Tales of Cadah |#4| © TERMINADA

DS. "Lamento ser así"

Luego de varios días saliendo y meditando su situación, Patrick por fin se armó de valor y se plantó frente a sus padres que conversaban en el comedor.

—¿Qué sucede Patrick?

—Am...yo... Quería... –al escuchar su temblorosa voz, Hai y Jake se miraron, el mayor se levantó y dio unos pasos hacia él.

—¿Todo está bien hijo? –Patrick comenzó a sudar.

—Yo... –alzó la vista a su padre, pero inmediatamente la desvío –Quería preguntar si podrías llevarme al Castillo. Necesito hablar con Félix –Jake parpadeó sorprendido pero asintió.

—Desde luego, dime en cuando estés listo.

—Ya lo estoy –mencionó. Jake extrajo las llaves del auto de su bolsillo.

—Bien, andando entonces.

Salieron de la casa bajo la compasiva mirada de Hai, quien se dispuso a continuar con su trabajo de la Universidad. Patrick miraba fijamente hacia fuera mientras su padre conducía en silencio con dirección al Castillo.

—¿No es un poco temprano para hablar con Félix? Sabes que los sábados aprovecha para despertarse tarde.

—Lo sé, pero en verdad necesito hablar con él.

Jake le palpó el brazo.

—Lo entiendo, hijo. Llegaremos pronto –y en cuanto lo hicieron Patrick hizo amago de bajar corriendo pero Jake lo detuvo –Patrick –el pelinegro se asomó.

—¿Si?

—Hijo, sabes que cuentas con mi apoyo en absolutamente todo. Cuando tú estés seguro de hablar, yo estaré ahí para escucharte.

—Lo sé... Lo haré pronto, lo prometo, papá –Jake le sonrió y le estiró su puño, al instante Patrick lo chocó con el suyo y cerró la puerta. Jake arrancó con dirección a la salida del Castillo Miller –. Ojala fuera tan facial hacerlo...

Dio la vuelta y entró al Castillo, al instante un mayordomo se acercó a él.

—Bienvenido, alteza ¿Puedo ayudarle en algo?

—Quisiera hablar con mi primo, es algo... Urgente...

—El príncipe Félix se encuentra cerca de la cocina, si me permite iré a buscarlo enseguida.

—Lo agradezco.

Patrick sintió una pizca de arrepentimiento, probablemente su primo estuviera con Ciara y él iba a molestarlo con sus cosas. ¿Cómo se le ocurrió venir hasta acá solo para interrumpir su posible cita? ¿Se enojaría con él por eso? Y aún peor ¿Se decepcionaría cuando le dijera su secreto? ¿Cuál será su reacción? ¿Lo rechazaría? ¿Lo odiaría?

—¿Patrick? –fijó su mirada en su primo quien estaba preocupado –¿Estás bien? Estás pálido, parece como si hubieras visto un fantasma.

—Ah... Yo... –se detuvo al ver a unas mucamas pasar por su lado.

Félix en verdad estaba preocupado, su primo estaba actuando bastante raro y parecía sentirse mal, por lo que lo tomó del brazo y lo condujo a una de las Salas dónde inmediatamente cerró la puerta. Patrick comenzó a respirar agitado y caminar de un lado a otro.

—Patrick ¿Qué sucede? –al mirar esos ojos azules que desbordaban preocupación, Patrick rompió a llorar. Félix se quedó helado, pero aún así fue a tomarlo de los brazos –Patt... ¿Qué pasa? Dime qué sucede. No puedo ayudarte si no me dices qué está pasando.

Tras un par de respiraciones, el chico se calmó y reunió el valor para alzar la mirada.

—Tengo que decirte algo... Esto es... Demasiado difícil para ti –Félix sentía una punzada de preocupación y enojo al ver las lágrimas de su primo. Definitivamente iba a encarcelar a quien se atrevió a hacerlo llorar.