DT. "Él ya lo sabe"

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En cuanto el General Henderson vio a Jake y a Hai entrar al minicine, sonrió y se retiró a su oficina.

Sabía perfectamente que Jake estaba yendo en contra de las reglas como Guardia Real novato, pero también estaba al tanto de la situación y sentimientos entre ambos jóvenes, una charla no les vendría mal. Aún así, Jake se presentó al día siguiente en su oficina.

—¿Qué necesita, joven Johnson?

—Vine a disculparme por lo que pasó ayer, señor. Sé perfectamente que no puedo estar cerca de los miembros de la familia real siendo un novato, por lo que estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo que se corresponda a mis actos.

—Ah, Jake, no tienes que preocuparte por eso –el joven lo miró extrañado –. Oh vamos, has sido amigo de la princesa desde que ella nació, es imposible separarte de ella y créeme todos los mayores hemos estado esperando porque esten juntos –el chico se sonrojó.

—Aún así, señor, pienso respetar todas y cada una de las reglas y restricciones como Guardia Real.

—¿Estás seguro?

—Si, señor –el hombre vio la duda en sus ojos y un leve sonrojó en sus mejillas, pero asintió.

—De acuerdo Jake. Cómo castigo por esa situación, tendrás que hacer guardia nocturna el día de hoy en los establos ¿De acuerdo?

—Si, señor –hizo una señal militar y se retiró.

Aunque el General no tenía la intención de ser tan duro con él, esa noche hacia un particular y horrible frío, pero como buen y destacado Guardia Real, Jake lo soportó sin quejarse. De hecho no hacía más que pensar en el beso que Hai le había dado, lo había tomado totalmente por sorpresa pero se había sentido increíblemente feliz y lleno, hasta recordar que estaba trabajando y ella era la princesa.

Suspiró.

Había esperado durante años para ese momento y tenía que admitir que no lo había planeado de esa forma. Aún así sonrió como un idiota pero carraspeó y fijo su vista en el frente totalmente alerta.

Durante los siguientes meses, Hai trataba de evitar cualquier tipo de contacto con Jake, al menos durante su horas laborales.

—Jake... –susurró con fuerza, él la miró y sonrió al descubrirla casi escondida en las cortinas del pasillo.

—No tienes que esconderte, Hai. Eres la princesa, después de todo.

—Lo sé, pero si nos ven juntos pueden malinterpretar las cosas y castigarte otra vez.

—¿Cómo lo...?

—Bajé a tomar un vaso de agua y te vi por la ventana de la cocina –Jake asintió –. De cualquier forma quería decirte que puedo hablar con el General Henderson para que no te castigue.

—Hai, no tienes que preocuparte por eso. Él ya lo sabe.

—¿Lo sabe? ¿Cómo es que lo sabe?

—Bueno porque él ha trabajado aquí desde antes de que nosotros nacieramos. Me dijo que sabía que no podríamos separarnos fácilmente y no hay problema con eso. Aún así me gustaría cumplir con las reglas de mi trabajo, después de todo solo quedan dos años.

—Lo entiendo perfectamente... Yo... Debo irme, tengo algo de trabajo que hacer.

—Hasta mañana, princesa.

Todos los Guardias Reales novatos tienen prohibido acercarse a los miembros de la familia real hasta después de 5 años de experiencia, trabajo, premios y ascensos. Jake apenas llevaba tres años siendo novato y aunque avanzaba y subía rápidamente, prefería mantenerse a la raya de las reglas. Pero solo así podía cumplir sus sueño de proteger a la familia real, proteger a Hai de absolutamente todo.

Tales of Cadah |#4| © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora