Mis amados niños (Yakusoku no neverland)

Capítulo 37: Debo ser yo

Emma abrió sus ojos con dificultad, los sentía pesados de la misma manera que los había sentido años atrás cuando lloraba por noches enteras.

Se sentó en la cama y se limpio las lágrimas.

"¿Qué paso?" Se preguntó mientras se paraba.

Un llanto la terminó sacando de su confusión, rápidamente se acercó a las cunas y vio a Christian llorando fuertemente.

Lo cargo en sus brazos y empezó a tararear la canción de siempre, a los pocos segundos el bebé estaba más calmado.

Los recuerdos de ayer llegaron en forma de avalancha.

La desaparición de Sarah, como había ido a buscarla y el reencuentro con...

—¡Chicos!—dijo entre feliz y alterada mientras salía de la habitación con el niño en brazos.

—¡Mamá!—le gritó Annie que venía corriendo hacia ella.

La niña estiró sus brazos y abrazó a Emma.

—Que bueno que despertaste ¿Qué vamos a desayunar?—le pregunto la niña mientras lo veía.

Emma sonrió, se agachó y abrazó a Annie aún con Christian en brazos.

—Buenos días Annie.—le dijo mientras la sujetaba con fuerza.

Soltó a la niña y vio como Annie cargaba al bebé.

—Ven mamá.—dijo Annie mientras le sujetaba de la mano.

—Ah, me tengo que vestir.—dijo Emma dándose cuenta que aún estaba en pijama.—Annie por favor ve a poner la mesa con tus hermanos.

Annie asintió con la cabeza y se fue de allí con Christian en brazos.

Emma regreso a su habitación y rápidamente se baño,bse vistió y en segundos estaba lista.

Salió del baño y reviso a los bebés, aún dormían.

Dió un pequeño suspiro y con nerviosismo salió del cuarto.

Tenía que ver al grupo de recién llegados.

A pasos ligeros se acercó a la habitación.

Tocó 2 veces y la puerta se abrió.

Era Gilda.

Antes de poder decir o hacer algo Emma fue abrazada por Gilda.

—Eres real.—fue lo único que dijo mientras la acercaba a ella.

Emma no dijo nada solo correspondió al abrazo.

Norman salió de la habitación y vio a ambas mujeres.

—Buenos días Emma.—le dijo sonriendo.

Terminaron el abrazo y Emma sonrió,a los segundos salió Ray.

—Buenos días.—les dijo mientras daba una pequeña sonrisa.

—Los niños están preparando el desayuno.—les informó Emma.—Voy a hablar con ellos cuando terminemos.

—Nosotros podemos esperar aquí arriba si quieres.—le dijo Gilda.

—¿Esperar que?—le pregunto Don mientras salía de la habitación dando un bostezo.

—Emma va a hablar con los niños.—le explico Ray.

Yūgo salió de la habitación pero no dije nada, solo se apoyo en una de las paredes.

—Emma.—la llamo Gilda nerviosa mientras sujetaba la mano de su hermana.—¿Estás segura... de esto?

Todos miraron a Emma quien solo dió una sonrisa triste.