Capítulo 34: Solo llora

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El silencio se sentía tenso, demasiado tenso.

Nadie hablaba.

Nadie hacía nada.

Emma seguía tocando su vientre mientras lloraba.

—El cu-cuarto dices.—repitió Gilda sorprendida.—¿Entonces los otros 3...?

—Ellos viven aquí conmigo.—le dijo Emma mientras bajaba la mirada.

Con algo de temor Emma se secó las lágrimas y sujeto su delantal.

—No soy la mejor hermana ya que los dejé, no soy la mejor amiga por que los abandoné, ni siquiera soy la mejor humana ya que le entrego mis niños a esos Demonios.—dijo ella con clara tristeza.—Pero por lo menos quiero ser la mejor Mamá para mis hijos,bno solo para los que lleve en mi vientre si no para todos los que viven aquí.

Emma sujeto su delantal con fuerza y una imagen vino a su mente.

El reloj.

El reloj que de hecho era un rastreador pero Emma no podía evitar imaginar los números y las manecillas.

Manecillas que se solían moverse cada día, cada hora, minuto y segundo.

Dándole a entender algo.

El tiempo se acababa.

Emma podía sentir como las lágrimas amenazaban con salir, al mismo tiempo que oía un Tick Tack interminable.

Emma podía sentir como las lágrimas amenazaban con salir, al mismo tiempo que oía un Tick Tack interminable

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—No sé si están felices de verme.—dijo ella mientras soltaba su delantal.—Pero yo sí lo estoy y necesito... necesito que me hagan un favor.

Emma junto sus manos con fuerza.

"Por favor... por favor digan que sí, ya no quiero seguir entregando a mis hijos, ya no más... ya no puedo más..." Pensó Emma con dolor.

Yūgo miro a la muchacha en silencio.

Él sabía quién era ella ya que los niños solían hablar mucho de ella.

Los niños...

Cuando los conoció por primera vez él los había despreciado.

No los quería cerca suyo y los trataba mal, incluso les ponía apodo como a Ray que lo llamó "Emo Cíclope" o a Gilda que llamo "Nerd Cuatro Ojos".

O los amenazaba.

O los amenazaba

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Mis amados niños (Yakusoku no neverland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora