Capítulo 28: El ataque de los niños

2.4K 262 84
                                    

Emma vio en silencio como Ray trepaba por el árbol y le tiraba las cosas a Don y a Norman quienes la atrapaban.

Gilda le estaba sujetando la mano mientras que Yūgo veía el terreno.

"El lugar es grande y espacioso, tienen comida, agua e información... este plan podría funcionar... solo si ella no a cambiado." Pensó Yūgo seriamente mirando de reojo a Emma.

—Todo listo.—dijo Ray mientras bajaba del árbol.—Ahora al orfanato.

Emma asintió con la cabeza para después empezar a caminar.

Aunque ella realmente no quería hacer eso.

¿Cómo iba a poder explicarle la situación a los niños?

¿Cómo iba a hacerles frente cuando ellos descubrieran la verdad?

¿La iban a odiar? Claro que sí.

La verdadera pregunta era:

¿Iba a poder soportar su odio?

Había criado a esos niños desde que eran bebés.

Los había visto crecer tanto físico como mentalmente.

Ellos eran sus hijos.

Ella los amaba.

Emma camino en silencio pero el nerviosismo que sentía era demasiado.

No logro dar ni 3 pasos cuando un mareo la atacó seguido de la imagen del pequeño Ray que estaba en una visión horrible.

Ray, el menor de sus hijos estaba llorando mientras abrazaba la cabeza decapitada de Alicia.

A su lado estaba el resto de los cuerpos de los demás niños.

Emma estiró su brazo para poder alcanzarlo.

Quería protegerlo del ser que estaba detrás de él con la boca abierta, listo para decorarlo.

—¡EMMA!—escuchó que la llamaban.

Abrió sus ojos y se dio cuenta que Ray y Norman la veían con preocupación.

—Emma.—le llamo Gilda a su hermana.

—Tranquila.—le dijo Emma mientras se paraba.

Ray que la había atrapado antes de que cayera desmayada, la tenía abrazada pero cuando Emma se paró el joven la dejó.

—Solo deben ser los nervios.—le dijo ella mientras empezaba a caminar nuevamente.

Norman y Ray se miraron por unos segundos para después empezar a caminar dejando a Emma al medio de ambos, si se volvía a desmayar entonces la iban a atrapar.

Don y Gilda en cambio se pusieron a hablar con Yūgo sobre el terreno del orfanato.

—El jardín se ve igual que antes.—le dijo Don emocionado a Yūgo.—El bosque y el muro no ha cambiado.

—Quisiera saber si la casa ha cambiado en algo.—dijo Gilda mientras se acomodaba una de las mochila.

—Aunque suene extraño.—le comento Don.—Quisiera que estuviera igual que antes.

A pesar de que los 3 hablaban entre ellos la tensión aún era presente.

"Niños." Pensó Emma prepcupada por la reacción de sus hijos e hijas.

"Al parecer nada a cambiado a través de los años... ni siquiera Emma." Pensó Norman mientras veía a su alrededor para después ver a su hermana.

"Ella aún es una niña... sigue siendo Emma aún si es una mamá." Pensó Ray que caminaba en silencio.

—¡Phil!—grito una voz infantil.

Pero gracias a esa voz fue que Norman logró esquivar el ataque sorpresa que iba a sufrir.

—¡Al ataque!-—grito una voz y de unos arbustos salieron varios niños.

—¡Al ataque!—al grito una segunda voz.

En unos segundos el grupo terminó bajo ataque.

El ruido de cosas rompiéndose era lo único que se oía junto con unos gritos infantiles.

Norman que había esquivado el ataque miro a su atacante.

Era un niño que sujetaba una cuchillo entre sus manos y lo miraba fijamente.

—¡Phil!—grito Emma al ver a su hijo mayor.

—¡No te preocupes mamá!—le dijo Annie que estaba tirándole a Don los pocos pedazos de platos que aún quedaban.

Después de haber tirado los platos la niña había agarrado los pedazos rotos para volver a tirarlos.

Donald le había lanzado pedazos del vaso roto a Yūgo mientras usaba el tenedor para amenazar a Don.

Daniel en cambio le había tirado los platos a Gilda y ahora sujetaba los pedazos para amenazarla.

—Niños no vamos a lastimarlos.—le dijo Don que tenía los brazos en alto, el niño al frente de él se veía algo amenazante con ese tenedor.

—¡Mentirosos!—les dijo Erukiel que sujetaba los pedazos de los vasos rotos y se acercaba a Yūgo.—¡Se llevaron a mamá y le hicieron daño!

—¡Niños estoy bien!—le dijo Emma que había abrazado a Phil por la espalda para evitar que volviera a atacar a alguien.

Ray se acercó a Daniel y lo sujetó desde la espalda.

—No somos malos.—les dijo Ray tratando de calmar a los pequeños.

—¡Annie!—Grito Daniel con algo de miedo.

La niña molesta sacó el cuchillo que llevaba oculto en su zapato y se acercó corriendo a Ray para atacarlo.

Emma vio como una de sus hijas se acercaba a Ray para atacarlo por lo que soltó Phil y se acercó corriendo a la niña.

—¡ANNIE NO!—le grito Emma mientras sujetaba el cuchillo desde la punta.

En unos segundos la ropa de Annie terminó con sangre de Emma ya que el cuchillo terminó enterrado en la mano de la mujer.

—Mamá.—dijo Annie asustada al ver que el cuchillo estaba enterrado en la mano de su madre.

—¡Mamá!—grito Phil asustado mientras  corría hacia ella.

Los niños dejaron el ataque hacia el grupo y se acercaron corriendo hacia Emma.

—Mamá lo siento.—le dijo Annie asustada mientras veía la herida.

—Tranquila.—le dijo Emma mientras sonreía.

—¡Pero el cuchillo...!—la frase que dijo Daniel quedó incompleta ya que el niño solo veía la sangre.

Phil solo miraba la herida con sus 2 ojos bien abierto.

—Emma.—le llamo Norman mientras se le acercaba.—Deja que Gilda te vea la mano.

—Sí, Anna me enseñó un poco de medicina antes de que saliéramos.—le dijo Gilda.—Me lo enseñó en caso de que alguien se fuera a lastimar.

—Gilda.—dijo Emma en un susurro algo sorprendida, la joven madre al oír las palabras tanto de Norman como de Gilda se había dado cuenta que sus hermanos y hermanas habían aprendido mucho a través de los años.

"Quisiera saber cómo es que se encuentran Anna, Nat, Chris, Eugene, Alicia y el resto... quisiera saber cuanto han cambiado en estos años." Pensó Emma seriamente.

La joven no se dio cuenta que Phil se había acercado a ella y le había sacado el cuchillo que estaba enterrado.

—¡Phil!—le gritó Donald algo molesto al ver que la sangre de su madre caía hacia el suelo.

El cuchillo se había enterado justo en la palma de Emma, si bien la herida se veía fea no era tan grave ya que el cuchillo no había daño la mano seriamente.

Phil sujeto la mano de Emma y acercó su boca justo a la herida.

Suavemente acercó sus labios a la herida y empezó a chupar la sangre de Emma.

Mis amados niños (Yakusoku no neverland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora