—Azura ¿Estás segura de esto?
Suspiré y terminé de cerrar mi maleta.
—Si, Reina Sylvia. Es necesario, no solo para él también para mi.
—Si, pero ¿a España?
—Mi padre sigue teniendo nacionalidad española, por lo que mi madre podrá recibir un tratamiento más especializado allá.
—Entiendo. Ya conoces el protocolo y la Residencia en general, estará a tu total disposición junto con mucamas y mayordomos.
—En verdad lo agradezco, reina Sylvia. Estaremos de vuelta lo más pronto posible.
—Yo me encargaré de Mark.
—De acuerdo.
Admito que después de la muerte de Ale, no volví a ser la misma persona que solía ser y a pesar de intentarlo, no puedo volver a serlo. Su muerte fue una perdida muy dolorosa para mí, ahora que no está y tengo la responsabilidad de ser la siguiente reina, ya nada es como antes.
Pero más me pesa en la conciencia que Mark esté tomando la responsabilidad de ser el próximo rey solo por mi. Y yo no puedo tratarlo como lo hacía antes.
Mi madre ha estado teniendo complicaciones con su embarazo y solo en España pueden proporcionarle el tratamiento adecuado, es por eso que he decidido tomarme un tiempo para mí y darle un tiempo a Mark de ser libre o conocer a alguien más.
He vivido la crueldad de vivir en la realeza, las restricciones y la poca libertad de expresión. Planeo cambiar eso cuando sea reina, pero no puedo ayudar a otros si yo estoy mal y no tengo idea de cómo superar la muerte de Ale yo sola.
Por eso sé que este tiempo nos servirá a todos.
El día en que mis padres y yo partimos ahí estaba él en la entrada, abrazando a mi madre pero con esa ligera expresión de molestia. Lo conocía lo suficiente como para saber qué no estaba de acuerdo en que yo me fuera tan repentinamente, pero ¿Qué más podía yo hacer?
—Cuidate mucho, Azura.
—Lo haré, Markie. Estaré bien, no te preocupes.
De repente se sonrojó.
—¿Puedes avisarme cuando lleguen a España?
—Claro, lo haré apenas aterricemos.
—Genial.
Lo abracé durante unos segundos y luego caminé hacia el auto, dónde mis padres ya me esperaban. Llegamos al aeropuerto privado de Londres y abordamos el avión privado de la reina Sylvia.
—Me compraré un avión privado –dijo mi padre mientras lo inspeccionaba a conciencia.
—Puedo comprártelo yo, papá.
—Acepto, Zuri-zu –fue a sentarse junto a mi madre –¿Como te sientes, mi amor?
—Aun un poco mareada, pero estoy bien.
—No te preocupes, mamá. Llegaremos directo a la Residencia Miller.
—Perfecto.
Me dispuse a mirar por la ventanillas hasta que mi padre se sentó frente a mi.
—Bien, suéltalo.
—¿De qué hablas?
—Por favor, Zuri, te conozco lo suficiente como para saber que algo te pasa. Lo que sé perfectamente es que no es sobre el príncipe.
—Bueno, si es por un príncipe pero no es Ale, sino Mark.
—¿Qué pasa con Mark?
—Yo, bueno... literalmente lo dejé para casarme con Ale, en el momento en que decidí irme no pensé si volvería a estar con Mark yo di por hecho que no. Me casé con Ale, llegué a amarlo casi tanto como amo a Mark y ahora que puedo volver a estar con él yo... siento que no es justo...
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Tales of Cadah |#4| © TERMINADA
Teen FictionUn libro de cuentos o pequeñas historias sobre los personajes de la saga "¿Princesa?" ANTES, DURANTE y DESPUÉS de la saga. ADVERTENCIA: Si no has leído los primero tres libros, no leas este. Puedes hacerte spoiler. ORDEN DE LA SAGA: 1. ¿Princesa? 2...