Tales of Cadah |#4| © TERMINADA

AT. "A través de las olas, surfeando"

Bondi Beach. Sidney, Australia.

—¿Lista para el último campeonato, Samy? –preguntó mi hermano

Suspiré y acaricie mi tabla de surf.

—Lo estoy, Diego.

—Bien, grabaré absolutamente todo. Tienes que ganarle ¿de acuerdo?

—Solo quiero disfrutar mi ultima competencia sin preocuparme por ella... Pero si tengo la oportunidad, la tomaré –dije con determinación.

Mi hermano soltó una carcajada y me revolvió el cabello.

Hacía unas semanas que nos habían dado la noticia de que nos mudaríamos a Inglaterra, específicamente a un reino llamado Cadah y todo por una reubicación del trabajo de mi madre.

Australia había sido mi hogar durante toda mi vida, jamás imaginé una vida fuera de este país, lejos de mis amigos, lejos del surf, lejos del refugio... De cualquier modo, aún tenía la oportunidad de participar en la competencia anual de surfing.

Mi hermano Diego y yo crecimos prácticamente en el refugio animal del que mi padre era director, gracias a esto ambos aprendidos absolutamente todo lo que hay que saber sobre la fauna de Australia, incluyendo la salvaje. Éramos entrenadores de canguros y en algunas ocasiones instruíamos al cuidado de los mismos.

Pero, sin duda, la mejor parte de vivir en Australia era el Campeonato Anual de Surfing, dónde participaban todos los surfistas que desearan hacerlo. Mi padre comenzó a entrenarme en ello desde los 5 años y aún y cuando el murió, yo seguí con el entrenamiento para este preciso día.

Me quité la sudadera holgada que llevaba puesta y comencé a calentar un poco mientras mi hermano vigilaba estrictamente las miradas que posaban en mi.

—¿De verdad tenías que usar "ese" traje de baño, Sam?

—¿Qué tiene de malo? Es el traje que siempre he usado, Diego. Relájate –debido a la temporada, mi traje era completo y de goma en colores negro y azul verdoso.

—Es demasiado ajustado –dijo fulminando con su mirada a un chico que no dejaba de observarme –. Ponte la sudadera de papá.

—Diego, sabes que no puedo competir con ella. Además me siento cómoda así, ya no fastidies y prepara la cámara.

Resopló y tomó la cámara para comenzar a grabar.

—Bien.

—Samantha Clarke –escuché a mi lado y giré para verla.

—Sienna Stewart –dije con recelo.

Sienna era una chica alta, rubia y atlética, la campeona cuatro veces consecutiva de esta competencia. No había quien la venciera y yo esperaba ser la primera. Nuestros padres habían sido cercanos en el pasado, pero con el paso de los años la distancia no solo se hizo presente en ellos, sino también en nosotras.

—No creí que te vería este año ¿Qué haces aquí? Imaginaba que ya estarías en el mundo de la elegancia y la clase –soltó una risa de burla.

—No es de tu incumbencia, Sienna –Diego sonrió en cuanto me giré a mi tabla de surf, usualmente solía responderle terminando en una gran discusión y haciendo todo un alboroto, pero la verdad es que ya estaba harta de eso, solo quería disfrutar del evento.

—Si crees que vas a ganar estás muy equi...

—Gogo, ¿estás listo?

—Yo siempre estoy listo –alzó la cámara para que la viera y justo en ese momento un silbato sonó.