La noche marcaba un peso gigante sobre mis hombros, como si la culpa de todo lo que ocurrió hoy fuera mía, ni la ducha calmó mi ansiedad.
Bueno, aunque ¿Cómo podría calmar la ansiedad siendo que al final tengo que convivir con Anastasia y Cariem? Pienso que me encerraron en una jaula con leones hambrientos, el problema, es que me dejaría comer.
Suelto un suspiro, mientras me ato el cabello en un moño, me acomodo en el amplio sofá de la sala, mientras mis ojos dan a las paredes de vidrio que me permiten ver todo el pomar que rodea la casa de Cariem.
Cuando dijeron que vendríamos a una cabaña, la imaginaba mucho más modesta, ¡Sí! es estúpido pensar en que alguien de La colmena tendría algo <<Modesto>> Esta cabaña, fácilmente podría ser un hotel.
El olor a la comida inunda el lugar, y me da un extraño alivio, como si eso fuera una muestra de cariño, de protección, de cuidado.
—¿No eres alérgica a los hongos verdad, Thalia? —La voz de Cariem viene desde la cocina, yo cierro la tapa del libro que estaba leyendo y me volteo a ver hacia él, quien tenía en la mano un cuchillo.
—No, no lo soy.
—¡Qué bueno, porque ya los puse a cocinar!
El moreno sonríe y eso provoca que mi interior se remueva, dejando que la calidez vuelva a inundarme al ver lo guapo, galán y genial de un hombre como Cariem.
<<No te enamores Thalia>>
Vuelve a meterse a la cocina y escucho que comienza a trocear algo, así que apoyo mis codos sobre el respaldero del sofá, apoyo mi mentón y lanzó mi pregunta.
—¿Necesitas ayuda?
—¿Alguna vez cocinaste? —pregunta sin salir de la habitación, y su voz se mezcla con el crepitar de la sarten.
—No...
—Entonces sólo quédate ahí.
Sus palabras me ofenden un poco, pero también recuerdo que mi padre siempre decía <<Más ayuda el que no estorba >> cuando me metía en la cocina y miraba a las mujeres que trabajanan en casa.
Decidí no responder y me puse a leer de nuevo el libro de medicina que tenia en mi regazo, aunque no me presente al examen, quizás ocurra un milagro y si pueda ir a rendir.
—Bien, la cena estará en 20 minutos —dice Cariem mientras viene hacia mi, pero sus ojos están afuera, sigo la misma dirección hacia donde está atento y logro divisar el brillo de un cigarro y la pantalla de un celular. La figura de Anastasia se me hizo familiar allí —. Voy a tomarme una ducha, no te preocupes por la comida, ya programé la cocina para parar cuando todo esté listo.
—Ok, ok —aseguró mientras lo veo caminar en dirección a las escaleras de madera que lo llevaran a su cuarto.
Cuando la figura de Cariem desaparece, vuelvo a mirar hacia Anastasia, ya solo veo la colilla del cigarro volar por los aires, y el teléfono siendo guardado en el bolsillo de sus shorts.
ESTÁS LEYENDO
Los secretos de La Colmena [Libro 2]
FantasyHan pasado 7 meses desde el ataque al panal, muchas cosas cambiaron en el internado, por sobre todo la seguridad y el accesos. Luriel Gianti e Iracema Asturia se van a encontrar con mil desafíos más. ¿Serán capaces nuestra Guerrera y el Cario de co...