Tae ya no sentía las puntas de sus dedos. El frío quemaba su piel, su rostro estaba manchado por las lágrimas y su corazón se sentía como una pesada piedra en su pecho. Tae no despegaba la vista del cuerpo inerte de Jungkook. Solo estaba alejado por unos centímetros, pero su cuerpo estaba paralizado y no podía moverse, solo miraba, el ruido a su alrededor desapareció y el omega solo deseo estar en otro lugar, lejos de ahí, volver a esa noche donde solo la lluvia era el causante de sus problemas.
Yoongi trataba de no ejercer toda su fuera sobre Jimin, pero le costó trabajo liberar a su mejor amigo del fuerte agarre que el alfa ejerció en su cuello. Ambos lobos estaban uno al frente del otro, su mirada fija en la ajena y sin siquiera inmutarse. Ninguno de los dos parecía querer ceder.
-¿De pronto, el hijo del líder decid volver y reclamar su trono?.-Dijo Jimin con una pequeña sonrisa
Yoongi mantuvo su expresión seria, odiaba que la gente lo siquiera considerando el heredero de aquella manada que estaba disfrutando de un espectáculo violento solo por cumplir con sus costumbres.-¿Crees que tu padre te salvará de esto?.-Jimin parecía perder poco a poco la paciencia y apretó los dientes cuando la mano de Yoongi se cerró fuertemente sobre su muñeca
-Solo ríndete, Jimin.-Dijo tranquilamente mientras lo soltaba y retrocedía un par de pasos, desvió su mirada y comprobó que su amigo seguía respirando, pero tenían que suturar las heridas pronto
-¿Disculpa?.-Gruñó Jimin.-Estoy muy seguro que el perdedor no soy yo.-Dijo señalando a Jungkook.-Así que, por qué no te vas y dejas que las cosas sigan su curso, al menos respeto las costumbres de nuestra gente, ya que no pudiste respetar a tu padre sin ser exiliado de aquí
Yoongi negó varias veces con la cabeza mientras una risa nerviosa se colaba por sus labios
-¿Qué tanto aprendiste en esos libros que siempre llevabas contigo, Jimin? Esta no es la forma de reclamar a un omega
-Es el derecho que me concede la manada y lo sabes
-Sí, pero nunca me he permitido tomar dicha libertad por mucho que o deseara
Jimin frunció el ceño y lo miró confundido. - ¿Tienes omega? Si es así, sabes que como lobos queremos ganarnos el permiso de poder cortejarlos
-¿A muerte? Creí que eras el encargado de guiar y aconsejar a esta manada, bonita forma de hacerlo
-¿Por respetar las tradiciones que se han realizado por años?
-Forzar a alguien no debería ser algo que la gente de aquí debería seguir haciendo.-Contestó serio, Yoongi desvió su mirada y se acercó a Tae, quien continuaba en el piso sollozando y con la mirada perdida
-Levántate.-Trató de no sonar brusco, pero estaba furioso, su mejor amigo estaba herido gravemente y Jimin era igual que todos los demás, actuando de manera salvaje y sin tomar en cuenta los sentimientos de los demásEl alfa tomó del brazo a Tae y lo ayudó a ponerse de pie. No conocía al chico, solo lo había visto un par de veces en la escuela, pero Jungkook no paraba de hablar sobre haber encontrado a su pareja destinada
-¿Estás bien?.-Preguntó, pero era inútil, el omega parecía incapaz de hablar, Yoongi creyó que estaba en una especie de shock
-No lo toques.-Gruñó Jimin. El alfa decidió cubrir al omega con su cuerpo, quien de inmediato se arrodilló al lado de Jungkook y los sollozos se escaparon nuevamente de su boca
-Tu ego no puede cegarte, Jimin, él no te quiere, ¿eres ciego?.-Dijo señalando al pequeño que intentaba detener la hemorragia de su alfa
-Derrote a ese lobo, el aceptó el duelo y...
-Aceptó pelear contigo con tal de proteger a su omega, no seas uno como ellos. -Dijo señalando a los lobos que se mantenían en el lugar observando todo
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Noche de Tormenta
Hombres LoboTae encontró a su alfa de la manera menos esperada. Jungkook solo quería protegerlo de todo y hacerlo confiar en su amor