Las velas rodean el lugar, estamos en el balcón de la habitación de Cariem, rosas, miel, canela, todo ubicado de forma estética.
En el centro hay una pequeña pileta de mármol cargada de agua y nada más.
Anastasia está parada de un lado, y Cariem del otro, ambos con velas en sus manos.
El reloj acaba de dar a las 3:00 en punto, y con ello el viento comienza a sacudir las hojas de las plantas, agita el agua de la pileta y el frío invade mi piel, la cual se eriza al segundo.
—Bienvenidos —La voz de Verena hace que los tres miremos a la miremos, y mi cuerpo ya tiembla. La vergüenza ya se adueñó de mi —. Bien, bien, veo que el hechicero reconoce este ritual. Tenemos todo lo que necesitamos...
>>Dos meztino, una bruja auris, agua, rosas, velas, y la brisa de la noche.
>>Vestidos los tres de blanco. Sal rodeando la bañera, una silla... y el deseo sexual elevado a los cielos.
Cuando dijo eso no pude evitar sonrojarme, porque la verdad es que sí, toda la tarde soñé estar de nuevo en medio de esos dos, y mis ganas de volver a experimentar el placer estaba a tope.
Verena viene a mi, me rodea, flotando en el aire. Acomoda mi cabello y con la yema de su dedo acaricia mi cuello, como probando si realmente estoy lista para sea lo que sea que vayamos a hacer.
—Bien, niña —me susurra al oído —. Estas limpia, ahora... yo te voy a otorgar mis poderes para que tu alcances los tuyos... pero a cambio quiero una cosa.
Cariem me observa con detenimiento, era esto lo que él temia desde el inicio, el intercambio con la bruja.
—Yo me convertí en un espíritu errante a causa de una pelea i justa, y quiero volver a mi tiempo, en mi cuerpo y a mi hogar... y para ello, en la primera parte del ritual, debo poseerte.
Eso no lo sabía... Cariem sigue mirandome, ofreciéndome ese gesto de condescendencia, como diciéndome que si no acepto lo va a entender. ¿Me sigue creyendo débil?
—El precio es alto... —Verena confiesa —. Porque te va a cansar, yo debo usar tu cuerpo, para volver a mi época, manifestándome a través de tu placer.
>>Esperé siglos por una bruja auris, por que sólo tú cuerpo puede ser mi recipiente... puedo esperar otros siglos si es que no quieres... Thalia.
—Yo no doy pasos atrás Verena, si estoy aquí, es porque lo voy a terminar. Haz lo que debas hacer.
—Es justo lo que quería escuchar... bien... al agua —ordena el espíritu.
Cariem y Anastasia se ponen de rodillas cuando yo obedezco y entro a la pileta. El vestido blanco se trasparenta y las cuerdas que rodean la piel de mi cuerpo se hacen visibles.
—Quítate esa ropa, Thalia —Verena habla fuerte y claro —. Cuando yo haya terminado, la quitan del agua y continúan con el ritual, ya saben, mientras los 3 no lleguen al mismo tiempo... ella no será auris, ni ustedes meztinos.
>>Podrán ser horas, se darán cuenta que ha finalizado, porque a la altura de su esternón, se tatuará la frase Servus auream.
>>Ahora, querida Thalia, prepárate para sentir al universo entero en tu cuerpo.
La bruja no dio tregua, fue directo a mis labios, su boca era caliente, y ella olía a azahares, su piel se hizo tangible y al segundo sentí el fuego correr mi cuerpo.
Coloco una mano en mi cuello, y en ese preciso instante ella se deshizo en mi interior. Tal como ella lo había prometido, el universo se hizo en mi.
Mis manos viajaron bajo el agua al centro de mi entrepierna y dd mis labios salían palabras que yo no comprendí, el agua fue elevándose a lo alto, las velas se apagaron y un cántico ancestral llegó a mis oídos.
De la nada, ya no estaba en el balcón de Cariem, ahora estoy rodeada de cadenas, que sostienen mis manos y mis pies.
El olor a humedad, podrido y orina llegó a mi, mis ojos comenzaron a distinguir el lugar, es un calabozo y a mi alrededor hay más cuerpos de mujeres atadas, seis para ser exactos.
Yo seguía repitiendo palabras que no tenían significado para mí, mientras por momentos veía mi realidad y en otros veía el calabozo.
El aroma a Azahares se volvió más fuerte sobre los desagradables, y cuando mi cuerpo alcanzó el clímax absoluto, las cadenas que me sostenían se rompieron. Me puse de pie, abrí mis brazos y el cántico ahora salía de mi boca, no estoy segura de las palabras que pronunció, pero tengo la certeza de que estoy liberando a las prisionera, y proclamó la libertad de esas mujeres.
Mi cuerpo es rodeado por el brillo intenso característica del oro, y cuando el resplandor desaparece las siete presentes estamos limpias, vestidas decentemente y volviendo a oler a flores.
—Haz salvado a las brujas —dice Verena en mi interior —. Y por ello, las siete te ofrecemos nuestros dones. Bruja Auris, tú eres libre, de credos, no hay ataduras para ti, ve y salva a todo aquel que merece de tu piedad y destruye a quienes matan a tus hermanos y hermanas. Contempla tu placer y eleva tu cuerpo como tu templo, disfruta de cada beso, de cada vez que el placer salga de tu boca, da y recibe.
>>Convierte el caos en orden y el orden en caos, pero nunca olvides que en tus pies se encuentran escritos los rezos de tus ancestros.
>>Ya no hay favores, Thalia Gianti, estamos a mano.
>>Nos vemos cuando el universo vuelva a conectar nuestras vidas.
En ese mismo momento, fui expulsada del cuerpo de Verena, vi a las 7, colocarse el circulo, tomarse de las manos e invocar una gran luz que se instaló en medio de ellas.
El viaje de regreso a mi tiempo, estuvo acompañado de las imágenes del castillo rodeado de soldados custodiando el lugar, el bosque frondoso, dominado por criaturas terrible, y el paso del siglos con mil saberes que no tenía idea que los podía tener.
Un golpe seco, me trajo de regreso a mi cuerpo, estaba bajo el agua, por lo que salí de forma abrupta. La respiración está agitada y mi cuerpo cansado, ahora entiendo porqué tenían miedo que lo lo aguante hasta el final, sin embargo, toda esta experiencia solo me ha dado ganas de comenzar mi ritual. Si ya tengo los dones de las 7, nada va a impedir mi acceso.
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Los secretos de La Colmena [Libro 2]
FantasiaHan pasado 7 meses desde el ataque al panal, muchas cosas cambiaron en el internado, por sobre todo la seguridad y el accesos. Luriel Gianti e Iracema Asturia se van a encontrar con mil desafíos más. ¿Serán capaces nuestra Guerrera y el Cario de co...