Tae sopló sobre el líquido amarrillo antes de tomar un sorbo de su té. Cerró los ojos disfrutando del momento de tranquilidad que sentía. Su mente aún se sentía un poco borrosa y el dolor de cabeza amenazaba con regresar. Trataba de pensar en nada y en todo a la vez, pero a veces era imposible. La molestia en su pecho era incómoda, pero no podía hacer nada para deshacerse de aquel sentimiento. Cuando abrió los ojos se encontró con su mejor amigo mirándolo con cuidado.
-¿Qué?-Trató de no sonar brusco, pero no se sentía bien y estaba de mal humor
-Entonces.-Dijo sumergiendo un pretzel en un tarro de kétchup. Tae hizo una muesca de asco.- ¿En serio no recuerdas nada?
El omega rodó los ojos y se encogió de hombros.-No, Hobi, no lo hago, ya te lo dije mil veces
-Pero, recuerdas todo, menos a el-
Dijo cortándose de pronto
-¿Menos a...?-Intentó que terminara la frase
-Ya sabes, el día en que tuviste ese accidente.-Respondió sin mirarlo a los ojos y jugando con sus frituras. No sonaba muy convencido, pero qué sabía Tae. No recordaba nada antes de que despertará en el hospital, con su madre muerta de preocupación y con un aparente golpe en la cabeza que lo mantuvo inconsciente durante unas horas
-Bueno, si no pude prestar atención cuando bajaba de las escaleras y me caí, dudo que recuerde siquiera lo que pasó antes de golpearme
Hobi hizo un pequeño puchero y asintió. Era inútil y sabía que no podía forzarlo o decirle la verdad a menos que quisiera provocarle un ataque de pánico. Sin embargo, no era el único decepcionado por su amnesia, el omega se sentía frustrado cuando trataba de pensar el día de su accidente, pero no venía nada a su mente, solo una fuerte jaqueca. Y la historia de haberse caído por las escaleras ni siquiera sonaba real y no entendía por qué un hecho como ese se sentía ajeno si su memoria estaba atroiada de todos modos.
Más tarde esa noche, se encontraban en su habitación mientras Tae intentaba ponerse al corriente con sus tareas, maldijo no haber excluido de su mente las responsabilidades escolares. Hobi simplemente yacía en su cama, acostado sobre su estómago y riendo de vez en cuando. Cuando las carcajadas se hicieron más fuertes, Tae frunció el ceño y se giró sobre su silla desde el escritorio -¿Tienes que ser tan malditamente escandaloso?
-Es divertido, mira.-Dijo mientras agitaba su celular hacía el omega
-Se supone que debes hacer el mismo proyecto que yo y no te veo haciéndolo, deja de perder el tiempo
Hobi rodó los ojos y giró su cuerpo dándole la espalda
-Por dios, que amargado.-Susurró, pero aun así logró escucharlo
-Te escuché
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Noche de Tormenta
WerewolfTae encontró a su alfa de la manera menos esperada. Jungkook solo quería protegerlo de todo y hacerlo confiar en su amor