Tales of Cadah |#4| © TERMINADA

AT. Americanos Sobreprotectores

Este capítulo está dedicado
a Celiumarty

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Se encontraba tranquilamente leyendo el libro de
historia cuando un chico se acercó y se sentó junto a ella.

—Buenos días, Azura –ella alzó la vista y se sonrojó un poco pero carraspeó desviando la mirada de vuelta hacia el libro.

—Buen día, Ivan.

—¿Cómo estás el día de hoy? Más hermosa de lo usual, supongo –Azura volvió a sonrojarse.

—Am, yo... –se detuvo al ver a Mark entrar por la puerta y caminar directamente hacia él –Oh no...

—¿Qué suce...? –Mark dejó caer sus libros en el pupitre provocándole un susto al chico, peo está le sonrió con simpleza  –Ah, hola Mark.

—Estás en mi asiento, Ivan –Ivan giró a su alrededor.

—Oh es verdad. Disculpa Mark, es que me perdí en la belleza de Azura –ella volvió a sonrojarse.

—Tus piropos trillados no funcionan con ella, ahora largo.

—Mark... –reprendió ella.

—Parece que si funcionan. Bien, igual debo hacer la tarea. Hasta luego Azura –le guiñó un ojo pero en cuanto se giró, Mark estaba cruzado de brazos mirándolos seriamente –¿También quieres un guiño, Mark?

—Fuera de aquí, Ivan.

El joven solamente rio y se retiró a su asiento. Mark resopló y se sentó junto a Azura quien ya había retomado su lectura.

—¿Te hizo algo? ¿Te dijo algo?

—No, Mark. Solo me saludó.

—¿Estás segura?

—Si.

—Bien –se recostó sobre el pupitre mirando fijamente la cabeza de Ivan mientras murmuraba algunas palabras en coreano.

—Mark –él la miró –¿Porque te molesta tanto Ivan? –Mark vaciló un momento y sin mirarla respondió.

—Me preocupa que quiera hacerte daño.

—No tienes que preocuparte, Mark. Él parece un buen chico, es bastante amable.

—¿Lo dices enserio? Es americano, los americanos no son de fiar.

—Mark, tu eres americano –frunció el ceño.

—Sostengo lo que dije –Azura rio, pero Mark la miraba nervioso –. Aunque tiene razón.

—¿En qué?

—Uno se pierde fácilmente en tu belleza –el rostro de Azura enrojeció, esta vez más que antes, abrió su boca sorprendida pero Mark carraspeó –. Lo siento, no quería ponerte incómoda, Zuri.

—Ah, está bien... –Y volvió a esconderse en su lectura hasta que Jack entró jadeando hasta ellos.

—Diablos, Mark. Cada vez caminas más rapido –Mark se sonrojó pero resopló –¿Llegaste a tiempo?

—Justo a tiempo –respondió mirando amenzadoramente a Ivan quien volteo saludandolo con una enorme sonrisa para después salir del salón. Mark murmuró algo en coreano y Jack rio con fuerza.

—Mark, deja de mirarlo así. Solo lo estás provocando.

—Él me está provocando a mi, Jack.