Iracema volvió esta mañana junto a nosotros, supuestamente iba a quedarse con Luriel, pero al final decidió que lo mejor era darle su espacio. Me parece que es lo correcto, la verdad es que se lo iba a recomendar.
Quedamos que nos íbamos a encontrar en unos minutos para ir a entrenar con Gustavo, Zunú y Juanjo en las inmediaciones del templo, hoy queremos repasar formas de invocaciones de armas y el uso de protecciones. O al menos es lo que pedimos a Zunú que nos enseñe.
Me siento en la ventana, y desde aquí puedo ver a todos los estudiantes que están en el patio, muchos esperando que llegue el momento para ir a entrenar con sus tutores, al igual que nosotros. Desde aquí veo a Katú caminar con la mirada perdida en el pasillo, eso sólo significa que ya vió a Iracema por allí.
Me llevo el dedo pulgar en la boca y muerdo mi uña, pensando en cómo se debe sentir al ver a su amor no correspondido, porque yo me siento algo así al ver a Juanjo. Estos últimos días han sido terribles para mi, porque he trabajado de cerca con él.
Hay momentos en los que me gustaría decirle lo que siento, o simplemente saltar a sus labios cuando lo oigo hablar tan apasionadamente de sus conocimientos sobre armas ancestrales.
Si, también ha sido un pesar terrible, porque no solo me he dado cuenta que me gustas demasiado, si no que también Gustavo me mira, y creo que le gusto, lo cuál hace de esto un terrible lío en el que no me quiero meter... pero estoy hasta el cuello del embarrada.
—¡Hey! —hablando de rey de Roma, Juanjo me saluda, no disimulo, volteo y sonrío al verlo —¿Cómo estás Jose? ¿Ya sabes si llegan los demás? —pregunta apoyando sus codos a mi lado y observando también hacia el patio, creo que está viendo a Mónica.
—Ummm, sí, ya van llegando creo, la verdad es que no le escribí a nadie...
Él saca el celular de su bolsillo, y una parte de mi se desilusiona por ver como no quiere estar a solas conmigo. Intento no ver lo que hace, pero la verdad es que veo cómo tira un Sticker a Mónica, no es ni siquiera romántico, es sólo un Sticker que dice: Ve a entrenar. Pero no hace falta que haga más, es evidente que le gusta.
Al segundo le llega la respuesta, no alcanzo a ver, pero seguido a ello le llega otro par de mensajes, a los que responde con un audio.
—¡Felicidades perro! me alegra un montón que tus hermanos hayan nacido sanos y salvos, gracias por compartir la noticia.
Cuando él envía el mensaje, mi celular también vibra, lo quito del bolsillo y veo que se trata del grupo del colegio, el mensaje anunciaba que estaríamos son clases varios días y que los hijos de Orkias ya nacieron.
Ya lo sabía, hace más de cinco horas, había llamado a mi primo y a mi tía a felicitar. Pero bueno, imagino que esperaron por razones obvias para dar el anuncio oficial ante La Colmena.
—¡Qué emoción! —dice Juanjo—. La verdad que el nacimiento de unos niños no me iban a poner tan feliz. Pero desde que pasan cosas horribles y que nos cazan día tras día, es un motivo para celebrar.
—Sí lo es... —respondo mientras lo veo volver a acercarse.
—¡Ay! Soy torpe, a tí también te debo felicitar Jose, son tus primos. ¡Felicidades!
Abre los brazos y no dudo en arrojarme a ellos, aprovecho el gesto y recojo con mi olfato las partículas de su aroma, este chico siempre huele bien. No quiero soltarlo, pero ni bien siento que afloja el agarre, yo hago lo mismo.
Imagino que debo estar súper roja, por que mi corazón está al galope luego de haber estado en sus brazos. ¡Mierda Josefina! ¿Cómo es que el chico te puede tanto?
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Los secretos de La Colmena [Libro 2]
FantasyHan pasado 7 meses desde el ataque al panal, muchas cosas cambiaron en el internado, por sobre todo la seguridad y el accesos. Luriel Gianti e Iracema Asturia se van a encontrar con mil desafíos más. ¿Serán capaces nuestra Guerrera y el Cario de co...