DT. Apocalypse

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El día era despejado y hasta podía asomarse un poco el sol, había concluido con mis actividades matutinas diarias y me dispuse a relajarme un rato en la biblioteca a la espera de la junta con el Consejo. Sin embargo había algo que no me dejaba tranquilo, una extraña sensación que no podía explicar.

Un rato más tarde entró Santiago un poco agitado, tal parecía que venía corriendo.

—Tenemos una situación urgente.

Alcé la vista de mi libro para verlo.

—¿Qué sucede, Santy?

—Yo, no sé cómo explicarlo, pero tienes que venir de inmediato, Noah.

Dejé el libro y me levanté para dirigirme a la puerta. Caminé detrás de mi alterado amigo, no entendía qué pasaba y comenzaba a ponerme aún más nervioso.

Había un particular ajetreo de empleados dentro del Castillo, los pasillos eran un caos de murmullos y expresiones de miedo. Santiago me condujo hasta la sala del Consejo dónde los miembros me miraron.

—Rey Noah, tiene que ver esto urgentemente –el mayor de todos, Frederick, encendió un televisor en el cual se mostraba un noticiero americano.

"A todos nuestros televidentes, se les implora que no salgan de sus casas. Busquen un refugio seguro y no dejen que esta enfermedad los alcance"

Parecía totalmente irreal, hasta que los hombres me miraron.

—¿Qué está pasando?

—Es una especie de virus que está acabando con la población de Estados Unidos –asentí extrañado –. Parece que poco a poco el virus se está esparciendo por los país de los alrededores.

Mi cuerpo involuntariamente se tensó.

—Gracias a Dios no somos vecinos de América –comentó uno de los hombres.

—No, pero constantemente recibimos visitas de turistas –argumentó otro –¿Que tal si...?

—¿De qué trata este virus? –interrumpí.

—Lo que han descrito en los noticieros son: fiebre alta, nauesas, perdida del conocimiento y al despertar, los infectados atacan violentamente a quienes estén a su alrededor.

—¿Osea un zombie? Tiene que ser una broma –los mayores miraron a Santiago como si apenas hubiesen notado su presencia detrás de mi –¿Qué? Eso de "atacan violentamente" me suena a un zombie.

—No saquemos conclusiones apresuradas, Santy. Voy a ponerme en contacto con la embajada americana, mientras tanto debemos conservar la calma.

—Majestad, ¿deberíamos emitir una alerta al reino?

—Primero hablaré con la embajada, después veremos qué hacer.

Me retiré tenso y perplejo. Era una situación bastante seria y los libros jamás me preparon para eso. Me dirigí a mi oficina seguido de mi amigo, que se había convertido en mi guardia personal. No obstante, no tuve suerte en contactar a la embajada.

—Santy, enciende la televisión. El canal noticiero de Londres, por favor –él lo hizo y fue a colocarse nuevamente en la puerta.

"Hasta ahora se han reportado solamente 5 casos de este extraño virus. De cualquier forma les pedimos que estén atentos a las medidas de prevención que aparecen en pantalla"

—"No salir de casa", "lavarse las manos", "llamar a emergencias si te encuentras con un infectado". ¿De qué sirve lavarse las manos si los zombies muerden?

Tales of Cadah |#4| © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora