DS. Dudas y aclaraciones

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Cuando Gabriel se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se apartó inmediata y totalmente avergonzado.

—En verdad lo lamento, Patrick. Debí haberte comentado sobre mis preferencias desde hace tiempo y yo... –lo miró a los ojos pero Patrick se escurrió hacia el suelo quedando sentando.

Aún estaba procesando no lo que había pasado, sino lo que estaba sintiendo. Y no podía aceptarlo. ¿Qué dirían sus padres de ello? ¿Su primo? ¿Sus tíos? ¿Sus abuelos? No podía estar pasando esto, él no podía ser...

—¿Patrick? –alzó su mirada del suelo hacia el joven con rasgos asiáticos que lo miraba preocupado –¿Estás bien?

—Yo... ¿Porque... Porque lo hiciste?

El más alto soltó un suspiro y se sentó frente a él.

—Primero quiero discúlpame, en verdad no quise asustarte, Patrick. Pero... La verdad es que soy homosexual y bueno... me gustas.

Patrick sintió sus mejillas arder.

—Sé que debí haberte lo dicho de otra manera. Sé que tal vez lo que hice te haya incomodado o molestado, yo...

—No me molestó... –murmuró –. Estoy confundido...

—Lo lamento, en verdad Patrick.

—¿Cómo supiste que eres... Homosexual?

El más alto volvió a suspirar.

—Siempre supe que era diferente de mis amigos, compañeros, mi hermano... Durante la secundaria comencé a sentirme atraído hacia un chico de un grado mayor. Me ponía nervioso al estar con él y me parecía atractivo, guapo. Cuando comencé a acercarme a él, me di cuenta que definitivamente me gustaba, pero la homosexualidad no es muy bien vista en China, mucho menos en mi familia.

>Durante unos meses lo oculte, pero cada vez era más difícil. Cuando lo confesé mis padres... Se molestaron tanto que me echaron de la casa, mi hermano dejó de hablarme pero la única que se mantuvo a mi lado aceptándome tal y como soy fue mi abuela.

—Ella decidió que nos mudaríamos a Inglaterra y eventualmente a este reino –suspiró y alzó la vista hacia Patrick –. De verdad lo lamento, Patrick.

—Deja de disculparte, no has hecho nada malo –afirmó con vacilación.

—Creo que mejor debería irme... –intentó levantarse, pero Patrick lo detuvo.

—No te vayas, por favor... No estoy molesto contigo, XiaYuan.

Hasta ese momento, miró a su al rededor y recordó qué estaban haciendo en la parte más escondida de la biblioteca. Sin soltar su mano se levantó y luego lo animó a hacer lo mismo.

—Deberíamos continuar con el trabajo.

Cuando XiaYuan vio la sonrisa calmada de Patrick, algo en su interior se estremeció. Acababa de besarlo y confundirlo totalmente, pero aún así le sonreía con esa tranquilidad. Definitivamente ese chico era increíble. Caminaron lado a lado hacia la mesa dónde habían dejado sus cosas y continuaron con el trabajo.

Patrick aún era un manojo de nervios, dudas y ansiedad. Seguía sumamente asustado, pero ver a ese joven asiático frente a él le llenaba de calma. Solo esperaba que pronto pudiera aclarar su mente y hablarlo con alguien más, su primo por ejemplo, aunque desde hacía días que Félix parecía estar en las nubes y nadie sabía por qué.

—Félix, hoy tendré un rato libre. Podríamos revisar el mantenimiento de metrología –dijo su padre mientras se sentaba a la cabeza de la enorme mesa.

Tales of Cadah |#4| © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora