Inaceptable

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Miro a mi hermana, suelto la cuchilla que tenía en mi mano y corro hasta su cuerpo languidecido, la tomo en mis brazos y me percato de que tienen una herida en la frente, por el golpe se le abrió la piel. 

¡Maldita sea!

Coral deja de realizar el ritual de desbloqueo y viene junto a mi a ayudarme con la herida de Jazmín. La puerta se abre de golpe y es la Señora Eirase, el chal blanco que cobre su cuerpo vuela en el aire cuando se acerca a nosotros, aparta a Coral y pasa su mano sobre la herida de la frente de mi hermana cerrando la abertura y limpiando la sangre. 

La anciana me observa y está por poner su mano sobre los ojos de Jazmín para despertarla, pero yo la detengo de un manotazo, ella no intenta ocultar su alegría, y satisfacción al notar mi furia. 

—¿Cómo te atreves? ¿Quién te crees que eres? —pregunto con enojo.

—¿Quién me creo? ¿Te estás escuchando Daniel? yo soy pariente de Eirú.

—Desterrada, eso es lo que eres...

—Fuera o no de La Colmena, tengo más derechos sobre esos poderes que tú, mata abeja. Tu hermana es un elemento valioso en nuestra guerra.

—Es solo una niña —digo entre dientes apretando con más fuerza la muñeca de la mujer, ella ni se inmuta por la presión que ejerzo.

—¡Basta los dos! —Coral se interpone y aprieta mi mano para que suelte a la anciana.

Miro a Coral con desprecio, por que estoy seguro que ella estuvo de acuerdo con esta locura.

—¡¿Cómo carajos se atreven?! ¿Quiénes se creen que son? —pregunto gritando a ambas mujeres mientras sostengo a mi hermana en brazos.

—Ella... —habla Coral acercándose a mi—, es más valiosa de nuestro lado que siendo solo una humana a la que mueves a tu atonjo y conveniencia. ¿No te das cuenta? Estamos desperdiciando recursos Daniel.

—Y ustedes están pisando sobre mis deseos, y los de mi familia...

—De hecho —añade la abuela de Orkias—, fue tu madre quien nos dio el consentimiento.

La indignación se apoderó de mi, mi rostro cae con frustración, mientras admiro a mi hermana desvanecida en mis brazos. ¿Cómo es que mi madre decide arruinar la vida de Jazmín de esta manera.

La rabia se apodera de mi, en lo que me levanto del suelo con mi hermana en brazos. Ofrezco una mirada de desprecio a las mujeres que están delante de mi.

—Pierdes el tiempo haciéndote el enojado —dice Coral con tono desafiante.

Eso hace que me gire hacia ella y con todo el enojo acumulado suelte mi veneno.

—¡Voy a borrar la memoria de Jazmín! Y tú vas a limpiar este desastre, no quiero ver una puta gota de sangre.

—Tú no me vas a dar Órdenes mata abeja rastrera —contesta y a su alrededor se enciende una llama roja, olvidé que ella es capaz de manejar sus emociones y materializarlas—. Eres un insignificante peón en este juego de ajedrez Daniel, te recuerdo que si estamos aventajados es gracias a mi inteligencia y mis estrategias.

—¡Es gracias a que no tienes escrúpulos y sólo buscas vengarte de Mortel! —respondo

—Sigue siendo inteligente —completa  Eirase—, no te hagas de importante aquí Daniel, somos nosotros los que tenemos el control ahora y lo sabes.

—Cuando vea al panal en cenizas... les daré el crédito —digo entredientes—. Por ahora solo son patrañas. Y más vale, por todos los cielos que se dejen de hacer estupideces...

Los secretos de La Colmena  [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora