DS. Somos abuelos.

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El chófer se estacionó justo enfrente de la hermosa casa y ella bajó casi corriendo. Tocó la puerta y esperó a que Hai le abriera.

—¿Yena? ¿Qué haces aquí?

—En verdad lamento haber venido sin avisar, Hai. Pero necesito hablar con alguien... No sabía con quién –Hai la dejó pasar y tras cerrar la puerta la condujo hacia la sala.

—¿Qué sucede, Yena? ¿Pasó algo?

—No está mi hermano, ¿verdad?

—No, está en el Castillo, de hecho ¿Qué pasa?

Yena respiró profundo y se calmó, miró fijamente los ojos de su amiga y lo soltó.

—Estoy embarazada.

Hai se extrañó y analizó sus palabras por un segundo hasta dejar escapar una sonrisa.

—Yena... ¿Eso es malo?

—No, de hecho es genial pero... Nadie más lo sabe yo...

—Espera. Primero que nada, felicidades pequeña. Segundo ¿Porqué estás tan preocupada?

—Yo bueno... No sé cuál vaya a ser la reaccione de Noah cuando se lo diga, no sé si se vaya a enojar o a alegrar o...

—Yena, Noah estar encantado te lo aseguro. No tienes de qué preocuparte. Y de hecho... Yo también estoy embarazada.

—¿Qué? ¿Enserio? –Hai asintió –¡Oh por Dios, Hai! –Yena la abrazó con alegría y Hai rio respondiéndole el abrazo –¿Cuánto tiempo tienes? ¿Cómo te enteraste?

—Tengo apenas unas semanas y lo supe hace unos días ¿Y tú?

—Dos meses. Lo supe cuando tenía dos semanas... –Hai la miró perpleja.

—¿Y como has aguantado tanto tiempo sin decirle a Noah?

—Creo que ha sido suerte... Ha tenido mucho trabajo últimamente. No sé cómo decirle –hizo una pausa pensativa – ¿Jake lo sabe?

—Aun no... De hecho iba a decirle hoy en la noche. Pero Yena... Nuestros padres tienen que saberlo también.

—¡Ay Dios! Tampoco había pensado en eso –se llevó las manos a la cabeza, pero Hai rio y tomó sus manos.

—Primero hay que calmarnos ¿Si? –Yena respiró profundo –. Debemos decirles a Noah y a Jake, después buscaremos la forma de decirle a nuestros padres ¿Bien?

—De acuerdo...

Hai le sonrió pero Yena volvió a abrazarla haciéndola reír. Ambas comenzaron a conversar sobre sus respectivos embarazos y los síntomas que habían estado teniendo. Por otro lado, Noah caminaba de un lado a otro por su oficina esperando a que tocaran la puerta.

—¿Quería verme, alteza?

—Si, Jake. Gracias por venir, pasa por favor –extrañado Jake cerró la puerta y caminó hacia él

—Noah ¿Estás bien?

—No... si... Bueno, yo... Estoy algo inquieto. Yena ha estado muy rara las últimas semanas.

—¿Rara en qué sentido?

—Bueno, casi no habla conmigo. Pasa mucho tiempo en el Cuarto de las Pinturas, duerme mucho y se levanta hasta más temprano que yo. Cuando estamos juntos siento que me está ocultando algo –Jake ladeó la cabeza.

—Bueno, cuando hace eso es porque o está preparando una sopresa o está preparando una nueva pintura. No te preocupes, estoy seguro de que pronto te dirá lo que está sucediendo.

Tales of Cadah |#4| © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora