Dicen que nuestra vida es el resultado de nuestras creencias. Angie creía muchas cosas, entre ellas, que Bastian era un mentiroso, un mujeriego y un oportunista.
¿Qué se hace cuando te das cuenta de que los secretos gritan, las mentiras explotan y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por la mañana del domingo Angie despertó al sentir el peso de un cuerpo sobre su cama.
—¿Maxi? ¿Qué hora es? —inquirió.
—Las nueve —respondió él.
—¿Qué haces aquí? Los domingos a estas horas no hay chance de que te despiertes. ¿Estás enfermo?
Maxi no respondió, solo dejó caer su torso sobre las piernas de su hermana.
—¿Max?
—No dormí nada —dijo él.
—¿Qué sucede?
—Necesito hablar con alguien —añadió y luego hizo silencio, al final sí iba a llevar a cabo el plan con Dulce, pero no por lo de Luis, sino por lo que en realidad le inquietaba.
—Aquí estoy, cuéntame qué te sucede —dijo Angie llevando una mano a la cabeza de su hermano para acariciarle los cabellos.
Hacía días que Angie sabía que nubes tormentosas se cernían sobre la cabeza de su hermano mellizo, pero también sabía que cuando él quisiera hablar de aquello la buscaría.
—Creo que estoy enamorado —dijo entonces.
—¿Y eso es malo? —inquirió Angie.
—No, pero no es tan sencillo.
La mente de Angie se aceleró a los hechos y pensó en las miles de posibilidades mientras su hermano buscaba las palabras adecuadas. ¿De quién podría estar enamorado? Lo único que ella sabía de él en las últimas semanas era que se veía a diario con Luis para lo del trabajo. ¿Quién más podría estar en su vida y ella no lo notó? ¿Acaso andaba tan perdida en su propia historia de amor que olvidó a su hermano? ¿Acaso él estaba enamorado de Luis?
—Mira, solo te lo admito a ti porque es una manera de admitírmelo a mí —dijo entonces—, pero no quiero, no quiero estar enamorado de esta persona —susurró como si esa verdad le doliera.
Angie creyó que sabía de quién se trataba, ¿por qué o sino negaría un amor?
—¿Por? —preguntó de todas maneras.
—Porque... por mil cosas, porque las cosas cambiarán para siempre, porque si asumo lo que siento y es unilateral la relación que tenemos se terminará y no quiero que eso suceda, porque no deseo que sienta que mis sentimientos son una presión...
—A ver... El cambio no siempre es malo —dijo ella pensando en que su relación con Bastian había cambiado más que para bien—, además, ¿cómo sabes que es unilateral? ¿Por qué esta persona se sentiría presionada? —inquirió ella.
—Porque no sé si está preparada para tener una relación romántica en serio —afirmó—, ni siquiera sé si yo lo estoy...
—¿Por qué no lo estarías? —quiso saber Angie que a esas alturas tenía la certeza de que se trataba de Luis—. Ya has estado con otras personas antes, Maxi...
