"Lo que el instinto exige" Parte 4

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"Noche de Tormenta" Parte 4

Lo que el instinto nos exige

Tae estaba tratando con todas sus fuerzas de no girarse y lanzarle algo al alfa que lo miraba desde la esquina de la cafetería, aunque agradecía que esta vez no se acercara a molestarlo. Hobi estaba muy entretenido contando las papas fritas que le había dado una de las cocineras. El omega resopló y le dio la espalda nuevamente, odiaba saber que lo estaba mirando incluso. ¿Instinto? No, simplemente su presencia era tan molesta que la sentía en todo su ser.

-¿Vas a comerte eso?.-Pregunto su mejor amigo señalando la hamburguesa a medio comer. Te negó con la cabeza y Hobi sonrió como si le hubieran dado el mejor premio de su vida. El pequeño rodó los ojos y negó con la cabeza

-¿Entonces, Jungkook y tu son novios?.-Preguntó con la boca llena

-Eso es asqueroso, Hobi, no lo hagas

-¿Qué?.-dijo inocente.-¿En verdad te da asco ese alfa?

-NO.-Casi gritó y sus mejillas se pusieron rojas.-Es decir, no, diablos, me refería a que no hables con la boca llena

-Ahh, osea que sí te gusta.-dijo sonriendo mientras limpiaba las comisuras de su boca

-Bueno, tengo que ayudarle a la señora Lee a organizar unos libros en la biblioteca como parte de mi castigo por haberme quedado dormido.-Trataba de evadir la mirada retadora de su mejor amigo, no iba a admitir nada frente a él. Tomo su mochila y cuando se giró, chocó con un gran pared

-Auch.-Se quejó sobando su pequeña nariz, sus ojos se pusieron acuosos a causa del dolor. Obviamente se trataba del que se creía su alfa.

-¿Estás bien?.-Dijo tomándolo del rostro. Tae se sonrojó y golpeo sus manos fuera de su cara

-No me toques

-De acuerdo, pequeño gruñón. Solo quería saber si irás al partido de hoy


Tae frunció el ceño mientras se sobaba su nariz, le dolía mucho. Él no sabía nada de ningún partido, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Jungkook colocó una camisa del equipo con su nombre frente a él.

-Hoy es un juego importante, pequeño, quiero que estés ahí y como es tradición las parejas de los jugadores deben portar uno como estos.-Dijo agitando frente a él la camisa grande y de color azul

Tae arrugó la nariz y lo miro, Jungkook estaba tan feliz que su corazón comenzó a acelerarse. ¿Sería correcto aceptar? La respuesta llegó cuando miro a lo lejos a la omega que lo golpeó en los casilleros. Le arrebató la camisa de las manos e instintivamente se la llevó a la nariz

-Huele a ti.-Susurró

-Por supuesto que lo hace, soy tu alfa y... no quiero que te sientas incómodo en el partido, todos sabrán que somos pareja y nadie va a molestarte

Tae asintió, de pronto se sentía en una nube ligera y las mariposas en su estómago lo hicieron sonreír. Jungkook besó su frente y salió de ahí, prometiendo mandarle un mensaje con todos los detalles del juego. Cuando reaccionó, Hobi se encogió de hombros, su mejor amigo le dio su teléfono sin preguntar, pero extrañamente no le importaba. Su única preocupación era ¿de qué trata el futbol americano?

Tae pasó las siguientes horas acomodando un montón de libros. Estaba cansado y hambriento. Jungook le había mandado un mensaje una hora, pidiéndole que por favor no faltara a su cita. ¿Cita? Ese alfa tenía problemas para aceptar un no por respuesta, había aceptado la camiseta porque era un tonto debilucho que se dejó llevar por lo que su omega le ordeno y quería darle una lección a esa omega tonta.

Luego de terminar con el castigo que le pidió la señorita Lee, Tae fue a la sección de deportes y busco algo que lo ayudara a entender de qué se trataba todo ese juego. Sabía que Jungkopk era el capitán, pero ¿él solo ordenaba mientras los demás miraban?

Mordió su labio y se miró así mismo, la camisa le quedaba enorme, pero se sentía cómodo y calentito. Sonrió y tomó el primer libro que vio sobre americano. Tras leer algunas páginas entendió un poco sobre las reglas, pero torció la boca cuando leyó que a veces los jugadores se lesionaban gravemente. No quería admitir que se estaba preocupando por Jungkook.

Sacó su celular de su mochila y vio que faltaban solo unos minutos para el juego, dejó el libro en su lugar y corrió hacia la salida. Este día simplemente se estaba dejando llevar por el instinto, nada importaba.

-Al fin llegas.-Resopló Hobi. En sus manos cargaba un par de sodas y un gran bote de palomitas. Tenía la cara pintada con los colores de la escuela y Tae sonrió.

-No sabía que res fanático de esto

-Lo soy, mi padre ve los juegos cada domingo, así que de cierta forma le entiendo, nuestro equipo no es tan malo ¿sabes? Si ganan, tu novio podría convertirse en el mejor capitán de todas las generaciones y pueden ganar el campeonato estatal

-No es mi novio

-Por supuesto que no amigo, por eso llevas ese jersey con su apellido en la parte de atrás

Tae resopló y le dio un codazo. Sus nervios estaban provocándole nauseas. Caminaron hacia el campo del colegio y buscaron los mejores lugares. Habían tenido suerte y se mantuvieron alejados de las miradas curiosas.

-Si no entiendo nada, tendrás que explicarme Hobi

-Si TaeTae, aunque no será necesario, ni siquiera vas a pensar en el juego cuando Jungkook salga al campo y en realidad él no te invitó para que vieras el juego, simplemente quería tu apoyo moral
-¿Y qué se supone que haga? ¿solo me quede sentado y escupa corazones?
-Podrías mandarle besos, ya sabes, esas ridiculeces de pareja.-Dijo tomando un puño de palomitas
-No haré eso, es... tonto.-Infló sus mejillas

No les dio tiempo para seguir discutiendo, cuando los jugadores fueron anunciados por los altavoces. Tae casi se queda sordo con los gritos de todos los estudiantes. Comenzó a ver las acrobacias de las porristas y como uno a uno fueron saliendo de los vestidores. No fue hasta que todos gritaron con todas sus fuerzas, que se dio cuenta que Jungkook estaba ahí en medio del campo.

Lucía una playera igual a la que traía puesta, todo su equipo para jugar y su caso colgaba de una de sus manos. El alfa parecía buscar algo con la mirada y cuando el pequeño Tae sintió sus ojos sobre él, Jungkook lo señaló con el dedo y le guiño un ojo. Volteó a todos lados, pero nadie parecía haberse dado cuenta de la tontería que hizo. Suspiró y llevó una mano a su corazón. Estaba realmente nervioso.

Una vez que el juego comenzó, Tae siguió cada una de las jugadas, no entendía nada, pero Jungkook parecía realmente serio, gritaba y ordenaba pases y movimientos, se sorprendió cuando Hobi pico una de sus mejillas y lo molesto por la sonrisa que tenía puesta gracias a su alfa, lo miro y quiso tirarle su bote de palomitas, pero el silbatazo del árbitro, Tae volvió su atención al juego y lo que vio no le agradó.

Jungkook estaba tirado sobre el césped, los jugadores comenzaron a gritar y a reclamar. El pequeño se sentía asustado y sentía que podía llorar en cualquier momento. Sin pensarlo dos veces se movió de su lugar.

-¿Tae, qué estás haciendo?.-Hobi intentó detenerlo pero no quería escuchar nada de su mejor amigo

Se saltó la cerca que separaba el campo de la pista y corrió lo más rápido que pudo hasta estar frente a Jungkook. Empujó algunos alfas en su camino

-¿E-estás bien?.-Preguntó sorbiendo su nariz

Jungkook abrió un ojo y lo miro, trató de sonreírle, pero se quejó y se hizo un ovillo, alguien lo había golpeado fuertemente en las costillas y otro jugador le había propinado una patada en la pierna.

-Chico, tienes que irte de aquí.-Alguien lo jaló del brazo y trató de alejarlo de su alfa. Tae lo miró enojado

-Mi alfa est-tá herido y nadie me va a alejar de él.-Dijo limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano. El entrenador lo miro, pero todos a su alrededor comenzaron a discutir, jugadores contra jugadores, el pequeño Tae se armó de valor y encaró al tipo que se burló y llamó a Jungkook "un pobre y patético jugador".

-E-escúchame bien, tú grandote... No quiero que vuelvas a lastimar a mi alfa.-Dijo entre dientes.-Si te crees tan buen jugador, vas a hacer las cosas limpias, no puedes solo atacarlo así, eso es sucio y bajo. Ahora, si me entero que nuestro capitán está lesionado me las vas a pagar

Todos miraron al pequeño entre asombrados, algunos rieron por su ternura y otros realmente no entendían como un omega podría hablarle así a un superior. Tae no espero a que le contestara, se acercó a Jungkook y espero que alguien fuera a ayudarlos.

Cuando estaban de camino a la enfermería, Tae jamás soltó la mano de su alfa

-Pequeño, eres realmente valiente. Mi alfa se sintió protegido por ti

Tae solo resopló y negó con la cabeza. No quería que confundiera las cosas, ellos no eran pareja, no era su alfa, Tae solo actuó por instinto. Su pequeño omega quería a Jungkook, pero a él le tomaría tiempo aceptarlo. 

Noche de TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora