Noche de Tormenta

Capítulo 50 - Marcas y manada

-¿No te enseñaron, Yoongi?

-No lo necesito...

-Nunca podrás huir de tu destino

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-Serás castigado otra vez.-El alfa no se inmutó cuando escuchó al omega. No sería la primera vez en ser reprendido por su propio padre

-¿Eres sordo?.-Insistió otra vez aquella voz con tono chillón cuando no respondió

-¿Qué haces aquí?.-Respondió en su lugar girándose para verlo a la cara

-Daba un paseo.-Dijo haciendo reír al alfa.-¿Qué?

-Nada, solo que tu madre es igual de estricta que mi padre, también serás castigado

El omega le restó importancia y se encogió de hombros. Tampoco le importaba mucho, su madre siempre gritaba, aunque era su hermano mayor con quien más se desquitaba.

-Esas aves son horribles.-Señaló a uno de los cuervos que descansaba sobre la rama del árbol, el alfa había estado murmurando cosas como si el animal le entendiera.

-Te aseguro que son más inteligentes que tú

-Soy uno de los mejores en esta manada

El alfa lo miró de arriba a abajo y asintió.-Sí, de los buenos.-Pero su insinuación pasó desapercibida por el omega quien decidió acercarse hasta quedar a su lado

-¿Qué tanto les dices?

-Cosas que solo un ave entendería.-Dijo y le vio rodar los ojos para seguir observando al ave.-Se llama esperanto, es un idioma que mamá me enseñó.-Explicó mientras el omega lo miraba con ojos curiosos

-¿Es difícil?

-No si tienes aves para practicarlo.-Respondió

-Bien, quiero aprenderlo.-Afirmó para volverse a alejar

-¿Para qué? No te servirá de nada

-A ti tampoco y sabes hablarlo, ¿cuándo empezamos?}

-¿Qué cosa?.-Dijo confundido

-Las clases de ese idioma raro que hablas

-No lo haré

-Bien, iré a tu casa entonces. -Respondió antes de girarse e irse de ahí

-Hey, no dije que lo haré.-Lo miró serio, pero el otro ya estaba caminando lejos

-Te veré por ahí.-Dijo despidiéndose

-¡Jimin!.-Gritó, pero el omega ya estaba demasiado lejos para escucharlo

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Seung estaba parado en la puerta de la pequeña habitación, al alfa no le quedaba de otra que refugiarse en un viejo motel a las afueras de la ciudad, era lo único que podían pagarse por ahora y funcionaba como un bien escondite para que nadie los encontrara.

-¿Está muerta?.-Preguntó viendo el cuerpo de la omega inerte sobre la cama, grandes marcas rojas se asomaban de sus labios, la habían amordazado para que sus gritos no llamaran la atención

-No, pero no hay vuelta atrás.-Murmuró Yerim mientras limpiaba la sangre de las muñecas de la chica.-Esto la detendrá por un tiempo, perder sangre la debilitará, pero en cuanto despierte será mejor que ni tu ni yo estemos cerca