Capítulo 21

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Maxi llegó puntual a la casa de Dulce y ella le recibió con una sonrisa, ninguno de los dos sabía muy bien por qué les embargaba tal emoción, pero se sentían como dos niños a punto de hacer un viaje a Disney

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Maxi llegó puntual a la casa de Dulce y ella le recibió con una sonrisa, ninguno de los dos sabía muy bien por qué les embargaba tal emoción, pero se sentían como dos niños a punto de hacer un viaje a Disney. Dulce tomó su bolsa y salió.

—¿A dónde vas? —inquirió su padre.

—Salgo —respondió ella.

Caminaron hasta el sitio donde tomarían el bus sin decir mucho, pero mientras aguardaban, Maxi preguntó.

—¿Tu padre no se preocupa?

—No, la verdad nunca lo hizo y ahora ya es tarde —explicó.

—Estarás a salvo conmigo —dijo él y ella sonrió.

Lo sabía, sabía en su interior que al lado de él nada malo podía pasar, quizás era por eso por lo que se sentía tan a gusto.

—No quiero que me malinterpretes, pero me gustaría dejar en claro lo que puedes esperar de este viaje —dijo entonces cuando ya se habían sentado en el bus—. No vamos a tener sexo, Maxi, por favor —pidió.

—Nunca pensé que lo tendríamos —dijo él con sorpresa—. ¿Por qué me dices eso? Somos amigos, Dulce.

Ella bajó la vista avergonzada.

—Todos los chicos buscan eso, Maxi, al menos conmigo... y he decidido cambiar, quiero intentarlo al menos... No quiero volver a tener sexo —admitió.

Maxi sonrió con dulzura.

—¿No es eso un poco radical?

Dulce levantó la vista para encontrarse con un par de ojos que la miraban con una mezcla de ternura y diversión, así que sonrió.

—Me refiero a que quiero cambiar mi estilo de vida. Ya lo intenté con Bastian y funcionó, quiero seguir así...

—¿Bastian y tú no...?

—No... —admitió la muchacha—, no llegamos hasta allí...

Maxi no dijo nada, si se ponía a pensar, Bastian nunca había sido muy directo acerca de con qué chicas había estado y ahora eso le parecía injusto, ya que él si le había contado que había estado con Olivia. Sin embargo, tenía algo de sentido, porque él nunca le había preguntado, simplemente había asumido que había estado con ella y con las otras con las que salió antes...

—Lo que pasa... —dijo Dulce llamando su atención de nuevo—, es que como ya sabes, mi pasado y mis problemas de autoestima me han llevado a cometer muchos errores. El sexo era para mí una forma de obtener un poco de atención, sentirme deseada me hacía sentir bien, como si importara para los demás... los chicos hacían de todo por conseguirme —afirmó—, pero nadie se quedaba conmigo después... y yo me quedaba todavía más vacía...

—Lo siento tanto... —admitió Maxi.

—Yo también, pero puedo pasarme sintiéndolo o haciendo algo al respecto. Debo trabajar en mí, en mi autoestima, en mi visión de mí misma y en mi amor propio, para eso debo respetarme primero... respetar mi cuerpo y no utilizarlo como un imán para atraer la atención esporádica de los demás y así sentirme un poco mejor para luego volver a sentirme peor que en el inicio. La próxima vez que decida estar con alguien, quiero que sea por amor... Nunca he hecho el amor, ¿sabes?

Lo que Angie creía que sabíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora