daba.

―Denki...― ejiro pronuncio su nombre al verlo. ―Muchas personas están muriendo haya abajo y tu...― kaminari frunció su ceño y miro mezquinamente a ejiro. ―Levántate.― ordeno dando un paso más hacia delante. ―No puedo...― respondio penosamente mientas enterraba su rostro ente sus piernas. Denki aun lo miraba con desdicha cuando su expresión se relajó luego de suspirar.

El chico se arrodillo.

Kaminari se coloco al frente de su amigo. ―No soy quien te debe de decir esto, ni si quiera debo intentar hacerlo. No se la verdad si tu y yo somos amigos o solo... cómplices. Ambos cometimos errores de los cuales no podemos escapar y dudo que alguna vez lo hagamos. Somos culpables, quizás de todo.― kaminari arrugo su ceño.

[No somos libres.]

Kirishima alzo su mirada encontrándose con la de kaminari. ―Todo esto paso por que fuimos débiles y nos doblegamos a un destino que a pesar de que cayera a nosotros con todo el peso del futuro, quizás no era para nosotros. Quedarte ahí, arrodillado sin hacer nada y temeroso a lo que los demás puedan decir... ¿Crees que es peor que morir? Ejiro... yo me siento igual a ti.― en este mundo donde ambos no desearon nacer, simplemente lo hicieron. ¿A qué conclusión llego kaminari? Quizás era la correcta.

―Estas en todo tu derecho de querer morir, y quizás sea lo mejor que puedas hacer... pero jamás será lo correcto. Ejiro, tu yo le debemos esto a las personas que están allá abajo entregando sus vidas por un futuro que nosotros desechamos. Deja de lamentarte por lo que fue y sigue... avanzando.― los ojos se palparon fervientes de sorpresa. Su mano se extendió y tomo el hombro de ejiro.

[Sin detenerte... hasta que...]

Eran los acordes tan gentiles de un violín en medio de una guerra subyugada en el caos. Tan tenues y gozables esos tonos que resonaban de un lado a otro mientras los destellantes relámpagos iluminaban sus rostros. El brillo en los ojos de ejiro se encendió un poco cuando el pudo ver como la silueta de kaminari desaparecía.

―Tenemos que pagar todo nuestros errores, y si tanto deseas morir entonces hazlo dando tu vida por la de alguien más. Muere sacrificándote si es necesario, pues al final tu y yo decidimos como seria nuestro final, ejiro.― estas fueron las ultimas palabras de denki antes de desaparecer en un relámpago y volver al cielo.

Cuando denki se fue, ejiro cayó al frente con sus codos sobre el suelo apoyándose en ellos. Una pequeña risa que se convirtió en carcajadas acompañadas de un toque deprimente. Lagrimas recorrieron el suelo de aquel techo.