Tae ni siquiera se movió cuando Jungkook lo llamó de nuevo. Quería salir de ahí y alejarse de él. Le estaba doliendo, pero no sabía si era su traición esa noche y la lejanía que el mismo estaba interponiendo entre los dos.
-Tae, por favor.- Rogó una vez más. El omega sintió náuseas, no quería estar cerca suyo, se sentía inseguro y jamás creyó que aquello fuera posible, pues el alfa fue quien lo protegió durante esa noche.
-Será mejor que te vayas.-Tae agradeció en silencio a su amigo, no se creía capaz de decir algo.
-Tu no te metas.-Gruñó Jungkook y enseguida se dio cuenta de su error. Su alfa estaba alterado
Tae frunció el ceño y se acercó al lobo
-No le hables así.-Dijo mientras encajaba la punta de su dedo sobre su pecho.-É-él solo intenta ayudar, tu alfa traicionero
El omega podría estar herido, pero cuando se enfadaba, la valentía le salía por los poros y no iba a permitir que Hobi fuera herido o insultado. Suficiente tenía con que Jungkook le hubiera mentido. Pero toda su fortaleza se desvaneció cuando los brazos del alfa lo rodearon y lo atrajeron hacia su cuerpo
-Lo lamento, dios, lo lamento tanto, pero tienes que entender
¿Entender? Tae forcejó, pero sintió que el abrazó se volvió más fuerte. -Necesitamos hablar, no puedes simplemente enojarte y no dejarme explicarme, Tae
El omega levantó la mirada, pero miro hacia otro lado, era imposible concentrarse si lo tenía así de cerca.
-No quiero hablar contigo
-Bueno, tienes que hacerlo, así no funcionan las parejas
Sus mejillas se sonrojaron ante esa palabra con p. Lo que tenía ganas era de darle un puñetazo con P mayúscula. El omega se separó un poco, puso una mano sobre su acelerado corazón.
-Las parejas no se lastiman. -Dijo con voz temblorosa. Si Jungkook insistía en su falso juego, él también podría hacerlo, podría seguirle la corriente sobre ser pareja y demostrarle cuán herido estaba
-Tienes que escucharme, lo que viste.-Jungkook tragó saliva.-Es todo un malentendido, no es real-Fue muy real para mí
-Lo único real es lo que siento por ti
Tae bufó y rodó los ojos, quiso deshacerse de su agarre, pero bueno, era un alfa, parecía que Jungkook lo sostenía como si fuera un pulpo.
-Los alfas siempre mienten, creen que un omega es tonto y se puede convencer de cualquier cosa que le digan, porque se supone que nuestro lugar es el de un sumiso, p-pero no es así. Tu y yo no somos pareja y lo que sea que pasó, se terminó.-Dijo sin mirarlo a los ojos, su garganta le dolía al decir esas palabras
-Oh no Tae, no ha terminado porque ni siquiera me diste oportunidad de comenzarlo.-El alfa tomó una de sus manos y besó sus nudillos.-Pero te prometo que en cuanto comience el cortejó, te darás cuenta de que todo lo que digo es verdad. Sabes que eso algo sagrado entre los lobos
Tae ni siquiera podía hablar, el gesto cariñoso del alfa lo había puesto nervioso. Necesitaba controlarse. ¿Podría confiar en él? El omega dudó unos segundos, hasta que las imágenes de Jungkook besando a otra omega invadieron su mente. No, no podría hacerlo. Con un movimiento rápido alejo su mano y se alejó de sus brazos.
-El cortejo es para un alfa y un omega que están destinados y tú no puedes reclamar algo que nunca fue tuyo.
Sin mirar atrás y sin pensar en las consecuencias de sus palabras, Tae se alejó, dio media vuelta y ni siquiera espero a que Hobi lo siquiera. El pequeño nunca sabría cuánto daño pudieron causar sus palabras en Jungkook, pero estaba seguro que ellas habían destruido su corazón.
**
El resto de la semana, Tae fingió estar enfermo, inventó tener miles de tareas para no tener que salir de su habitación y enfrentarse a la mirada interrogante de su madre. No quería darle respuestas que ni él mismo tenía. Solo había llorado una vez, estaba furioso, incluso golpeó la pared de su cuarto y ahora su mano estaba vendada por la hinchazón.
Tae se levantó de su cama y decidió sentarse en su escritorio. Pintar siempre lo había distraído. Tomó una vieja libreta de su cajón, una caja con lápices gastados y comenzó a hacer trazos sin sentido. Luego de unos minutos, se dio cuenta de lo que estaba haciendo, un cielo oscuro y nubes grises. No estaba tratando de mostrar cómo se sentía. Tae se dio cuenta que simplemente estaba recordando. Una noche donde se sintió vulnerable y donde la lluvia lo asustó tanto que necesitaba a su alfa, un alfa que nunca pidió. Ahora con un corazón agrietado, el pequeño tenía que seguir su vida. Su primer beso podría superarse, pero no estaba seguro de que en el futuro alguien pudiera reemplazar la sensación de seguridad que experimentó con Jungkook.
Como un pequeño berrinchudo, arrancó la hoja y la arrugó hasta formar una pequeña bola con ella.
Recargó la cabeza sobre el escritorio y uso sus brazos como almohada. El omega vestía la camisa que Jungkook le había dado para el partido. Poco a poco las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, pero no se le permitió llorar más, unos golpes en la puerta de su habitación lo sobresaltaron. Se limpió la cara con el dorso de la mano
-¿Mamá?
-Oh, bebé. Entiendo que estés ocupado, pero un amigo tuyo vino a buscarte
¿Amigo? Tae solo era cercano a Hobi, y él ni siquiera necesitaba una invitación, su casa era tan suya como de él. Tae se levantó confundido y abrió la puerta
-¿Quieres que le diga que estás ocupado?.-Dijo acariciando su cabello
-Mamá, ¿quién es?
Y su madre simplemente sonrió.
**
Tae jamás se imaginó que un jugador del equipo escolar estaría en su casa, supiera su dirección y mucho menos se hiciera llamar su amigo. El omega permanecía en la esquina de la sala de estar, de brazos cruzados y con una cara de pocos amigos
-Tu madre es muy amable
-Mmh.-Contestó.-¿qué haces aquí?.-No quería ser grosero, pero era inevitable
-Oh, ¿te molesté realmente?.-El alfa puso una mirada de culpabilidad que lo hizo sentir mal
-L-lo siento, solo es extraño que estés aquí
-Tae-Tae, somos amigos. ¿Puedo decirte así, cierto?
El omega se encogió de hombros
-Bien, vine porque imagino como debes de sentirte, en la escuela todos hablan de eso
Tae mordió su labio y miró sus pies, estaba incómodo y realmente no quería recordar nada que tuviera que ver con Jungkook
-Lo siento.-Dijo llamando la atención del omega.-Vine a disculparme en su nombre
-P-ero tú no...
-Sé que no es mi responsabilidad, pero no creo que merezcas algo como eso. Nadie merece que le mientan
-¿É-él te mandó?-.Maldijo cuando su corazón saltó ante la idea de que Jungkook aún quisiera arreglar las cosas. Pequeño ingenuo
-No, por supuesto que no. Jungkook no es alguien que reconozca sus errores y cualquier cosa que te haya dicho, solo era su consciencia traicionándolo
Tae quiso llorar. El alfa frente a él se dio cuenta de sus palabras y se puso de pie rápidamente.
-Hey, lo siento, no quise decirlo de ese modo
-No te preocupes, es solo la verdad.-Tae talló sus ojos y trató de sonreír.-Ahora, si me disculpas, realmente estoy ocupado y no es que seamos realmente amigos
El lobo sonrío
-De hecho....-Dijo con una sonrisa nerviosa.-Vine a hacerte una invitación. Puedes decir que no
-¿Invitarme?
-Sí, muchos de los chicos, bueno estudiantes no solo los del equipo, vamos a una pequeña reserva cerca de aquí. Hay una cafetería muy linda ahí, ¿te gustaría ir?
El omega negó, realmente no se sentía cómodo, ni siquiera conocía a este tipo
-¿Por favor?.-Dijo sonriéndole y juntando sus manos.-Te prometo que te la pasarás bien y si me permites, no es justo que tú estés aquí atrapado mientras la persona que te lastimó se la pase bien, ¿no?
Tae lo miró por unos segundos. ¿Jungkook había continuado con su vida como si nada? Bueno, era lo más lógico, después de todo era un mentiroso. Quizás Tae no debió confiar, ni dejarse llevar por los celos que se formaron en lo más profundo de su corazón, pero el imaginar al alfa junto a esa omega lo hizo enojar, él quería demostrarle que no estaba bien, que sus mentiras no lo habían lastimado y si salía con otros amigos se daría cuenta que no era un omega indefenso, tonto y solitario.
Luego de aceptar, Tae se puso unos jeans, una gran sudadera color negra y un pequeño benie color cáfe. El clima no estaba helado, pero nunca se sabía. El alfa, cuyo nombre era Josh, se había portado amable con él. Ambos subieron a su auto y el lobo trató de hacerlo sonreír con chistes de lo más absurdos, también colocó música y trató de mostrar su talento como cantante, era pésimo.
Una vez que llegaron al lugar, Tae se dio cuenta que afectivamente era un lugar que frecuentaba gran parte de sus compañeros y si vio a un grupo de porristas, decidió ignorarlas. Iba a pasarla bien, tenía un nuevo amigo y se iba a demostrar a sí mismo y a cierto alfa, que todo estaba bien.
La tarde pasó entre anécdotas del equipo, quejas sobre los profesores y las veces que rechazaron a Josh, Tae lo llamó mentiroso, nadie podía rechazarlo, era alfa, un jugador del equipo y admitía que era lindo. Cuando se dio cuenta, ya había oscurecido.
-¿Te la pasaste bien?
Tae lo miró y asintió. Si era sincero, se había olvidado de todo por un rato
-En un rato comenzará a nevar, algunos chicos se quedan a ver, ¿quieres hacerlo?
-¿No hace frío?
-No, el clima está bastante cálido a diferencia de otros días, ¿entonces? La noche tiene que tener un buen final, ¿no?
-De acuerdo, me quedó
-Perfecto.-Dijo mostrando su sonrisa de hoyuelos.-Tengo que ir al baño, no te muevas de aquí, en cuanto regrese pagamos la cuenta y nos vamos.-Dijo guiñándole un ojo
Tae asintió y terminó el resto de su chocolate caliente. Miro por la ventana y se le ocurrieron varios paisajes que podría dibujar después. La reserva no estaba muy lejos de la ciudad, la cafetería y una que otra casa era lo único que se podía mirar alrededor.
Cuando terminó su bebida, levantó la mirada en busca de Josh, pero no había señales del alfa. Frunció el ceño, ¿algo le habría caído mal? El omega se levantó de la mesa y fue a buscarlo a los baños
-¿Josh?.-Gritó, pero no hubo respuesta.-¿Josh estás bien?.-Tae se fijó por debajo de las puertas de cada sanitario, pero no había nadie. Salió corriendo de ahí, pero antes de que cruzará las puertas de cristal, una camarera lo detuvo
-¿Eres de la mesa 10?
Tae asintió
-Lo siento, chico, pero no te puede ir hasta que pagues la cuenta
-¿L-la cuenta? Mi amigo, Josh, él...
-¿El alfa que venía contigo? Oh, sí lo recuerdo, me dijo que tuvo una emergencia y que tú pagarías
Tae comenzó a asustarse. Afortunadamente traía un poco de dinero, pero comenzó a temblar una vez que salió del lugar, la chica le dijo que no había forma de que algún tipo de transporte llegará hasta allá y los celulares no tenían buena señal en este lugar. Tae mordió su labio, tenía que encontrar la forma de regresar a casa y aprender a no confiar en las personas.
Jungkook sintió el miedo recorrer su cuerpo una vez que leyó el mensaje que llegó a su celular.
"Bosque Throwhul. Buena suerte encontrándolo"
La reserva ecológica de Throwhul era conocida por sus paisajes, por ser un punto de reunión para cualquiera que quisiera un poco de diversión, pero también era una zona excesivamente peligrosa... no solo por el clima tan gélido que hacía por las noches, sino por los enormes osos blancos que rodeaban la zona. Tae estaba en peligro y si no se daba prisa, su omega sufriría por confiar en quien no debía.
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Noche de Tormenta
WerewolfTae encontró a su alfa de la manera menos esperada. Jungkook solo quería protegerlo de todo y hacerlo confiar en su amor