DS."Profesora y princesa Schaffer"

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En cuanto el despertador sonó, abrió los ojos y se incorporó para levantarse. Acomodó su cama y ordenó un poco su pequeña habitación, se duchó y una vez lista salió del departamento cerrando la puerta con llave. Caminó por el pasillo hacia el elevador.

—Buen día, señor Roberts –saludó al hombre que regaba las plantas que tenía junto a su puerta, al instante se incorporó y la miró.

—Buen día, alteza. Que tenga un excelente día en la Universidad hoy.

—Gracias, señor Roberts, un saludo a su esposa –el hombre le sonrió en cuanto ella se metió en el ascensor y mientras descendía recibió un mensaje de texto.

"Buenos días, princesa. Te amo"

"Yo también te amo, Jake.
No te lastimes"

"Me toca guardia en el pasillo
de la Torre Alfa. Estaré bien.
Te veré en la noche."

"Perfecto".

En cuanto las puertas se abrieron, Hai guardó su teléfono y avanzó hacia el restaurante. Detrás de la barra estaba la mujer dueña de todo el edificio, sin dudarlo se acercó a ella.

—Buenos días, señora Abigail –saludó amablemente.

—Princesa, buenos días. Te he preparado el desayuno.

—Oh, gracias.

Después de desayunar Hai salió hacia la calle con dirección a la Universidad que no estaba muy lejos del edificio de la señora Abigail, pero mientras caminaba con una sonrisa, la gente la saludaba con alegría y algunos con mucha formalidad pero ya estaba más que acostumbrada.

Llevaba casi tres años viviendo y trabajando con la señora Abigail y además como maestra en la Universidad Local del Reino de Cadah, los habitantes del reino estaban prácticamente acostumbrados a verla caminar libremente por las calles.

Se adentró en el enorme edificio y saludando a los alumnos llegó a la Sala de Maestros, dónde todos la recibieron cálidamente. Conversó un rato con sus colegas hasta que cada quien se retiraba a sus respectivas clases. Debía admitir que las primeras semanas como maestra todo era muy raro, algunos alumnos no creían que ella tuviera lo necesario para enseñarles algo, pero en poco tiempo demostró no solo su conocimiento sino su capacidad para ayudarlos a aprender y a entender los temas.

Si bien, no era la maestra perfecta trataba de hacer su mejor esfuerzo y se llevaba bien con los demás maestros. Fue difícil para todos acostumbrarse a su presencia cómo una persona normal y no tanto como princesa, sin duda ese titulo aún le causaría problemas por el resto de su vida, pero ahora no le molestaba tanto.

—Profesora... –Hai alzó la vista hacia una chica casi al fondo del salón.

—¿Si, señorita Brown?

—Tenemos unos compañeros nuevos de intercambio que no nos creen que ustedes es la princesa, hermana del Rey Noah –dijo con diversión.

Hai sonrió de lado y carraspeó para usar su acento y tono elegante.

—Bueno, no podemos culparlos porque hasta a mí me parecería sorprendente y hasta imposible que una princesa fuera maestra en una universidad –se acercó a los jóvenes –. Bienvenidos al Noble Reino de Cadah y a la Universidad, muchachos ¿Dónde se hospedan?

—En el edificio de la calle de abajo –dijo uno de ellos con acento australiano, Hai sonrió.

—Entonces, los veré por ahí más tarde. Ahora, continuemos con la clase –y volvió a su tono local y más informal mientras caminaba hacia su escritorio y continuaba con la clase.

Tales of Cadah |#4| © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora